Elsa Baute, de Venalum, denuncia los "limbos legales" de los "desactivados" y los "prejubilados"

Guayana: Dos días de protestas de los trabajadores de la CVG por sus derechos laborales

En la composición, con fotos enviadas por los trabajadores, la protesta de los activos, "desactivados", "prejubilados", jubilados y pensionados de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana. Elsa Baute, trabajadora "desactivada" de Venalum ofrece declaraciones.

En la composición, con fotos enviadas por los trabajadores, la protesta de los activos, "desactivados", "prejubilados", jubilados y pensionados de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana. Elsa Baute, trabajadora "desactivada" de Venalum ofrece declaraciones.

Credito: Aporrea / Trabajadores

Trabajadores de las empresas de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) protagonizaron un par de protestas laborales en Puerto Ordáz el lunes 18 y el miércoles 20 de marzo. Cientos de trabajadores y trabajadoras de las empresas del holding estatal, y de otros sectores, se manifestaron para efectuar diversos reclamos. En el marco de estas protestas, ofreció declaraciones Elsa Baute, trabajadora de Venelum (CVG) que se encuentra en condición de "desactivada".

 

"DESACTIVADOS" O "DESCONVOCADOS", "PREJUBILADOS"... LIMBOS LEGALES PARA LA VIOLACIÓN DE DERECHOS LABORALES 

Los desactivados son trabajadores que son retirados por tiempo indefinido de la actividad productiva o administrativa de las empresas (públicas y privadas) y entretanto son excluidos arbitrariamente del ámbito de trabajo, se les priva del salario completo y de todos los beneficios o complementos, agravando así la situación de precariedad laboral. Son, por tanto, objeto de discriminación, y el "desactivarlos" o "activarlos" le sirve también a los patronos como un mecanismo de amenaza, presión, castigo y control. La figura de los "desactivados", en algunas empresas equivale a los "no convocados" y con ella los empleadores logran rebajar aún más los costos salariales, limitando la remuneración al miserable salario mínimo oficial imperante en Venezuela (que no cubre ni el 1% de la canasta alimentaria) y dejándoles al margen de cualesquiera otras aportaciones. En realidad, al quedar con un ingreso que pudiésemos llamar "salario cero", es como si estuviesen temporalmente despedidos, pero a disposición de la empresa.

Elsa nos reportó que en las protestas realizadas frente a las oficinas de la CVG se congregaron varios cientos de trabajadores de sus distintas dependencias. Allí estuvieron trabajadores "activos" y "desactivados" de Sidor, las briqueteras, Venalum, Alcasa... jubilados, pensionados y sobrevivientes, trabajadores accionistas clase B (Sidor) y se hicieron presentes educadores solidarios en consideración a que gran parte de las familias de Ciudad Guayana y del estado Bolívar tiene miembros en empresas de la CVG.

Baute reclamó, en nombre de sus compañeros trabajadores, contra el mantenimiento de esa nefasta figura de los "desactivados" o "desconvocados", y contra otros tratamientos antilaborales, "políticas hambreadoras y antiobreras". Explicó que los "desactivados" perciben apenas el 40 % del salario que se le paga al resto de los trabajadores, a sabiendas de que el salario mínimo nacional está muy por debajo de las necesidades de manutención de los trabajadores, trabajadoras y sus familias. Y, por otra parte, está la discriminación y la exclusión de otros beneficios otorgados, como es el caso de la tarjeta de alimentación y cuyo reclamo fue uno de los motivos de la protesta realizada en estos días por trabajadores de la CVG afectados.

Pero además, agregó, que ese 40 % al que se ve limitado su salario ni siquiera se corresponde con lo establecido por los tabuladores acordados en las convenciones colectivas, y por eso habla de que es un "salario inventado" por el patrono. Esta precariedad salarial y exclusión de beneficios fuerza más aúna los trabajaores y trabajadoras a tener que recurrir al "rebusque" o a eso que llaman "emprendimiento", pero bajo circunstancias muy desventajosas, dependiendo también de las remesas enviadas por familiares que se han visto en la obligación de emigrar en busca de una mayor calidad de vida, a causa de las políticas antiobreras aplicadas por el gobierno.

Elsa Baute es una de las perjudicadas por esta práctica antilaboral de los empleadores (público y privados), pues ella misma lleva ya 5 años en la condición de "desactivada", primero a raíz de un apagón eléctrico nacional, luego por la pandemia, y ahora ni se sabe... por lo que ella y sus compañeros trabajadores exigen la recuperación de los puestos de trabajao que, en los hechos, les han arrebatado, al mantenerles como "desactivados", desincorporados de sus funciones y despojados de sus derechos. Señaló que algunos trabajadores, que inicialmente habían sido "desactivados", posteriormente fueron despedidos y éstos también se encontraban en las protestas.

Cómo se comentó, la desactivación o pase a la condición de "no convocados", en realidad opera como un despido indirecto, pero permaneciendo a disposición de las empresas: es como un congelamiento del trabajo que les permitre reducir más aún los gastos laborales. A estos trabajadores tampoco les proporcionan bolsas de alimentos ni pago de tarjeta de alimentación que los "activos" pueden percibir, lo que también están reclamando. Pero la demanda fundamental es que les sea restituida su condición de trabajadores plenos o activos.

A esta denuncia incorpora también la situación de los llamados "prejubilados"; trabajadores que también están como "no activos" y a ellos tampoco les dan beneficios o complementos como la tarjeta de alimentación. Están en un "limbo legal", dice Elsa Baute.

 

ORGANIZACIÓN, UNIDAD Y SOLIDARIDAD EN LA LUCHA

Elsa es una trabajadora solidaria con todos los sectores de la clase obrera de Guayana a los que acompaña y apoya en sus luchas, como lo hace con los de las diferentes empresas de la CVG, con los jubilados y pensionados, y con los de empresas privadas que salen a protestar, como lo vienen haciendo los de la transnacional maderera MASISA, con cuyo dirigente sindical Jean Mendoza, de SITRAEMAS, acude con frecuencia a respaldar las movilizaciones. En su argumentación en favor de la lucha unitaria recordó el caso de los jubilados, a quienes les habían quitado la bolsa de comida y la recuperarron con la movilización combativa, por lo que ahora están recibiendo de nuevo, gracias a la protesta, lo que les habían suprimido. Sus declaraciones fueron ofrecidas para varios medios de comunicación en las protestas de estos días en Guayana y enfatizó el llamado a la organización y unidad de los trabajadores en la lucha para restituir sus derechos. Dijo haber observado en las recientes protestas mucho entusiasmo y disposición a seguirse movilizando juntos, como lo harán de nuevo en las próximas semanas.



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