A las trabajadoras y trabajadores petroleros

Wills Rangel y sus aliados de VOS son los responsables de los salarios de hambre y de la destrucción de Pdvsa

El 1 de octubre del 2009, se produjo un hecho que marcó la historia de las trabajadoras y trabajadores petroleros venezolanos. Ese día el gobierno, el Psuv, la tecnocracia de Pdvsa y la burocracia roja-rojita, encabezada por Wills Rangel, y agrupada en Vanguardia Obrera Socialista (VOS), se hizo con el control de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) y los sindicatos de base, mediante un fraude en las elecciones para escoger a la directiva de dicha organización sindical.

Para ello apeló al CNE, a la utilización abusiva de los inmensos recursos del Estado, así como al amedrentamiento, la persecución, amenazando con despedir a los que votaran por la plancha clasista de C-cura, encabezada por José Bodas.

El mismo Rafael Ramírez, hoy prófugo de la justicia venezolana, llegó a decir que el que votara por José Bodas y la plancha 1 de C-cura, sería despedido. Y para desestimular el voto de los trabajadores y trabajadoras por dicha plancha, dijo que Pdvsa era "roja-rojita", y que solo discutirían el contrato con "rojos-rojitos".

Aquel día aciago comenzó el calvario para los petroleros. Se perdió la posibilidad de que nos dotáramos de una herramienta de lucha combativa y democrática, que antepusiera nuestras reivindicaciones y las de nuestras familias, a los intereses del patrono, las transnacionales petroleras y la burocracia sindical y sus aliados.

¿Cómo le pagó la burocracia roja-rojita al gobierno por sus servicios prestados?

Entregándole en bandeja de plata los últimos 7 contratos colectivos; destruyendo nuestros salarios, que hoy son de hambre; sacando del contrato colectivo los préstamos de vivienda y la Tea, y entregándole todo esto a la empresa para que la administrara a través de normativas internas.

Lo que hicieron Wills Rangel y sus demás socios de VOS (Eudis Girot, Jaime López, Raúl Parica, Sandra Nieves, Igor Rojas, Argenis Olivares, Daniel Alvarez, entre otros), fue un verdadero crimen contra los trabajadores y trabajadoras de Pdvsa y las empresas mixtas.

También entregaron la retroactividad de las prestaciones sociales de la nómina mayor; el pago de horas extras, la madurez de nómina de los trabajadores que fueron absorbidos en el 2007, ya que se le desconocieron los años de servicio anteriores a su ingreso a Pdvsa, a las empresas mixtas y la Faja Petrolífera del Orinoco. El bono vacacional no lo pagan a salario integral, como debe ser, si no a salario básico, y las vacaciones no las pagan a salario integral con el sistema de guardia correspondiente. La compensación salarial por antigüedad (la tablita), se perdió. Ya tienen 12 años que Pdvsa no la paga.

Han sido cómplices en el robo a los trabajadores por el mal cálculo en la nómina por todos los sistemas de pago en la industria, como pago de horas extras, domingos trabajados, sábados legales trabajados, tiempo de viaje, y además, no dotar de implementos de seguridad personal a los trabajadores.

Sin duda le pagaron muy bien a Pdvsa. Pero lo peor de todo es que lo hicieron a costillas de nosotros los trabajadores y trabajadoras de la industria petrolera, llevándonos a la situación de miseria que hoy vivimos y sufren nuestros hijos.

Y como si esto fuera poco, la traición llegó hasta el colmo de decir que ellos no peleaban por salarios, por ser este un concepto "capitalista y lochero", según los burócratas rojos-rojitos, si no por el concepto patronal de "salario social".

Ofreciendo reivindicaciones que nunca se cumplieron, como el caso de las 48 mil viviendas que nos adeudan. Estas nunca se construyeron, y en la práctica se eliminaron los préstamos para obtener vivienda, lo mismo sucedió con la TEA. Esta es la consecuencia directa de haber entregado todos estos beneficios a la administración de la empresa.
Esto es lo que sucede cuando se le entrega la autonomía de los sindicatos y de la Futpv al gobierno y a su partido, a los patronos privados y a las trasnacionales.

¿Tienen vigencia o no los sindicatos?

Producto de este desastre, algunos compañeros trabajadores cuestionan a las organizaciones sindicales. Muchos no quieren saber nada de sindicatos. Meten a todos los directivos de la Futpv en un mismo saco. En ese sentido desde C-cura decimos que el problema no son los sindicatos en sí mismos, si no los burócratas que tomaron el control de la Futpv, que llegaron allí con una política arrodillada al patrono, y con métodos antidemocráticos.

El sindicato puede ser una herramienta de lucha de la clase trabajadora, siempre y cuando esté al servicio de los intereses de sus afiliados y afiliadas, y en consonancia con los intereses del conjunto del pueblo oprimido.

¿Y cómo debe funcionar un sindicato para que realmente esté al servicio de las trabajadoras y trabajadores?

Debe ser autónomo, es decir, no puede estar arrodillado a ningún gobierno, a ningún patrono, sea nacional o transnacional. Debe ser democrático. Todo debe resolverse en asamblea con la discusión y participación amplia de todos los trabajadores y trabajadoras. Por ejemplo, el proyecto de contratación colectiva debe ser elaborado por los trabajadores y trabajadoras en cada área petrolera, y aprobado en asamblea. Todos los petroleros debemos intervenir con nuestras opiniones, reflejando las necesidades de cada área.

Nada de esto ha ocurrido en los últimos 9 años. Al contrario, Wills Rangel y sus socios en la Futpv, secuestraron los contratos colectivos, engañaron a los trabajadores, se supeditaron al patrono a cambio de todos los beneficios y privilegios que hoy disfrutan: cargos en la junta directiva de Pdvsa, viajes a China y por todo el mundo, chaquetas importadas que cuestan miles de dólares, grandes camionetas y guardaespaldas, negocios de todo tipo.

El asunto es muy sencillo. Con todas estas prebendas Pdvsa y el gobierno le pagó a los burócratas rojos-rojitos, para que a cambio entregaran nuestros salarios y 7 convenciones colectivas, nunca homologadas en el Ministerio del Trabajo, y avaladas incluso por los que hoy se quieren presentar como enfrentados a Wills Rangel.

Wills y sus aliados entregaban nuestras reivindicaciones mientras C-cura seguía luchando

Mientras la burocracia roja-rojita entregaba nuestras reivindicaciones, los trabajadores y trabajadoras seguíamos resistiendo, junto a los sectores clasistas. Luchando en la defensa de nuestro salario y nuestras convenciones colectivas.

En el 2007, fue la lucha por el contrato colectivo. Después de múltiples asambleas, cascazos, movilizaciones en las áreas, miles de trabajadores nos movilizamos hasta el edificio sede de la CVP en Lechería, y fuimos reprimidos brutalmente por la policía de Tarek William, quien fungía de gobernador de Anzoátegui, hoy Fiscal general. Allí un trabajador fue herido con arma de fuego. Ya previamente la policía del gobernador había reprimido a los trabajadores de Mitsubishi, donde murió un obrero y otro en la empresa Macusa. Allí estuvo en primera línea nuestra corriente sindical C-cura, junto a José Bodas y demás compañeros y compañeras enfrentando a los cuerpos represivos.

Durante todos estos años, nuestra corriente sindical, junto a cientos de trabajadores y trabajadoras en todas las áreas y regiones, seguimos movilizándonos, luchando en defensa de las contrataciones colectivas y el salario. Denunciando en los medios y en asambleas a Rafael Ramírez y la burocracia sindical roja-rojita; poniendo en evidencia cómo entregaban nuestras reivindicaciones. Esto trajo como consecuencia que Wills Rangel y Eudis Girot, utilizando los recursos del Estado se apoderaran del sindicato de base Suoepq en Puerto La Cruz, que dirigía José Bodas. Eudis Girot se convirtió, mediante un verdadero golpe de Estado contra la voluntad de los trabajadores en secretario general, puesto a dedo por Wills Rangel, con el aval del Ministerio del Trabajo.

En el 2010 nuestra corriente C-cura presentó ante la directiva de Pdvsa y de la Futpv, un extenso informe sobre la situación desastrosa en la que se encontraba para ese entonces nuestra principal industria, así como la lamentable situación salarial y de las reivindicaciones laborales. En aquel exhaustivo estudio realizado por un gran número de trabajadores en cada una de las áreas a lo largo y ancho del país, C-cura puso al descubierto como la industria "se caía a pedazos". Dos años después de hecho público este informe, lamentablemente una tragedia nos dio la razón: el desastre de Amuay donde murieron 49 personas. Hasta el sol de hoy no hay ningún responsable detenido ni ninguna investigación sobre este caso.

Dos métodos distintos

A lo largo de casi una década, la realidad puso en evidencia dos métodos distintos en el seno de los trabajadores petroleros. El de los burócratas dirigidos por Wills Rangel, y el de los sectores clasistas y combativos de C-cura, José Bodas, Fran Luna y demás luchadores. El primero es el método de los arreglos en los salones de Pdvsa, en los ministerios o en las oficinas de empresarios y transnacionales, liquidando al sindicato como herramienta autónoma de lucha de la clase trabajadora, para destruir nuestras reivindicaciones. Y el otro, el de C-cura y los integrantes de la plancha 1, el cual no es otro que el del trabajo paciente y constante con los trabajadores en las áreas, el de los volantes en los portones, las asambleas democráticas, la movilización permanente de la clase trabajadora, de la discusión y el debate franco y fraternal, el de la lucha intransigente y autónoma, independiente de los patronos por el salario digno, por nuestras convenciones colectivas y todas nuestras reivindicaciones.

El hecho que Wills Rangel y demás burócratas gobierneros controlen la Futpv, es lo que explica que hoy los petroleros tengamos salarios de hambre, y nuestra industria esté por el suelo, con una producción petrolera en caída libre, que ya llega al nivel que había en 1949.

Las trabajadoras y trabajadores de la industria debemos hacer un balance serio de lo que sucedió con nuestro nivel de vida y nuestros salarios. Hay que sacar las conclusiones de todo este desastre e identificar quiénes son responsables de este desastre; quiénes nos sumieron en esta tragedia que sufren nuestros hijos y nuestras familias.

Pero por otro lado, debemos tener claro quienes seguimos luchando durante todos estos años, a pesar de que nos persiguieron, nos despidieron compañeros como Bladimir Carvajal de Petrocedeño o Luis Díaz de PDV Marina, quien fue reenganchado gracias a la movilización de sus compañeros de trabajo.

Los petroleros debemos identificar quiénes luchamos todos los días al lado de cada uno de los trabajadores en defensa de nuestra contratación colectiva, de nuestro salario y demás beneficios.

Los petroleros debemos unirnos a la lucha de los trabajadores venezolanos

La lucha de las trabajadoras y trabajadores petroleros empalma con la pelea que miles de trabajadores del sector público, e incluso del privado, vienen dando en todo el país.

Fueron las enfermeras las que en junio, con el paro que convocaron, dieron el ejemplo, y le dieron un nuevo impulso a la lucha que se había iniciado, en muchos sectores, desde el principio de año.

En ese proceso, las trabajadoras y trabajadores han venido comprendiendo la necesidad de unirse por lo que mueve a la mayoría de los asalariados: un salario suficiente para mantener a nuestras familias y evitar la hambruna que campea por nuestros hogares. Es decir, un salario igual a la canasta básica indexado mensualmente.

Por ello, se han conformado coaliciones, alianza, y en Caracas, la Intersectorial de Trabajadores de Venezuela, para potenciar la lucha, masificarla y extenderla a todo el país.

El gobierno nos quiere hacer pagar la crisis creada por sus políticas, por empresarios, transnacionales, banqueros y corruptos, y para ello aplica un brutal paquete de ajuste antiobrero y capitalista, mediante el cual pretende liquidar las convenciones colectivas e instrumenta unas tablas salariales de hambre que prácticamente reducen los salarios.

La lucha que tenemos planteada los petroleros es la misma lucha de todos los trabajadores que sufren la catástrofe social más pavorosa conocida por el pueblo venezolano en su historia contemporánea.

Debemos retomar nuestra tradición de lucha puesta en evidencia en la heroica huelga del 36, en la huelga del 50, y en la lucha tenaz por recuperar nuestra empresa en el paro-sabotaje proimperialista del 2002.

Tenemos que levantarnos y empalmar con miles de trabajadores y trabajadoras que despiertan en todo el país en el enfrentamiento al paquete de ajuste antipopular.

Las trabajadoras y trabajadores petroleros tenemos que ser parte de ese gran movimiento que se levanta en todo el país. Somos la fuerza fundamental para luchar por un Plan Económico Popular alternativo al paquetazo antiobrero del gobierno. Un plan que parta de luchar por salario igua a la canasta básica indexado mensualmente, por un plan de emergencia para importación masiva de alimentos y medicinas; por el no pago de la deuda externa, por la confiscación de los bienes de los corruptos; por una Pdvsa 100% estatal, gestionada por sus trabajadores, profesionales y técnicos. Para que todos esos inmensos recursos se destinen a salud, educación, vivienda, servicios públicos de calidad, reforma agraria, salarios, jubilaciones y recuperación de las empresas básicas y de nuestra principal industria, hoy sumida en la destrucción y el saqueo.



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