Los venezolanos cada vez mas felices

UN POCO EN BROMA Y OTRO EN SERIO

Las venezolanas y los venezolanos nos caracterizamos  casi siempre por el buen humor, hecho que trasciende nuestras fronteras, al buen humor tenemos que agregarle el grado de felicidad que experimentamos, inclusive para uno que otro amargado de la oposición, que después de todo es feliz. Internacionalmente mediciones realizadas determinaron que en Venezuela está uno de los pueblos mas felices del mundo y no es para menos. Indudablemente que si hacemos la estratificación por clases, nos ayudaría a comprender mejor el fenómeno.

Veamos, comencemos de abajo hacia arriba, es decir por la clase E, donde se sitûan los mas pobres de los pobres y que cada vez son menos pobres, producto de las políticas sociales del gobierno (perdón del rrrreeegimen), mayor acceso a la educación, a la salud, a la vivienda, mayores ingresos, etc; la clase D, donde se ubica la mayor parte de la población con un ingreso mayor a la primera y mejores condiciones de vida, acá, incluiremos a la mayoría de alfabetizados, presentes en las misiones Ribas y Sucre, de los estudiantes de Medicina Integral Comunitaria, aunque con algunos signos identificatorios con la clase C, en cuya escala mayoritaria se ubica la gran clase media, beneficiarios por excelencia de las estafas inmobiliarios y las ventas de vehículos programadas, luego viene la clase B identificada por aquellos que ni están abajo y creen que algún día podrán subir de peldaño y finalmente la clase A, constituída fundamentalmente y con excepciones como todo, por los mas ricos donde merodea una especie conocida como la oligarquía criolla.

Pués bien, hagamos un ejercicio holístico social acerca de los niveles de felicidad en cada uno de ellos. En primer lugar, las estadísticas oficiales nos indican por una parte y organismos internacionales por otra que, el nivel de ingresos de la población de las clases E, D Y C se han elevado en los últimos diez años, en cuanto al resto, es decir las clase B y A muy pocas veces se conoce cuales son sus niveles exactos de ingreso, lo que para el presente trabajo es poco importante.

Dicho esto, pasemos a analizar entonces quien es feliz y quien no, si es que hay alguien que no lo sea, por supuesto, producto de las políticas económicas y programas sociales que enrumban al país hacia mejores derroteros. Antes de ello, se hace sensato definir que se considera ser feliz en Venezuela, en primer lugar el trabajo estable formal y el llamado informal distinto a la buhonería conocida y compuesta por pequeñas empresas de 5 o menos trabajadores, por cuenta propia, profesiones independientes, entre otros, es decir el tener una fuente de ingreso segura y permanente, indicador que de acuerdo a las ultimas estadísticas ubica el desempleo en el 7% de la población económicamente activa, lo que nos indica que la mayoría de la población ejerce actividad económica y social; otro aspecto es la educación y la salud, evidenciado por la alta matricula escolar a todos los niveles y la multiplicación de centros de salud y la presencia de Barrio Adentro I, II Y III en todo el territorio nacional; la Alimentación se erige en el otro programa de importancia vital, que contribuye a dos cosas importantes, una la distribución nacional en todos los rincones del país y luego los precios solidarios que coadyuvan a combatir la inflación y la especulación.

Aunado todo ello, lo mas importante para configurar un ser feliz, es lo que se observa en la calle, el nivel del consumo de la gente, la asistencia a espectáculos públicos nunca antes vistos, el acceso ilimitado a la cultura, en un país que creemos esta rompiendo records en ediciones literarias, libros, ferias, música, teatro, titiriteros y eventos de todo tipo. En fin, una sociedad inmersa en un proceso de conocimiento de sus raíces históricas, del donde venimos y hacia donde vamos.

Por encima de todo ello, hay algo que el desarrollo de la revolución bolivariana esta imponiendo al mundo, nos referimos al liderazgo político, el adolecimiento de verdaderos lideres en cada uno de los países cada vez es mas evidente, si repasamos el mundo llamado desarrollado, podemos concluir que esta repleto de dirigentes pero de lideres muy pocos, esta circunstancia produce orgullo a la mayoría de venezolanos, siendo que el orgullo por algo es sinónimo  incontestable de felicidad, en nuestro caso, tenemos un líder cada vez mas afianzado en el espectro internacional como referente alternativo ante la enorme crisis por la que atraviesa el mundo capitalista actual, de la que creemos es irreversible. La felicidad de un pueblo es una razón biunívoca para considerar que los venezolanos y venezolanas somos cada vez mas felices. 

rafaelfebles@yahoo.com



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Rafael Febles Fajardo

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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