28A Huelga General Histórica en Brasil: Un gobierno contra el pueblo, el pueblo contra el gobierno


El 28 de abril fue una una fecha historica para la lucha de clases en Brasil. La huelga general ha parado todas la capitales brasileñas y las principales ciudades del interior del país en una demostración de furza de clase trabajadora como se vía hace mucho tiempo. La huelga fue la más fuerte y importante de los últimos 28 años, solamente comparable a la huelga general de 1989 en la cual 35 millones de trabajadores han parado sus actividades.

Los organizadores hablan de que en la huelga del 28A se han parado más de 30 millones de personas entre trabajadores des los más diversos ramos de trabajo: empleados de los bancos, profesores, metalúrgicos, trabajadores del transporte urbano (buses, trenes y subtes), trabajadores sin tierra, sin techo y una fuerza increíble de la juventud y de las mujeres. El comercio, las escuelas, los transportes públicos, muchas fabricas y los bancos no han funcionado, además, se hizo cortes de las principales rutas y aeropuertos del país. En las más importantes ciudades los números de personas que se han movilizado son increíbles: 150 mil en Belo Horizonte, 70 mil en São Paulo, 50 mil en Rio de Janeiro, Fortaleza, Natal y Belém, 30 mil en Goiânia y Salvador, y más de 20 mil en Curitiba y Porto Alegre. Por lo menos 254 ciudades registraron paros, según la prensa.

Frente a las "reformas" de las jubilaciones y laborista, las protestas han unido los más distintos movimientos sociales, juveniles, campesinos y sindicales de Brasil. La crisis económica que pasa el país és muy grabe, el produto interno tiene crecimiento negativo y ya se acumulan 14 millones de desempleados. Las medidas del gobierno son draconianas, permitiendo la tercerización de todos las actividades laborales y atacando derechos conquistados hace décadas. Entre muchos de los ataques están la disminuición de los intervalos de almuerzo, negociación por empresas y no más por categorías de trabajo, quotización de las vacaciones, flexibilización de los contratos de trabajo y aumento de la edad de jubilación para 65 años de igual forma para hombres y mujeres.

En este escenario, el gobierno de Michel Temer pasa por momentos de enorme debilidad. Su aprobación no ultrapasa el 4% según encuentas hechas recientemente. La huelga, mas allá de los millones que estuvieron en las calles y piquetes, ha ganado imenso apoyo popular. Una encuesta virtual hecha por el semanario nacional más reaccionario de Brasil (Revista Veja) en la cual han participado más de 700 mil personas, registró el apoyo de casi 97% en favor de la huelga. Los medios y el gobierno inicialmente han intentado disminuir la repercusión del movimiento diciendo tratarse de una lucha de grupos aislados, pero a lo largo del día ya se quedó imposible sostener esta versión obligandoles a adminitir en el noticiero de la noche tratarse de una de las más grandes huelgas de la historia del país. Las fuertes movilizaciones se enfrentaron con gran represión de la policía, especialmente en Rio de Janeiro, donde hubo fuertes enfrentamientos, buses y carros quemados y São Paulo donde la manifestación fue a la casa de Temer.

La participación de Juntos y del MES/PSOL, nuestra organización hermana, fue decisiva. La lideresa Luciana Genro (ex-candidata a la presidencia de la República) y todos los parlamentarios estuvieron en los piquetes desde las 3 a.m. y fueron muy bien recicbidos en las manifestaciones en todo país. Al paso que las burocracias sindicales actuaron para frenar el activismo desde los locales de trabajo, las bases los han atropellado, abriendo una vaga para la construcción de una nueva dirección para los trabajadores brasileños.

Se puede decír que la huelga general del 28 de abril abre un nuevo ciclo de luchas en Brasil. Según los informes que llegan desde allá, se ha podido sentir el clima de las grandes Jornadas de Junio de 2013, pero con la presencia decisiva de la clase obrera organizada, como no se ha visto en aquél momento. Sin embargo, el gobierno sigue su ofensiva y será necesaria la construcción de un calendario de movilización y aumentar la temperatura de las peleas para enfín derrotar los planes neoliberales del gobierno ilegítimo de Temer. Las calles dieron su mensaje. La batalla ha comenzado.



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Bernardo Correa

Sociólogo y membro de la dirección del MES/PSOL brasileño. Actualmente milita en el Perú colaborando con el Movimiento Nuevo Perú.


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