25 de julio de 2017.- La paz, es un anhelo del pueblo y una necesidad para Venezuela, sin embargo, para algunas organizaciones sindicales, el proceso de elección de la Constituyente que está por celebrarse el próximo 30 de Julio es un obstáculo para la misma y una herramienta de violencia política auspiciada por las cúpulas que hoy ostentan el poder en Venezuela, así lo aseguro José Antonio García portavoz de la Central de Trabajadores UNETE.
Indicó García que en la actualidad existe varios factores que son obstáculos para la paz en el país; el primero, la falta de respuesta a los requerimientos de justicia social por comida, salud, mejores salarios, empleo y seguridad personal, y el segundo las arbitrariedades políticas como el proceso constituyente convocado por el primer mandatario nacional.
García afirmó que, para la UNETE, existe en Venezuela una mayoría que padece la crisis que se experimenta en el país y que responsabiliza de la misma al Gobierno, considera que la forma y método antidemocrático establecido para celebrase la constituyente solo busca mantener en el poder a los responsables de esta crisis, por lo que este proceso solo genera malestar, rechazo y protestas por parte del pueblo, quienes aseguran terminan por pensar que solo por la fuerza hallarán una salida a sus problemas, y lograrán los cambios en la dirección en la que se lleva al país y de la personas en el poder.
“No puede auspiciar la paz un proceso que garantiza la continuidad indefinida de lo que genera rechazo de la mayoría del pueblo y la violencia en el país; y eso es la constituyente, una acción desesperada por aferrarse al poder” expresó García.
Para la UNETE, el Gobierno debe suspender las elecciones a la constituyente y permitir que se realicen verdaderas elecciones democráticas y dar paso a cambios en el país que permitir salir de las roscas y camarillas que han destruido la nación.
Contraloría: entre lo legal y lo profano
El vocero de UNETE también se refirió a la contraloría General de la República al rechazar las últimas declaraciones del Contralor Manuel Enrique Galindo por considerar su gestión como una mancha en la historia de esta necesaria institución del país, que quedará marcada por el intento de este funcionario de justificar el “nepotismo” como un proceso positivo para la administración pública y ahora como un vocero de la ilegalidad y la justificación de la ruptura del hilo constitucional.
Para la UNETE, la contraloría perdió la moral que dicho ente debe defender y enarbolar para poder tener voz y justificación de su existencia en la sociedad venezolana como parte del Poder Moral.
