A estas alturas parece que ya no se podrá hacer nada. Por ahora. Las agresiones a la CONVENCION COLECTIVA UNICA DEL SECTOR UNIVERSITARIO, no cesan, ni siquiera en Navidad y a escasos días de las festividades navideñas. Para el momento de escribir este artículo aun a los universitarios, por lo menos a la UCV no se les ha depositado a sus trabajadores la segunda quincena de Diciembre, la diferencia del mes de Diciembre y del bono de aguinaldo generado por el último aumento salarial decretado por el presidente Maduro. Porque ahora la vaina es así. Se acabaron las Convenciones Colectivas. ¿Leyó bien? Convenciones Colectivas donde el procedimiento es convenir entre las partes y acordar beneficios colectivos para el sector, en este caso el sector universitario. Ahora viene Maduro, decreta, no se discute nada y listo. Y de forma personalísima, discrecional y arrogante se imponen los criterios y los aumentos. Ahora bien, retrocedimos a los tiempos de Juan Vicente Gómez en materia laboral. Por supuesto, ese retroceso es culpa de las organizaciones sindicales y de los trabajadores. O sea responsabilidad individual, pero también colectiva. Empezando por el hecho de permitir el pago fraccionado del bono de aguinaldos y esto último: el pago de la diferencia del bono de aguinaldos generada por el aumento, no sobre el monto global de los aguinaldos, sino sobre la última porción del 25%. Y la pregunta es: ¿Quién se queda con la diferencia del 75% restante? Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y progresividad de los derechos y beneficios laborales. En las relaciones laborales prevalece la realidad sobre las formas o apariencias.
Ahora bien, es pues llegado el momento de reaccionar ante tanto atropello y abuso. La clase trabajadora universitaria es parte de la intersectorial de los trabajadores creada en Octubre pasado y que tiene como fin la defensa de las convenciones colectivas y del salario tal y como lo define la constitución. Un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica. Es por ello que se hace impostergable como estrategia la unidad de acción de la clase trabajadora y convocarnos todos para el Aula Magna de la UCV el venidero jueves 10 de Enero del año 2019 a fin de hacer frente a las agresiones del gobierno en contra de la clase trabajadora. Y qué casualidad que coincide la fecha con la toma de posesión de Maduro para su nuevo periodo presidencial. Todo parece indicar que se avecinan tiempos de lucha. UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA DE LA CLASE TRABAJADORA.
*INGENIERO GREMIALISTA-PROFESOR-INVESTIGADOR
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