La lucha social. El caso venezolano

Breve comentario previo

El presente trabajo está inspirado en una inquietud personal que tiene como norte tratar de ofrecer material teórico para la discusión, no es un trabajo definitivo, mas que una propuesta es una forma de incentivar a los compatriotas para que a partir de allí, se promueva lo que en nuestro concepto está ausente de ideas y razones de sostén ideológico que afiancen y respalden la lucha social presente en grado sumo en el momento actual en el seno de la sociedad venezolana. Creemos además en el pragmatismo necesario en esta hora de circunstancias de vida y de realidades tangibles como vía para resolver asuntos derivados de la lucha política, mas allá de eso, un instrumento para la actuación y vida revolucionaria en aras de asirse de la suficiente conciencia revolucionaria sobremanera en horas de toma de decisiones políticas y/o gobierno. Creemos que la revolución bolivariana aun no está consolidada ideológicamente, hay que convertir la solidaridad política, el apoyo al presidente, la esperanza en lucha social con contenido ideológico.

Espero que esta contribución, si es el caso, se convierta o abra las puertas para mejorar en lo personal, social y político a todos los luchadores sociales y operadores políticos revolucionarios que hacen todo por los cambios y transformaciones en la refundación de la Venezuela con futuro. El futuro debe estar signado en primer, segundo y………….. por la UNIDAD.-



LA LUCHA SOCIAL
UN GRITO CONTRA LA EXCLUSION
UN PROBLEMA IDEOLOGICO


IDEAS Y PRECISIONES.-

En el mundo que vivimos, en el cual estamos inmersos todos.
Se asoma sin temor ni vergüenza, el grito de los páramos, de la llanura, de la costa, de las riberas, de la montaña, de las ciudades y pueblos que claman con su presencia un lugar en la preparación del futuro, de ese destino ineluctable, repleto de amor y esperanza, un grito que exclama ¡nuestro bienestar es el de todos! , que somos nosotros mismos, con la fuerza de la vida, los que labraremos todos los beneficios posibles de la existencia terrenal y nos abrirá las puertas de un mundo mejor.

La lucha es aquí y ahora para siempre…………..

El enemigo es el de siempre y el de todos los días, eso no ha cambiado y jamás cambiará, es una concepción excluyente, egoísta, ideológica, mutante y sentenciadora. Su fin, el individualismo convertido en unión de individualidades, la fuente del poder los hace irreverentes, apátridas, no tienen una sola verdad, tienen extraordinarias verdades, es lo que es para ellos, tan solo eso, se convencen de sus argumentos, los moldean y los hacen verdades para ellos inexpugnables. Para la minoría poderosa es su motivación, no hay otra, es una forma de vida, el resto son ovejas que quieren alcanzar tales privilegios ideológicos y materiales, funciona como una camada de peces, existe la compra-venta de todo lo que la imaginación pueda alcanzar, en fin, todo dependerá mas que de ellos, de nosotros mismos, que sepamos en primer lugar aceptar esta realidad y actuar en consonancia con los objetivos, con conciencia revolucionaria, humildad y valor , he allí en esto último, donde se puede fracasar, hay muchos ejemplos, como el socialismo real, occidente se sorprendió del derrumbe del muro de Berlín, ¿porque ocurrió así? , porque el cáncer estaba dentro y nunca fue extirpado. La decisión del ciudadano presidente destituyendo a toda la Junta Directiva del Seguro Social es un mensaje claro y evidente y un buen ejemplo contra las desviaciones.

La lujuria por el poder mismo es a la vez medio y fin, es un medio para lograr el fin, ambas cosas son inseparables, la seducción del poder ha sido signo de la historia, alcanzar logros por cualquier vía se convirtió en una manera de actuar, la concentración financiera de manera individual y/o colectiva es tan solo un objetivo, hay muchos otros, entre ellos el mas importante la dominación ideológica sobre las inmensas mayorías, ello supone el manejo de la propaganda hoy conocida como inducción mediática, actúa como contenedor y envilecimiento a titulo individual y de masas.

L a lucha social de estos tiempos no es para sustituir una clase por otra, es darle la oportunidad a la inmensa mayoría excluida y apartada económica y socialmente a que participe de la vida social, de las decisiones, la formación de una gran clase media, con estándares de vida acordes con la realidad de cada país, acceso a la educación, la salud y el trabajo se erigen en los elementos prioritarios para alcanzar tales logros.

No obstante, aunque la lucha social no es excluyente ni exclusiva, requiere de la ideología, de una nueva ideología basada en la justicia social sin ambages ni desviaciones autoritarias, que coadyuve a desconectar la ideología dominante de quien no le pertenece, a quien le es ajena y perjudicial, de una ideología de vida cuyo síntoma mas preclaro debe convertirse en conciencia primero y luego en revolucionaria.

Es importante hacer algunas precisiones sobre aspectos relacionados con la lucha social, en primer lugar no es privilegio de ningun estrato social, el fin ultimo es el establecimiento de un Estado que abogue por la justicia social y la igualdad de oportunidades, esto significa que no hay motivos reales y tangibles para el odio social, para la creencia en la perdida de privilegios bien concebidos Todo lo que ocurre es un montaje de lo que se ha identificado acertadamente como oligarquía cuyo concepto taxativo es “grupo minoritario con gran poder económico que se vale del poder político cuando este le es fiel y complaciente”, la oligarquía no debe confundirse como una clase social y mucho menos representativa de alguna de ella, he allí una precisión importante para comprender la lucha social de nuestros días .-

La incorporación de los pueblos a la lucha por sus reivindicaciones, derechos y deberes bajo el precepto constitucional, le abre las puertas para el protagonismo y la orientación para la participación en su propio destino, darle poder al pueblo, no es otra cosa que marcarle el destino con la incorporación a la sociedad a través del trabajo, la educación, salud, recreación, sociabilidad, gremialismo, participación al trabajo creador y productivo.

Es un proceso ordenador y sistemático del “desorden institucional” en que se encontraba la república, la busca de un equilibrio que nunca existió y convirtió no solo a la república como entidad constituida nacionalmente en la injusticia mas grande que pueda generar el ser humano, la pobreza, sino que los ciudadanos simultáneamente y en varias generaciones actuaron zombicamente porque no conocían otra realidad y jamás la imaginaron. He allí la importancia dados los cambios de conciencia impulsados por la revolución bolivariana, de blindar los logros alcanzados, no es fácil, no es imposible, pero hay que hacerlo y pronto.

En el contexto de las precisiones la frase “revolución dentro de la revolución”, es un estado de alerta y a la vez de aviso que incorpora o debe incorporar a la sociedad conteste con el bolivarianísmo en su principal ejecutor, existen los recursos legales desde la Constitución hasta la reciente Ley Orgánica contra la Corrupción, esto en cuanto al ejercicio de la gestión pública, y en otro orden de cosas se debe atender las desviaciones ideológicas subyacentes al acto político partidista y organizacional, esto debe darse en el marco de la participación activa de los ciudadanos en el cuido del proceso.



UN GRITO CONTRA LA EXCLUSION


Los planteamientos de política relacionados con la toma del poder han estado signados en la historia, en la lucha contra las injusticias sociales, al menos la teoría ha demostrado tales planteamientos, desde la derecha más recalcitrante hasta la izquierda radical extrema. Efectivamente ha habido logros muy importantes, siempre bajo la lupa ideológica con avances y retrocesos. Unos casos producto de revoluciones violentas que lograron triunfar, en otros casos fracasos estrepitosos generalmente por desviaciones de tipo ideológica o la mas común, el adolecimiento de unidad en los propósitos tácticos y/ o estratégicos.

En el mundo actual habría de tener mas de dos brazos para calificar las cosas en derecha e izquierda política según los propósitos y metas en el que hacer en materia económica y social, estos últimos los dos ejes fundamentales de la lucha política. El enfoque conceptual, la visión social, los intereses en juego y en función de que y quienes se quiere tener acceso al poder, definen de manera ostensible el marco ideológico.

Antes de continuar, debemos dejar por sentado que en este momento histórico de amplio dominio capitalista en el mundo, no se debate la lucha frontal de un sistema por otro opuesto, el signo de lucha no está ubicado en este marco, por cuanto no se plantea y mucho menos propone sustituir la propiedad de los medios de producción privados y endilgárselos al Estado o la sociedad , la lucha política actual debe estar centrada en la realidad de un Estado mas Estado o de un Estado débil y presencial, ese es el paradigma, la motivación y razón de ser del estado de las cosas en el mundo actual.

Y es allí precisamente que los pueblos para luchar contra la exclusión requieren necesariamente de un Estado a su servicio de manera prioritaria y voluntaria, con ideología propia, que aparte intereses parciales y excluyentes y se proponga políticas económicas y sociales definidas para la reivindicación de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas que siempre estuvieron apartados del beneficio de las grandes riquezas producidas básicamente por las exportaciones básicas en cada país. Es decir, que el Estado y su brazo ejecutor el gobierno deben promover planes y políticas dirigidas a rescatar de la pobreza y la exclusión a millones de seres humanos que durante siglos han estado ajenos a los beneficios, lo que ha dado origen a una enorme deuda social en todas las materias del pensum social, lo que califica a gobiernos anteriores en la escala de 20 puntos como desaprobados.

Un Estado dirigido bajo esta óptica y definiciones supone la toma ideológica en su seno y de acuerdo al papel del Estado contemporáneo hasta entonces, la lucha política toma un giro completo, al ser éste quien impulsa los cambios sociales en contravención de los intereses económicos que históricamente impidieron el desarrollo y que no tienen cabida en la toma de decisiones sino que se convierten en ciudadanos de igual categoría, que aunque no lo quieran deben ajustarse a los designios de un nuevo Estado que regule las actividades económicas y financieras, que no otorgue privilegios , que no intervenga la libre competencia sino que la promueva y estimule.

Dadas estas condiciones, el Estado se convierte en el adalid de la lucha social en contra de la exclusión social y a favor del mandato constitucional de participación y protagonismo, es decir está obligado a hacer cumplir y cumplir los preceptos enmarcados en el texto de la carta magna.

La lucha ideológica y política del siglo pasado en términos de poder estuvo determinada por la confrontación capitalismo-socialismo real, la lucha que se plantea e impone hoy día tiene otros parámetros y alcances, antes y durante la llamada guerra fría en el campo de la izquierda se desechaba el pragmatismo como forma de hacer política, en nuestros días las condiciones y exigencias al ser otras, no definen este tipo de lucha ideológica si se quiere dogmática, por el contrario, muchos escritores y escritos han dejado pasar sus teorías y avenencias por debajo del puente, mucho material y discusiones, foros, seminarios, congresos, aparición y desaparición de partidos y agrupaciones políticas que en su tiempo manejaban una realidad distinta, tuvieron que repensar planteamientos, cambiar de acera o adaptarse al designio de la historia.

La ideología sigue estando allí, las amenazas en contra de las mayorías siguen su juego hacia el pasado y los del presente se resisten a estos cambios y hacen e inventan lo que puedan para impedirlos.

No obstante, la lucha contra la exclusión social no es nada fácil, depende de la asunción por parte del Estado de su corresponsabilidad, de su firmeza y decisiones, del cuido ante las desviaciones, funcionarios que comprendan y entiendan el compromiso ideológico inmerso en un estado de conciencia revolucionaria, porque de eso se trata el estamento de un nuevo Estado y de una Nueva Economía en función de esa responsabilidad.

Por otra parte, el mandato constitucional abre el horizonte a los demás actores, dada la voluntad del Estado para implementar y ejecutar políticas para disminuir progresivamente la desigualdad social, la población hecha pueblo participativo y protagónico debe jugar un papel tan importante y decisivo convertido en actor social demandante y a su vez beneficiario de las políticas y decisiones.

La lucha social entonces, no es privativa del Estado como tal, los ciudadanos y ciudadanas deben asumir la responsabilidad histórica, poniendo en práctica el mandato constitucional, que además debe estar acompañada de un estado de conciencia, de compromiso en la lucha, deben asumir el poder que le otorga el gobierno como representante del Estado



UN PROBLEMA IDEOLOGICO



En el mundo de hoy, el debate no puede ser otro que ideológico pero, ¿Cuál ideología?
En primer lugar, creemos que el capitalísmo moderno ha sufrido distorsiones importantes que cada vez mas, lo aleja del humanismo, porque no se trata sólo de la pobreza material que ha generado, sino la mas aberrante condición que se le ha presentado al ser humano desde su propia existencia, la exclusión social, con todas las consecuencias morales y éticas , el camino del capitalísmo bajo esta premisa conformada por grupos cada vez mas poderosos y minoritarios está haciendo sonar campanas de advertencia en su propio seno que lógicamente crean las condiciones para su propia conversión, no en un sistema distinto que acompañe la concepción equivocada acerca de la propiedad de los medios de producción, libre participación en el mercado sino que ofrezca un camino para la democratización del ser capitalísta, que lo haga masivo y no excluya a quien tiene la voluntad de creación, inversión y empuje productivo, abriendo las compuertas para miles de empresas pequeñas y medianas, que abra de nuevo las puertas de la empresa familiar

El capitalísmo como tal ha sufrido involuciones y adelantos de una forma directa en el manejo de los derechos humanos, recordemos la revolución industrial, ha tenido que mutar formas distintas bajo el condicionante explotador, ha “triunfado” para una parte de la humanidad y el resto inmensamente mayoritario se encuentra en situación desventajosa incluso peores que en los albores del sistema, sencillamente porque habría que agregar además de las condiciones materiales: pobreza con todos sus consecuencias, vivienda, salud, trabajo, recreación, etc. con menores accesos a ellos, las condiciones morales y espirituales subyacentes al ser humano: propensión al individualismo fatídico, drogas, prostitución, desintegración familiar, exacerbado consumismo, en fin una carrera loca hacia la desintegración humana y vivencial.

El problema mas importante del sistema capitalísta hoy día es la gran concentración de recursos y decisiones en cada vez menos manos, esto dio origen a lo que se denomina en nuestros tiempos “la oligarquía”, ¿quién puede señalar que el mundo de hoy no está dominado por este cónclave económico?, no es casual que exista, está conformada por un cascarón ideológico propenso a la dominación, es su medio y fin, para ello y por ello toma el concepto de libertad a su libre antojo y albedrío. Actúa de manera solapada en perjuicio del resto de capitalístas grandes, medianos y pequeños. Promueve líderes en todo el mundo para el dominio del poder real, en aras del oportunismo, individuos de esta elite forman parte de los gobiernos, promueven la “cultura occidental”, manejan los ejércitos a su antojo y determinación. Si alguna vez, muestran descarnadamente sus propósitos de forma directa y casi sin disimulo, es en la actualidad, es la lucha por el dominio monopolar y el control absoluto de la economía mundial, al menos sus intenciones están claras, el problema energético les preocupa y en busca del dominio pertinente, inventan situaciones como lo ocurrido en Irak para invadir.

No vamos a tocar en el presente trabajo la oposición con la que se han encontrado para el logro de sus objetivos, si vamos a decir, que nuevos elementos geopolíticos se asoman en el horizonte, lo que vislumbra hasta ahora un proceso de movilidad político-económica en ciernes que ojalá se convierta en una piedra en el camino para sus propósitos. La revolución bolivariana es un camino cierto que apunta en la dirección correcta de combate a la exclusión social a través de una democracia participativa y protágonica.

Esto, ocurre a nivel mundial, indudablemente nos toca y afecta, ya vimos de manera directa como ha sido la influencia, donde entran en juego los mismos elementos y factores a nivel nacional. Somos un factor de perturbación para los intereses oligárquicos internos y sus conexiones con el exterior, de eso no hay ninguna duda, fundamentalmente porque en los actuales momentos nuestra soberanía está incólume y dispuestos a hacernos respetar en el concurso de naciones. No somos una barajita para coleccionar, nos ven como un alfil que pueda incentivar en otros lugares movimientos antioligárquicos y antiglobalizadores que en un momento dado pueden dar lugar al peligro de un jaque al rey, esto podría sonar exagerado, pero estamos seguros que en sus análisis barajan esta posibilidad, es por ello, que el proceso que llevamos adelante no es nada simpático para la oligarquía criolla y sus aláteres en el exterior.

Una cosa es cierta y está escrita, nuestra ideología está a la luz pública, ha sido votada por el pueblo y muestra los designios de la revolución bolivariana en contexto y tiempo, ellos lo saben y no les gusta, es por ello que nunca la han aceptado y en esos términos su conducta y acción no puede ser democrática, por supuesto que en esa postura de lucha anticonstitucional, cada vez, menos gente los acompaña.

Ahora bien, eso no resuelve el problema para ellos y nos produce intranquilidad, no van a cejar en sus propósitos y fines, tan solo que están allí y procurarán por todos los medios ilícitos o no para quebrar la institucionalidad, esa es la mejor información, el mejor producto derivado de sus actuaciones, para nosotros saber que hacer y que atacar, de eso se trata fundamentalmente nuestra lucha política.

Entonces, tenemos que asumir que una lucha ideológica como la planteada por todos estos factores, debe tener una respuesta ideológica bajo el signo de la constitución, ese es el todo y el fin para esta causa de patria grande en los nuevos tiempos.

Diríamos que, en el nacimiento de esa patria grande es cuando se impone organizar lo nuevo, reorganizar lo encontrado que sea útil y construir los cimientos del camino a andar, esto se refiere a lo estructural, las instituciones, la administración, los poderes, constitución de una base enorme, una plataforma ideal, el esquema de país que queremos construir, una base de datos de prioridades, medir fortalezas y debilidades, digamos que esta sería la meta material de lo tangible, sobre lo que podemos y debemos actuar, donde se buscan las soluciones, se implementan programas y políticas, donde se pone a prueba el compromiso adquirido.

rafaelfebles@cantv.net
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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

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