Hace 526 años se inició el aciago proceso de la conquista y posterior colonización de un mundo que fue destruido, aniquilado y despojado de sus riquezas, además, asesinada una gran parte de los naturales de aquellos pueblos originarios. Hoy por hoy, a ese mundo que fue ignominiosamente escamoteado por verdaderos asesinos y ladrones se le identifica con el nombre de uno de aquellos bandoleros, la mal llamada América. Mucho se ha investigado, se ha escrito y se ha discutido sobre la presencia de los españoles en el nuevo mundo. En la academia aún se rivaliza sobre la diatriba entre la "leyenda negra" y la "leyenda dorada", según se considere las desgracias y los beneficios de la llegada y la presencia de los ibéricos a las tierras arrasada por Cristóbal Colón y sus filibusteros.

Tengo la certeza que no puede haber una herencia buena de una actividad que provocó el asesinato a más de cien millones de personas, que destruyó culturas completas, que impuso una cultura sobre la base de cruz, el arcabuz, La Biblia, los caballos, los perros y toda una parafernalia violenta, cuyo única finalidad fue el cataclismo de lo que había costado levantar durante quince mil años.

Es imposible no reconocer ciertos aspectos positivos de la presencia de los españoles en América, no el uso del idioma de Cervantes, dado que los pueblos originarios no eran mudos. Hasta se conocen poemas, cuentos y otras muestras representativas de la cultura de nuestros aborígenes que nada tiene que envidiarle a la cultura del invasor.

Se han utilizado muchos eufemismos para esconder la mortandad detrás de la conquista y la colonización de América. En un principio se celebraba el "día de la raza" como si fuéramos perros, o el "encuentro de dos mundos", ¿acaso fue un encuentro y no una invasión financiada por el capital europeo? El "día de la hispanidad", imponiéndole al resto del mundo que somos hispanos y no americanos (norte, centro y sur América) como debe ser.

Lo peor de la colonización de América es que, pasado más de cinco siglos todavía la mente de la mayoría de los americanos permanece colonizada, atada a los viejos vicios y prejuicios traídos por los europeos. Desdibujamos de nuestras pensadoras más de quince mil años de la presencia de los pueblos originarios y aceptamos estoicamente mantener los patrones culturales de nuestro opresores. Hasta algunos intelectuales utilizan la mala expresión que nos occidentalizamos, tomando como referencia los informes y las cartas de los viejos navegantes. Todo es un problema de centro de referencia, para los chinos y los indios (de la india), nosotros somos orientales.

Lo peor de la colonización de América no fue lo que sucedió, sino lo que sucede actualmente. Pasados más de cinco siglos todavía se mantiene las estructuras trasladadas hasta América por los colonizadores para sojuzgarnos. Me refiero a la Iglesia Católica Romana, la misma institución que le "regaló" a los Reyes Católicos y al rey de Portugal las tierras "descubiertas y por descubrir" por el pendenciero Cristóbal. ¿Cómo es posible, que siendo la mayoría de los países suramericanos estados laicos, la iglesia tenga presencia en organismos oficiales? ¿Cómo es posible que la iglesia católica reciba subsidios educativos para hablar mal del gobierno? ¿Cómo es posible que la iglesia católica tenga programas de radio y televisión en emisoras y televisoras oficiales? Me niego aceptar que el gobierno le entregue dinero a la iglesia para remodelar y construir iglesias, cuando muchas de ellas fueron edificadas sobre las ruinas de monumentos sagrados de los pueblos aborígenes. No creo que en la actualidad cualquier ciudadano, por poco que este informado, desconozca que sin la presencia de los curas, frailes y sacerdotes no hubiese sido posible la conquista y la colonización de América. Fueron estos zánganos, quienes recibían su parte del festín de Baltazar, bajo la mentira como fue la imposición de un solo dios y una única fe bajo engaño y la violencia.

A lo anterior debo agregar que con la excusa de ayudar a los indios, seres "sin almas, flojos, desnutridos que no rendían en el trabajo", recomendaron el traslado de los negros africanos para imponer de esta manera la esclavitud. Empresa de la que también se favoreció la iglesia dado que esta poseía numeroso esclavos trabajando en sus plantaciones, las tierras más fértiles y de grandes extensiones. Lamentablemente todavía la gente y algunos cultores aseveran, erróneamente, que la "religión católica" pertenece a nuestra tradición.

Del mismo modo me sorprende que los pueblos afroamericanos de Venezuela y de muchas partes de centro y Suramérica le rinde culto a varios santos que representan la opresión de un pueblo sojuzgado bajo engaño, haciéndoles ver que algunos santos como san Juan, san Benito, san Antonio de Padua entre otros están ligados a su patrimonio cultural. Detrás de la aparición de diversas vírgenes, como la virgen de Coromoto, la Guadalupe, la Candelaria, la Divina Pastora, entre tantas, se esconden grandes y abominables mentiras cuyo uno objetivo es obtener onerosos beneficios económicos y lamentablemente, los gobiernos contribuyen con su enriquecimiento. Detrás de todas las iglesias se encubren verdaderos emporios financiero que explotan la ignorancia ajena, ignorancia heredada de la colonización.

No podemos olvidar la inquisición traída por los curas hacia América, la esclavitud, las enfermedades trasladadas al Nuevo Mundo por lo europeos para las cuales los sistemas inmunológicos de los aborígenes no tenían anticuerpos. Tales males, como la viruela y la sífilis, causaran millones de muertos y facilitaron al conquista, Esto es lo que la realeza española llama la Hispanidad.

Si la colonización costó más costará la descolonización. Nos acostumbraron a sentirnos orgullosos de la herencia europea y renegar de nuestra herencia indígena y africana negra. Todavía se escucha a las mentes colonizadas de los "prejuicios tradicionales" como el de la virginidad asociada a la castidad y al honra. Algunos comunistas y socialistas declarados ateos, se casan por la iglesia vestido de caballero y su esposa de princesa, toda ataviada de blanco. Así mismo bautizan, confirman y celebran la primera comunión de sus hijos, y cuida que su esposa asista a la misa los domingos junto con sus herederos. Se preocupan porque sus retoños estudien en un reconocido colegio de curas para los varones y de monjas para las niñas. Cuando tienen la oportunidad se retratan con un arzobispo y si van al Vaticano buscan a como dé lugar un selfie dándole la mano al papa.

Ciertamente los españoles les entregaron en bandeja de plata a los gringos unos pendejos con la mente colonizada. No les costó muchos a los estadounidenses que nuestros niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad aceptaran la cultura aberrante impuesta a través de los mass media. Los centro y suramericanos colonizados aceptaron estoicamente la música, la bazofia de la comida "made in USA", la tecnología, la moda, el cine, las series televisivas, la literatura, el idioma, las malas costumbres, entre otros que son elementos suficientes para imponer un el modelo político y económico, sin que aquellas mentes alienadas conozcan de los males que estos acarrea. No será fácil descolonizar a un pueblo que lleva más de cinco siglos colonizados y no logra descubrir los trastornos que esto les causa de ellos y a las futuras generaciones.

La prueba palpable de nuestras mentes colonizadas es, que siendo Suramérica una zona donde viven millones de pobres, todavía existan electores que voten por los representantes de la derecha avara y recalcitrante. La misma que representa los insensibles e inhumanos empresarios. Sin darse cuenta muchos seres humanos están atados, son esclavos de sus opresores y no se dan cuenta. Por eso retomo las palabras del general Simón en el oficio enviado al Poder Ejecutivo Neogranadino 1813: "La esclavitud es una gangrena que empieza por una parte, y si no se corta se comunica al todo y perece el cuerpo entero". Y una mente colonizada es una mente esclavizada. Lee que algo queda.