Por favor, Sr. Presidente: Sincere los ajustes salariales

Desde ya, los aprobados ajustes de salarios navideños bien podrían ser cancelados con una mayor inmediatez como lo exige la presente y terrible situación contra esa pared a la que patronos de diversa índole y tamaño nos han puesto. Bastaría con ordenarle a la banca en general que sencillamente opere mediante cargos y créditos automáticos, según los montos del mes anterior y se reserve los ajustes del caso que a manera de retroactivos se cancelarían más adelante tanto por esa misma banca como por el Estado y con mayor holgura.

Es hora de que esa banca privada adapte su capacidad de servicio a las nuevas exigencias que ellos mismos han provocado con su improductivo y fallido intento para derrocar al presente y pasado gobiernos a todas luces no burgueses.  

Nunca antes la burguesía había usado con tanta eficiencia y eficacia la minimización del salario a fin de doblegar hasta los trabajadores más rebeldes y mejor cuadrados con el socialismo y todo aquello que oliera a revolución de corte comunista.

Es mentira que se estaría golpeando el bolsillo de los capitalistas con esos mezquinos y rezagados ajustes salariales que no han salido en la Gaceta Oficial cuando ya el remarcaje  de precios de las mercancías de la cesta básica, y ni tan básica, opera en los libros de fabricantes y comerciantes y mire que lo hacen en una proporción mayor a la representada por dichos ajustes.

Mentira, decimos, porque tales ajustes son ralentizados  por los protocolos burocráticos, de tal manera que cuando la banca los asienta, todos y cada uno de los beneficiarios de semejantes ajustes  acuden en masa a las oficinas bancarias y , como es sabido y está bien planeado,  suelen quedar colapsadas intencionadamente con unas oficinas  desadaptadas   a la realidad actual, con obsoletas estructuras técnicas ante las cuales la Superintendencia no dice ni pío, pero, sí y  curiosamente, el Banco Central de Venezuela, supuestamente chavista también, casi inmediatamente les ha reconocido nuevos precios por tan deficientes servicios de una banca que ahora y a duras penas y con cargo a esos   menguados ajustes salariales se está valiendo de una banca de tercerizados como lo son los expendios comerciales.

Como ya lo sabe hasta el gato, los expendedores de mercancías están ofreciendo efectivo con un descuento de hasta 15 %, y así, por ejemplo, las farmacias ya casi no venden medicinas, pero sí ofrecen efectivo a los tarjetahabientes.

Efectivamente, a estas alturas el comercio y la banca privada siguen con una estructura técnica igual o peor que la que tenían durante los años de paz, anteriores al mandato del Presidente Maduro, de usted, Sr. Presidente, quien, como ex trabajador asalariado, sabe que antes de cada 15 ya los trabajadores siempre han quedado pelando.

Al empresariado metido en estas intentonas golpistas poco les importa que dichos ajustes incidan en las prestaciones de sus trabajadores. Consideran que se trata del precio y costo del soñado derrumbamiento de su mandato. Asimismo, buena y pesada parte la burocracia actual es troyana per se puesto que forman parte del legado del Puntofijismo.



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Manuel C. Martínez


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