Comunicado de apoyo a las autoridades de la UBV, a la Revolución y a la Patria

Maryann Hanson, Rectora

Alifrank Laguna, Vicerrector

Jesús Marcano, Vicerrector de Desarrollo Territorial

José Berríos, Secretario General

24 de marzo de 2017

I

Nosotras y nosotros, trabajadoras y trabajadores de la Imprenta UBV, adscritas y adscritos a la Dirección General de Promoción y Divulgación de Saberes, queremos manifestar nuestro apoyo y solidaridad a las autoridades de la Universidad Bolivariana de Venezuela, quienes están siendo objeto de ataques desmedidos por parte de operadores políticos vinculados a la derecha apátrida que, aprovechando la campaña mediática nacional e internacional contra el Gobierno Revolucionario, y amparados en los estragos que causa la guerra económica, llevan adelante acciones que pretenden desprestigiar a nuestra Universidad y desestabilizar el sistema educativo universitario fundado por la Revolución.

Asimismo, manifestamos nuestro repudio hacia aquellas y aquellos que se autodenominan chavistas, hacia quienes dicen estar inspirados e inspiradas por el pensamiento de nuestro máximo líder, pero que tanto en el discurso como en la acción revelan no solo una profunda inmadurez política, sino una sospechosa ambición de protagonismo y poder, lo cual dista mucho de emular tan elevado paradigma. Estos, más allá de las supuestas buenas intenciones, ejercen prácticas similares a las de la contrarrevolución y la ultraizquierda. Semejante comportamiento, en medio de la actual coyuntura histórica, contribuye más a fortalecer la estrategia de desgaste, pérdida de unidad y desmovilización utilizada por el enemigo para mermar y dispersar nuestra lucha, que a consolidar el movimiento revolucionario y chavista que tanto invocan.

Hemos sido testigos, casi a diario, de episodios vergonzosos que demuestran ese desapego a la ética revolucionaria. Ejemplo de ello es el uso de la violencia verbal y psicológica contra las autoridades, directivos, estudiantes y trabajadores que forman parte de sus objetivos políticos, lo cual equivale al bullyng al que son sometidas las figuras más representativas del Ejecutivo o

del PSUV, en contextos y espacios adversos; o el doble rasero y la fluctuación de ánimos y pareceres (mejor conocido como patear la mesa) para impedir o retrasar el diálogo, al mejor estilo de la MUD; o la particular lógica matemática de Julio Borges se impone al momento de abordar el tema de los gastos en alimentación, como si la realidad de la UBV fuese distinta a la del país en esa materia; o recurrir a la difamación y la injuria, desobedeciendo la Constitución (Ramos Allup es quizás uno de los más hábiles en el uso de este recurso; o la Casa Blanca, cuando rotula de narcotraficante a Tareck El Aissami, vicepresidente ejecutivo); la presencia de medios de comunicación opositores calentando los ánimos a las puertas de la Universidad; la frase "no descansaremos hasta sacar a las autoridades", tan parecida a la que pronunciara el monstruo de Ramo Verde durante las guarimbas; la paranoia copiada de Tintori, denunciando persecución, espionaje y amenazas de muerte, como si los camaradas que dirigen la UBV fueran unos gansters o pranes; el decir y hacer para luego fingir que nunca se dijo o hizo, como bien lo promueve Capriles; y por último, un reducto de resistencia frente al comedor universitario, tipo Plaza Altamira, desde donde se atropella el oído, el apetito y la conciencia.

No cabe duda que la corrupción es enemiga del pueblo y del proyecto emancipador. Por tal razón, estamos obligados a combatir cualquier práctica contraria a la ética socialista; pero bajo ningún concepto permitiremos que el sectarismo, ávido de subir un peldaño más en su liderazgo enfermizo, siembre falsos positivos o linche moralmente a camaradas que no han traicionado la Revolución. Al mismo tiempo, dejamos claro que seremos las primeras y primeros en señalar y denunciar cualquier irregularidad, si existieran pruebas contundentes de ello, sea quien sea el traidor o traidora que cometa el ilícito.

Sabemos que una buena parte de la comunidad ubevista actúa motivada por su sentido de pertenencia institucional, fundamentándose en verdaderos y sólidos principios revolucionarios, y no en banderas de vana rebeldía e irreverencia que oscurecen cualquier noble fin. En tal sentido, respaldamos el movimiento estudiantil, así como el de trabajadores y trabajadoras solo si sus luchas están encaminadas a la construcción colectiva de la Universidad socialista, mediante el ejercicio de la crítica y autocritica, y no en la triste y quejosa letanía de conspiradores y conspiradoras, plagada de vehemencia, confusión, engaño y hasta dogmatismo, lo cual es mero extravío ideológico; el pleitismo a ultranza, que no cimienta nada y en cambio dificulta en demasía.

En todo caso, tanto los ataques despreciables de la contrarrevolución, como los desmanes, la soberbia y el disparate de arribistas y ultraizquierdistas trasnochados no lograrán su objetivo, porque habrá una respuesta contundente por parte de la comunidad universitaria chavista y patriótica, con nosotros y nosotras a la vanguardia, que sabrá defender la primera universidad creada por la Revolución Bolivariana y fundada por el Comandante Eterno, Hugo Rafael Chávez Frías.

II

De igual modo, sobre la base de este amor que sentimos hacia la UBV y debido al compromiso asumido con la Patria y el legado de Chávez, como principios revolucionarios que forman parte integral de nuestra vida, queremos expresar muy respetuosamente nuestra preocupación por las condiciones de improductividad que estamos padeciendo actualmente en nuestra Imprenta.

Desde hace más de dos años, el colectivo de trabajadoras y trabajadores que laboramos en estos espacios (la mayoría somos especialistas en el campo gráfico, con muchos años de experiencia), nos encontramos prácticamente inactivos e inactivas debido a la falta de insumos industriales para las artes gráficas y por la obsolescencia de la maquinaria, lo cual ha paralizado por completo la impresión de libros y otras publicaciones.

Otro problema no menos importante es la acumulación de materiales y equipos que deben ser desincorporados urgentemente porque afectan la salud y ponen en riesgo la integridad física de todos los trabajadores y todas las trabajadoras allí destacados y destacadas. Como es obvio, estos problemas tienen repercusiones psicológicas y morales en nosotros y nosotras, quienes debemos acudir diariamente al trabajo sin poder desempeñarnos eficiente y dignamente en nuestro campo del saber y oficio.

Sin embargo, más allá de nuestra situación laboral, existe un problema aún más grave que se deriva de todo esto, con mayores efectos políticos, académicos, culturales y sociales, y es que la UBV, conocida como La Casa de los Saberes, a pesar de sus trece años de fundada por nuestro máximo líder, no ha logrado a través de una política de publicaciones impresas, proyectar a Venezuela y el mundo los conocimientos producidos en ella, lo cual representa una inexcusable contradicción.

Estamos conscientes de que este problema es estructural, como consecuencia de una equivocada concepción desde la fundación misma de la Universidad, según nuestro modesto entender. Un ejemplo de ello es que las publicaciones (tanto los procesos de preprensa como los de prensa) nunca fueron consideradas un proyecto, sino una simple acción centralizada, a sabiendas de las dimensiones presupuestarias y el impacto político y estratégico que ello representa. Sin lugar a dudas, las autoridades actuales no son responsables de este problema. De hecho, sabemos de su preocupación y de las muchas gestiones que se han llevado adelante, todas lamentablemente infructuosas, sobre las cuales se nos ha mantenido informados e informadas en todo momento.

Sobre la base de esta sólida argumentación, les solicitamos diseñar conjuntamente un plan de acción decisivo que demuestre la voluntad política de todos los actores que estamos involucrados, que supere el posible burocratismo y la indolencia de algunos responsables de procesos y procedimientos intermedios, interna y externamente, para que de una vez por todas los impresos adquieran la importancia estratégica que deben tener en nuestra Universidad; un plan en el cual podamos participar protagónicamente, y de forma terminante, para solventar en el menor tiempo posible esta problemática.

Reactivar la producción es una obligación de todas y todos, y para ello debemos acudir a todas las instancias posibles, desde instituciones, ministerios y empresas del Estado, hasta la Presidencia de la República, si es necesario. Garantizar la continuidad de los procesos productivos en materia de impresos permitirá crear una poderosa herramienta, la Artillería del Pensamiento, para contrarrestar las campañas contrarrevolucionarias dirigidas a desconocer y vilipendiar el Gobierno Revolucionario y sus instituciones educativas, consagradas a la resolución de los problemas que enfrenta nuestra Nación.

Por último, queremos ratificar nuestro compromiso con el proyecto de construir la universidad socialista, chavista y revolucionaria, encaminado a lograr el mayor nivel de felicidad posible de nuestro pueblo y enmarcada en el Plan de la Patria.

"Chávez Vive"



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