Y al César lo que es del César; imposible que el aceite y vinagre se mezclen. El sindicalismo arraiga sus raíces capitalistas, no se puede negar que alumbró de la jugada patronal que sub-derivó un brazo ejecutor mareador y para magrear a la clase trabajadora sin fuero, y del cual, se privilegian 9 adláteres mientras sean consuetudinarios de suma obediencia de la determinación patronal; y por supuesto, no es que sea de total gratuidad, ni así, por así, lleva su piquetico de timo crematístico, tampoco, dizque se trata de un esclavismo no remunerado, por lo menos los 9 hinchas le sacan algo a esa alianza bi-sindical-patronal, sería injusto no reconocer ese gran "sacrificio anti-patronal y de entrega por la lucha de clase". Quizás hurgando se halle uno que otro con esa dignidad en su frente, pero, se podría contar con dedos de las manos, seguro sobrarían dedos índices.
Hoy vemos que el rizoma influyente adeco-copeyano, y por cierto, más adeco que todo empeño, marca pautas del sindicalismo en "nuevos-organismos" con magnitud de irresolutos "cambios" que imperan la realidad del transformismo reformativo y que ahoga la posibilidad del Consejo Obrero; causa ésta, única para el sí empoderamiento colectivo, por ejemplo, atesorar lo que se asoma como: Fabrica Sin Patrón, dando óptimos resultados, y que también provoca nauseas a muchos de los Gerentes de muchas de las Empresas del Estado en cualquiera de sus estatus "político", de ahí deriva la componenda de la dádiva del antiquísimo patronato "vs" la altivez sindicalista, ambos despóticos y con permanencia disolutoria anti-revolución; ¡y que tire la primera piedra el que esté libre de culpas! Obituario al cambio se escribe en el Libro Sindical-Patronal
Que el sistema sindicalista y el patronato den vuelco estructural, es como pedir peras al olmo, árbol que nace torcido, no endereza su rama, y por más que se les inyecte consciencia, su inconsciencia supera voluntades, hipnotismo a sus poderes desconcierta; puede más el interés que el "ideal" a la revolución, su sabor engolosina y termina en glotonería a su poderío, que compren y se den el vuelto en la decisiones sin la participación ni el protagonismo del obrero, les acrecienta su control absoluto; por ejemplo: rechazan al Poder Popular venga de donde venga él, coartan a los CPT, UBTJR, Consejos Comunales, Comunas, Salas Comunicacionales, evitan a cómo dé lugar formar El Punto y Círculo, manifiestan, que no son funciones ni para la cual la "Empresa Socialista" está conformada y todo eso en conchupancia Sindical-Patronal. Mientras el pueblo-obrero-trabajador espera quién le pone el cascabel al gato, a ése que coloca a acérrimos opositores en puestos claves, que sabotean todo abiertamente y se declaran anti-gobierno. ¿Con cuál leal patrón y sindicato es con el que cuenta la revolución o es que acaso estos precedentes se pueden obviar y aquí no está pasando nada?
