La realidad no es como se ve, sino como es

De los antiquísimos rezagos, de la todavía, casi que única forma de conocer, idealista claro está, extractamos una vez más, aquel convencimiento que dio origen a las realizaciones pseudocientíficas de Claudio Tolomeo en lo que se refiere al aserto de que "la tierra estaba fija; era cuadrada y plana, estaba encaramada sobre un elefante, y éste sobre una tortuga; el sol, ––siguiendo la realidad como se ve, es decir en el saber o la sospecha––, giraba en torno al planeta" en el que todavía vivimos, con la venia del Club Bilderberg, por favor, si nos permiten. Más tarde Copérnico, a través de Galileo, y haciendo uso de la ciencia que conoce, nos mostró la realidad como es.

En Venezuela la realidad no es como se ve, sino como es: la propaganda del gobierno sigue hablando de socialismo, ahora bolivariano, ya no del siglo XXI; es la realidad que el gobierno ve, o pretende que veamos; pero la realidad que es, nos muestra que no solamente el capitalismo sigue aquí en el poder, como el Dinosaurio de Monterroso, por consiguiente, no hay socialismo; sino que además los funcionarios del gobierno persiguen e intentan anular y cancelar cualquier intento de comenzar el uso teórico y práctico de la transición socialista, cuando desconocen el papel de la Clase Obrera como sujeto histórico de toda construcción científica del socialismo

La realidad que se ve pudiera decir que las acertadas políticas públicas implementadas por la Revolución bolivariana conducida por Chávez, siguen funcionando; la que es, nos demuestra que no, al menos no con la contundencia y eficacia de hace 3 años.

Pudiera verse una realidad de "guerra económica", que estaría en el plano de los saberes que sólo identifican al objeto y sus circunstancias; pero la realidad que es, es decir que conoce científicamente el fenómeno ya precisado como objeto, dice que no, que por el contrario, el pueblo trabajador venezolano está recibiendo una coñiza económica, bestial e incontrolada que lo ha metido intempestivamente en una miseria, solo comparable a la que viven, los Pueblos más atrasados del mundo.

Lo que se ve pudiera señalar al gobierno como único culpable de este retroceso deleznable de 100 años de retroperspectiva histórica; pues no; lo que es, señala como responsable directo de esta catástrofe al imperialismo, convicto y confeso, y a sus lacayos en Venezuela, partidos políticos agrupados en la MUD, y especialmente a los agentes de la CIA, Mossad, el paramilitarismo desde Colombia, coordinados por el Estado narcoparamilitar neogranadino, bajo la vocería declarada del Popeye, el arrepentido, a través de YouTube videos

La realidad que es, muestra algunas responsabilidades administrativas del gobierno bolivariano: improvisación en la coordinación, manejo, despliegue y aplicación del aparato económico estatal; permisividad en la vulneración de los controles del estamento económico privado; en la vigilancia patriota de la estructura de costos, precios, producción industrial, manejo de las divisas preferenciales, y el parasitismo crónico, que no se molestan en ocultar, promovido por el viejo Estado burgués, dueño de todos los poderes, incluso el poder de gobierno, a través del vetusto cuerpo de funcionarios ministeriales, adeptos incondicionales a la defensa de los intereses de la burguesía.

La realidad que se ve en los medios del gobierno, sobre todo en el canal 8, identifica una efectividad en el control de la "guerra económica", como la llama el ejecutivo; la realidad que es, nos castiga en todo el cuerpo, y en el pensamiento, estruendosamente en cada cola, donde los bachaqueros coordinados por el paramilitarismo y los dueños de los supermercados, bajo la mirada complaciente de funcionarios militares, policiales, y de la Sundee, desconocen la autoridad del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, compatriota Nicolás Maduro, falsificando los precios de los regulados; enviándolos directamente hacia Colombia o hacia el caribe en operaciones temerarias y descaradas ante los ojos de las víctimas que amanecen hasta tres días, esperando comprar un paquete de harina, sin conseguirlo.

La realidad que se ve dice que hay un Plan de Abastecimiento Soberano, a cuyo frente está el general Padrino; pero la que es, tiene la revelación dolorosa de que las colas continúan, en medio de la repugnante anarquía generada por los cuadros del paramilitarismo que con su carriel, o su mochila terciada, con el letrerito "Colombia", se burlan de las Fuerzas Armadas, y de su pasado glorioso, junto al protagonismo arrollador de nuestro bravo Pueblo, encabezados por Bolívar, en la lucha por consolidar nuestra independencia del Imperio español.

La realidad que es, señala con meridiana precisión, que el abastecimiento soberano no se logra en ruedas de prensa o en declaraciones a los medios de comunicación, o en un interminable pregón de consignas, sin hechos cuantificables; sólo es posible lograrlo interviniendo todas las colas de Venezuela, con el acompañamiento de la Asamblea de ciudadanos de cada sector en el que está enclavada la fastidiosa y conspirativa cola, la cual hay que precisar, y eliminar de una vez, y permanentemente.

Lo que es, enfatiza que la "guerra económica" comenzaría cuando las asambleas de ciudadanos tomen simultáneamente, el control de todas las colas, bajo la protección del Ejército Bolivariano, comandados, en cada operación, por un oficial de alto rango y de conducta intachable, que pueda garantizar la aplicación de la ley Antimonopolio, y Anticorrupción a cada infractor, y para detener infraganti a la innúmera masa de delincuentes empresariales, bachaqueros, y conspiradores dirigidos por el enemigo imperialista, en cada caso.

Al parecer se justifica la tolerancia de una red privada de distribución de los alimentos subsidiados por el Estado democrático y Social de Derecho y de Justicia, pero la realidad que es, nos dice, que es esa red precisamente, la que como mafia, coordina y ejecuta el ataque económico que a diario roba al Pueblo trabajador venezolano, que ya no resiste un robo más en la falsificación de todo los precios protegidos y administrados por el gobierno.

En medio de la expansión de las lacras del capitalismo, que como valores genuinos de ese modo de producción, se han expandido sobre Venezuela, la red pública de distribución de alimentos, iniciada por los CLAP, debe ser comandada por la soberanía popular, en asamblea de ciudadanos para eliminar cualquier resquicio a los vicios que nos impiden avanzar hacia nuestra autodeterminación, e independencia económica.

La realidad que se ve, nos dice que "Venezuela se constituye en un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia", artículo 2 de la CRBV, pero la realidad que se ve nos dice con estridencia y frustración que la MUD, y su imperialismo ha promovido el desconocimiento y el olvido de la Constitución bolivariana, y por ende, la autoridad del gobierno bolivariano, y lo que va más allá, el irrespeto a la soberanía popular, artículo 5 de la carta magna vigente, declarando a todo el territorio nacional, un paraíso para el bachaqueo y la corrupción que empobrece y martiriza a todo el Pueblo trabajador venezolano, que nada gana con los aumentos de salarios, si ya ha sido impunemente robado por la delincuencia empresarial y comercial, con el cinismo y el descaro de los aumentos diarios de todo lo necesario para sobrevivir, antes que comience a percibirlos.

roblerojoiau@gmail.com



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Eduardo Mármol


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