El Gobierno en su afán de complacer al Imperialismo se ufana de haber cumplido con el pago de intereses y capital de la Gran Deuda contraída, todo en detrimento de los trabajadores, la caída del salario real a llegado a niveles de nunca vistos en el país dejando a los trabajadores al borde de la subsistencia. Ese pago de la deuda, las importaciones en los alimentos de primera necesidad agrava aún más la situación y mantiene la economía como si estuviésemos en guerra. La llamada liberalización de la economía atribuida a la derecha liberal, es llevada a cabo por el gobierno Chavista, lo que demuestra que en el capitalismo las ideologías de los gobiernos que se reclaman de izquierda y los liberales de derecha aplican la mismas políticas económicas en cuestión de salvar y mantener el estado burgués no existe diferencia.
Si el gobierno gana les elecciones próximas vendrá por caída y mesa limpia, ajustando servicios y reforma laboral, el letargo al que ha sumido el gobierno a las masas trabajadoras debe acabarse y desenmascarar sus maniobras y chantaje político acusando a los que promueven las protestas y reivindicaciones, de serviles a la oposición e imperialismo y resulta que ellos son los serviles y verdaderos contra revolucionarios.
La preparación y unificación de las Fuerzas Clasistas y Revolucionarias de izquierda es una necesidad impostergable hacia una gran huelga general con consignas concretas, como el Salario Mínimo igual a la Canasta Básica Familiar y la Escala Móvil de salarios indexada a la Inflación. Los cierres de fábrica deben tener una respuesta de la toma de estas por los trabajadores y asumir la reactivación bajo el Control Obrero.
Solo se lograra revertir la situación actual de inmovilismo preparándose para la gran huelga general.
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