Trump, el chantajista pandémico

"El imperialismo a menudo ocurre en formas más sutiles,

un préstamo, ayuda alimentaria, chantaje.

Estamos luchando contra este sistema

que permite que un puñado de hombres

en la Tierra gobierne a toda la humanidad"

Thomas Sankara

En Valle de la Pascua – estado Guárico–conocí a un señor, el cual tenía por nombre: Amparito. Un hombre por demás folklórico con una pequeña bodega; al verlo parecía un artículo para la venta por lo pequeñito, pero de ese ser brotaban curiosidades para reír, y se hicieron populares en el barrio donde vivía, y al morir toda la población recordaba sus ocurrencias. Cada vez, que llegaba alguien a comprar algún producto y no tenía, salía con unas ingeniosidades, como para regresar a la casa con la risa de oreja a oreja. El que buscaba azúcar, y no tenía, la respuesta se la daba rápido: ¡No tengo, pero hay jabón ACE! Hasta los niños se sorprendían, y repetían los "inventos" de Amparito.

Este personaje– guardando las distancias en lo económico– cada día lo asemejo al desquiciado de Donald Trump, por la forma de actuar de este mandatario, tan echado "pa´lante" que se ha convertido en un estorbo ante el escalofriante problema de la pandemia, que en estos momentos azota a la humanidad. Todas las respuestas, tienen un contexto, como de una persona caída de la mata, y según un estudioso del comportamiento humano, no podemos esperar nada de Trump, que no sean cachazos, porque simplemente es manejado por las verdaderas piezas ocultas del imperialismo, así, como lo vienen haciendo con el autoproclamando de Venezuela. Las pruebas están en las respuestas a los distintos medios; ante cualquier interrogante sobre la pandemia, se la toma a la ligera, sin importarle el número de muertos; lo perentorio para él, es salvar la economía de los Estados Unidos, para seguir apabullando pueblos.

A quién se le puede ocurrir semejante disparate, de lanzar al mundo una opinión tan explosiva, carente de toda sensibilidad por parte de un mandatario: ¡Si, tenemos 200 mil muertos salimos bien! Actitud, imitada por otros mandatarios títeres, como el brasileño Jair Bolsonaro, quien, en una muestra de arrogancia se atrevió a decir: "Eso es una simple gripecita" cuando en la China, ya se habían producido varias centenas de muertos, y se podía tomar ese hecho, como una alerta para prevenir y no esperar que se desatara ese huracán, que actualmente azota a los Estados Unidos, y amenaza a Brasil.

La actitud soberbia de Donald Trump, la está pagando muy caro su propio pueblo. Las estadísticas hablan claramente de un panorama muy triste para la tierra del poeta Walt Whitman; solamente en New York, se acercan a los 100 mil infectados, y el número de muertos está próximo a los 2500, sin que se avizore la solución de manera inmediata, porque –según– los expertos, mientras no se produzca la vacuna, no se puede cantar victoria; a pesar que en la provincia de Wuhan en la China han detenido la infección y por consiguiente el número de muertos.

Antes el peligro, que significa la pandemia al convulsionar al mundo en todos los órdenes de la vida; por el otro lado, Donald Trump, y sus asesores más inmediatos mantienen una verborrea belicista contra Cuba, Irán y Venezuela. Las amenazas contra el pueblo y el gobierno venezolano, son para tomarlas muy en serio; ni siquiera ante una terrible pandemia han apartado la mirada hacia nuestro país; por el contrario, el desquiciado acaba de mostrar nuevamente el odio visceral que lo caracteriza, al anunciar la militarización del caribe, precisamente frente a las costas venezolanas. ¿Es o no es, una provocación?

Esto es un descarado chantaje; así, armaron el libreto utilizado en otros países por mandatarios estadounidenses de turno. En Irak, fueron ensayando con provocaciones descaradas, y mentiras que no resistían la mínima revisión, hasta que dieron el zarpazo con argumentos, el cual todavía se encuentran flotando, como simples mentiras apoyados por las bayonetas y los tanques con un saldo de muertes lamentables para quedar en el inventario macabro de los gobiernos estadounidenses en sus numerosas invasiones.

En estos momentos la población de Estados Unidos se encuentra pidiendo con urgencia asistencia médica para frenar la pandemia, contrariamente el mandatario Trump, sigue con sus acciones de un perfecto camorrero, pero lo más grave aún, bloqueando a Cuba, Irán y Venezuela, con las mismas necesidades en medio de una tragedia universal. Alguien dijo: "El mundo después de esta pandemia no será, como antes" Sin embargo, el gobierno gringo pretende mantener la hegemonía, aún, cuando sea a costa de una montaña de cadáveres de su propia población.



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Narciso Torrealba


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