Gerson Revanales: Lo realista es que Venezuela no podrá recuperar todo el Esequibo

Hoy Guyana se ha crecido, y además de judicializar el proceso lo ha monetizado, porque quien se lo está pagando son las trasnacionales.

Hoy Guyana se ha crecido, y además de judicializar el proceso lo ha monetizado, porque quien se lo está pagando son las trasnacionales.

Credito: Contrapunto


El embajador de carrera e internacionalista insiste en que el Gobierno venezolano debe buscar la negociación directa con Guyana y no aceptar que el litigio pase a la Corte Internacional de Justicia

Junio 19 de 2018.- La disputa con Guyana por el Esequibo llegará este lunes 18 de junio a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), mecanismo que Venezuela rechaza pero que el Gobierno guyanés impulsa. Gerson Revanales, embajador de carrera e internacionalista, propone que el Ejecutivo venezolano busque una negociación directa con su homólogo de Guyana.

Revanales, asesor de la Comisión mixta de la AN para la Defensa de la Soberanía venezolana sobre el territorio Esequibo y su Fachada Atlántica, estima que será muy difícil para Venezuela recuperar todo lo que está en disputa. En conversación con Contrapunto en el contexto de un pronunciamiento de la comisión sobre la judicialización del caso, el embajador manifestó que el primer paso hacia una negociación directa debe darlo Venezuela

—Si estuviese en sus manos, ¿usted qué haría?

—Yo iría personalmente y manifestaría el rechazo a la Corte.

—¿Y de ahí en adelante, qué más haría?

—Buscaría la negociación directa, que es uno de los mecanismos del Acuerdo de Ginebra.

Revanales señala que solo se ha probado con el buen oficiante, que es "un mecanismo del Pacto de Bogotá del que no somos miembros".

—¿Cómo sería la negociación directa? ¿Es entre cancilleres?

—Entre las dos cancillerías, con sus asesores.

—¿Sin facilitadores? ¿Sin mediadores?

—Es "agarrando el toro por los cachos".

—Y "agarrando el toro por los cachos", ¿qué puede esperar Venezuela?

—Puedes conseguir parte del territorio, puedes conseguir el respeto por la salida atlántica, puedes conseguir un condominio. Inventamos o erramos.

—Lo que está claro es que todo no lo vamos a tener.

—Me da la impresión. Es la realidad. Ahí están las negociaciones árabe-israelíes: llegaron a un momento en el que Israel tuvo que entregar los Altos del Golán, que había captado en la primera guerra. Pero es un proceso de negociación directo, porque nos hemos paseado a través de terceros: los buenos oficiantes, los facilitares. Esta gente ha sido, inclusive, de origen caribeño, y el Gobierno de Venezuela, en estos 20 años, nunca protestó aunque eran parte interesada.

—¿Quién da el primer paso en esa negociación directa? ¿Lo debe dar Venezuela?

—Lo debe dar Venezuela. Se puede buscar la facilitación de la Iglesia. Nosotros lo hicimos: le pedimos a la Iglesia que facilitara una reunión con la embajadora de Guyana, y Guyana respondió que no les interesaba, que no era el momento propicio, porque tenían montado el tema de la Corte. Si en Naciones Unidas se pueden encontrar los dos cancilleres, puede tratar Venezuela de ir a las negociaciones directas bajo una agenda de trabajo.

—Si Venezuela no va este lunes, o va y dice que no lo avala, ¿el proceso continúa?

—Totalmente.

—¿Estamos fregados?

—No. Está el caso Turquía-Grecia. Turquía no se presentó y el tribunal sentenció a favor de Turquía.

A juicio de Revanales, lo único que le queda al canciller es "invitar, procurar y seguir insistiendo, bajo una agenda, bajo unas condiciones, ir a unas negociaciones directas".

—¿Tiene sentido que le pidamos algo más a António Guterres, secretario de la ONU?

—No. No. Eso ya salió. Él remitió eso a la Corte Internacional de Justicia.

—¿Usted piensa en una negociación directa que puede prolongarse por cuánto tiempo?

—El señor Trump entró en unas negociaciones de tres meses. Hace tres meses estaban a punto de la guerra nuclear en la Península coreana, y en tres meses el señor Trump liberó a tres nacionales que estaban en Corea, liberó al señor mormón en Venezuela y fue a Singapur a reunirse. Ahora, un juicio en la Corte puede extenderse por unos cinco años.

—¿Lo realista es que todo el territorio no lo vamos a tener?

—Yo creo que es lo realista. Lo pudimos obtener en el momento de la independencia de Guyana, cuando teníamos potenciales. Hoy Guyana se ha crecido, y además de judicializar el proceso lo ha monetizado, porque quien se lo está pagando son las trasnacionales. Guyana no tiene con qué pagar un escritorio (jurídico) de esos, y nosotros tendremos que buscar uno, como buscó Chile. El litigio ante la Corte es totalmente diferente de un litigio que nosotros hayamos tenido aquí. Hay que conocer verdaderamente la Corte, los caminos verdes de la Corte; hay que haberse especializado en las 50 sentencias que pueda haber, y aquí no hay gente como para eso.

—¿Qué figura le parece más razonable? ¿La del condominio? ¿La de la cesión de una parte del territorio?

—Eso sale en las negociaciones. Esas son propuestas. No me atrevo a decir. O inventamos o erramos.

—Sería sentarse a explorar.

—A explorar. Yo siendo canciller buscaría una negociación directa.

—¿Con la facilitación de la Iglesia?

—Para sentarnos, si Guyana se niega como se ha negado hasta ahora.

—¿Y si Guyana dice que no?

—Hay mecanismos de presión políticos, económicos, comerciales. Hay que acercarse a los países del Caribe. De esos 11 países que se abstuvieron en la OEA hay 5 con los que se puede conversar.

—¿Hay manera de parar lo que está haciendo Guyana en el Esequibo?

—Yo no creo.

—¿Ni siquiera con el reclamo formal de Venezuela, si lo hubiese?

—Eso tiene que ser un convencimiento de la Cancillería, para que lo pare, y no lo van a parar. Vamos a ser realistas. Porque allí no están solo los intereses de Guyana; están los intereses de las empresas mineras, de las empresas petroleras, y ya se internacionalizó el probl

 

 


 

 



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