Trump, no pagaremos la invasión

Teniendo a disposición el poder más grande de este planeta (tanto, que no ha necesitado de pavosos "estrategas" vestidos de negro y vida sospechosa), Trump no ha logrado decir que nosotros, los venezolanos, pagaremos nuestra propia invasión. No le faltan ganas, pero alguna neurona de su anaranjado cerebro, no lo permite. Asesores van, lameculos vienen, van presos los perros falderos, terminan mandatos presidenciales los ladrones de gasolina, se van hundiendo los empresarios que quedaron mal ante la mafia familiar,... ufff Ninguno de estos monigotes, por mucho que tengan la lengua afuera, como perro cobrador de cacería, ha logrado que digamos: "pagaremos por nuestra propia invasión". Ninguna de estas "grandes personalidades" de la política que "aman" a Venezuela hasta el sacrificio de sus carreras políticas, a cambio de unos mendrugos en dólares que acabarán en las empresas de los hijos o en los negocios de los nietos, ha sido capaz de mover más que moscas que se paran en la golosina de sus propias mierdas.

Trump tuerce la boquita seca, más pequeña de lo normal para ser de un tipo de su altura, amenaza con sus ojos petulantes, esquivos y semitapados con los párpados, hasta hacer con su altiva mirada una medición del efecto de sus palabras... corren los perros falderos, se esconden los más cobardes, se desesperan los líderes de oposición, Almagro olvida entre sus nervios que no es un general del ejército gringo para procurar la invasión... Y nosotros, aquí, tan tranquilos, tomándonos fotos cada vez que disfrutamos de algo, agobiando con nuestra tranquila, libertaria, autodeterminada y apacible actitud de vida, a algún "estratega" de negras ropas y guerra sucia.

Desde aquí, en nuestro país, "enchinchorraos", como dicen, nos ponemos a pensar en la arrechera que tendrá Trump porque no ha logrado que la banda de monigotes de "su" patio logre poner en arresto al rrrrrrrrrégimen de Maduro, persuadido como está de que nosotros, el pueblo venezolano, no atentaremos contra nuestra propia historia. Ese laboratorio que organizaron para destrozarnos entre nosotros, no llegó nunca a un punto que permitiera convocar a tanto disociado como para generar el caos total y la desintegración nacional.

Si en Colombia y Perú ha gobernado la oligarquía, en Venezuela también lo han hecho, pero nunca ha podido llegar a la presidencia alguien que al menos en algo se acercara a la condición de Pueblo llano. Ni siquiera Caldera, por ser miembro de una familia prominente: hubo que abanderarlo con su condición de huérfano para ganar el aprecio del pueblo, y hubo de disfrazarse de chiripero para volver a ganar. Todos, aunque tras de sí tuvieran todas las mafias y toda la oligarquía, debieron sacrificar familia rica a la idea de ser del pueblo. No fue por trajes finos que elegimos aquí a algún presidente; pero nos perdió el deseo de escuchar siempre el lenguaje llano y bonito de un candidato.

Así que otros deben pagar la invasión, porque Trump no quiere gastar mucho en eso, que distrae presupuesto y desnivela la campaña... No somos para él y el resto de los gringos más que un factor de la campaña de reelección política y de fortaleza en el Congreso. Las preocupaciones de Trump están en la guerra económica a gran escala contra China, Rusia y Europa. Vocifera, maldice a los ineptos e incapaces gobernantes de naciones suramericanas que forman su alfombra mullida, pero con los que no se quiere igualar. Moreno y Temer, los traidores, no son más que eso: traidores que quieren pasar por buena gente; Macri es el chico feo que debe mostrarse leal al patrimonio de su rica familia; Bachelet... pobrecita, hasta la dignidad le perdieron en la dictadura de Pinochet; el Duquesito... con su cara de bebé gerber, niño bien de familia rica, aún de rizos infantiles y manos inmaculadas, pero de alma pérfida... Todos son ineptos. En su papel de modernas Salomé, prometen a su Señor que le entregarán a Venezuela en bandeja de plata, ejecutando ellos la danza que pide sangre de invasión, queriendo estar disfrazados de pueblo venezolano.

Quédate con tus Salomé, Trump; disfruta del veneno que corre por tus venas y que te hace anaranjado. Nosotros no pagaremos la invasión, y mucho menos la permitiremos.

 

¡Venceremos!

 



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Carolina Villegas

Investigadora. Especialista en educación universitaria

 saracolinavilleg@gmail.com

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