La indexación salarial es urgente

"Una revolución tiene que aferrarse a los pobres, a los más necesitados, a su drama, a su dolor, a su amor y a su esperanza". Hugo Chávez.

"Señor, por favor, véndame dos rodamientos para el vehículo tal, modelo tal, año 2001. El trabajador de la venta de repuestos va hasta la computadora. Hace unos cálculos y dice: Son 110 mil Bolívares cada uno, total: 220 mil Bs. ¿Cómo? Le dice el comprador. Ayer vine y ud me dijo que su precio era de 95 mil Bs. cada uno. ¿Por qué hoy valen 15 mil Bolívares más, los importó ayer mismo?. Bueno ese es el precio, si quiere se los lleva y si no, cómprelos en otra parte. Y cómprelos hoy, porque el dólar va a seguir subiendo". No es cuento, es realidad. Este es uno de los millones de ejemplos de la vida real de los venezolanos todos los días en cada uno de los establecimientos comerciales, formales o informales de la Venezuela actual, y diríamos, de la Venezuela desde hace 5 años para acá.

Todos los comerciantes, sin excepción tienen indexados los precios de los productos al valor del dólar ($) que se impone desde afuera y que hoy el gobierno acepta en las transacciones que se autorizan a través del Banco Central de Venezuela y que además se tolera la compra venta de productos de toda clase usando la moneda estadounidense.

Se ha explicado repetidamente. En Venezuela hay una anarquía en los precios generada, no por el proceso normal que tiene cualquier sociedad capitalista, desarrollada o subdesarrollada, de economía proteccionista o neoliberal. Ya el comportamiento de los precios no responde a las leyes tradicionales del capitalismo de la oferta y la demanda, del mercado, de los niveles de producción y de circulación de mercancías y dinero (eso que llaman liquidez monetaria). No Dependen del aumento de los salarios de los trabajadores, sino fundamentalmente de la variación del cambio de la moneda en una relación asimétrica y de dominación del dólar con respecto al bolívar, nuestra moneda nacional. ¿Es parte de la guerra económica?. Si, pero si estamos en guerra debemos saber cuáles son los contendientes, sus actuaciones, tácticas y estrategias para que no nos tomen desprevenidos, usando aquello de "guerra avisada no mata soldado y si lo mata es por p…."

Todos los esfuerzos que el gobierno ha hecho han sido vanos para tratar este asunto, por lo que consideramos desde la perspectiva de los trabajadores que el gobierno debe acudir al expediente REVOLUCIONARIO de la INDEXACIÓN SALARIAL URGENTE para proteger el poder adquisitivo de sueldos y salarios de los trabajadores y trabajadoras, ante el desbocamiento criminal de los especuladores comerciales e intermediarios, lo cual a su vez sería una señal de racionalidad y compromiso hacia la cuasi delincuencial conducta de una cultura de la especulación que se ha instalado en el seno de la sociedad venezolana, en su sector comercial capitalista. El economista y constituyente, Andrés Giussepe, ya había planteado que frente a la crisis que enfrenta el país actualmente, el gobierno debe indexar los salarios al incremento de los precios, medida que asegura servirá para combatir la inflación. http://www.bancaynegocios.com/constituyente-giussepe-propone-indexar-el-salario-a-la-inflacion/.

Igualmente debe el gobierno reconocer el lamentable y enorme fracaso del Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad, anunciado y puesto en práctica desde hace un año por el presidente Nicolás Maduro, que impactó y benefició favorablemente durante SÓLO tres semanas a los sectores laborales, pero que luego los empresarios ladrones, pillos y estafadores, pulverizaron con sus desplantes ante los llamados al diálogo y acuerdos (violados todos) formulados por el gobierno nacional.

El gobierno fue tan benevolente e ingenuo (en el pueblo decimos coloquialmente TAN PENDEJO(*) que asumió el diferencial de la nómina de todo el sector privado nacional para evitar que se aumentaran los precios. Y se anunciaron los precios acordados con el sector empresarial saliendo el ministro Tarek El Aissami reunido con los principales productores y distribuidores de mercancías en Venezuela (hasta la Polar fue y se comprometió. Qué ironía).

Hoy ya sabemos los resultados de ese Plan. Fracaso absoluto. Precios dolarizados, sin control de ninguna índole. Y el pueblo sigue con un ridículo sueldo mínimo de 40 mil bolívares mensuales y las nóminas del sector público (ni qué decir de los universitarios, sector en el cual laboramos) prácticamente paralizadas con unos sueldos irrisorios que ni siquiera alcanzan para sufragar los gastos de alimentación. Tampoco los de productos del hogar y de higiene personal y mucho menos los de recreación que ya son un lujo sólo para personas que pueden ostentar sus ingresos en dólares.

De tal manera que concluimos que el gobierno debe indexar los salarios. Proteger al pueblo de manera inmediata, puesto que como decía un economista del Capitalismo, John Maynard Keynes, "En el mediano plazo todos estaremos muertos". Así de terrible y delicada es la realidad de millones de compatriotas de este noble pueblo venezolano, que, como también decía el Padre Cantor Alí Primera, "el pueblo es sabio y paciente", pero tiene un límite, sino se vuelve montaraz.

Debe entonces eso que llaman "el alto gobierno" revisar las políticas económicas, comenzando por remover a los ministros y responsables de conducir las mismas, así como despachar a los asesores externos que se dice han recomendado políticas capitalistas neoliberales para un gobierno que se dice revolucionario, obrerista, y anticapitalista, es decir, socialista.

(*)"Que aunque diga groserías el pueblo tiene derecho". Ali Primera. Abrebrecha.



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Cécil Gerardo Pérez


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