El crimen como arma política

Con respecto a la fracasada conjura contra el presidente MM, me da la impresión que algunas personas o son ignorantes, por desconocer la historia, o evidencian alto grado de estolidez o en el peor de los casos, son unos cínicos y se hacen los pendejos al divulgar que esta acción es un pote de humo para entretener al pueblo de Venezuela. En realidad, estos últimos son unos sinvergüenzas, dado que ellos si saben el origen y están al tanto de los comprometidos en este “presunto atentado”, así mismo, entre ellos reconocen que ciertamente fue un intento de magnicidio.

Si se revisan los libros de historias o se recurre a la tía Google se darán cuentan o aprenderán que fueron numerosos  los emperadores, reyes,  papas o presidentes,  asesinados por sus enemigos para reemplazarlos por otro, bien  en el trono, o el solio pontificio, o en la silla presidencial. Entre los emperadores se destacan: Nicolás II, Iván VI y Pedro III de Rusia; Alejandro Severo, Calígula, Claudio César Augusto, Tiberio, Nerón, Vespasiano, Julio César entre tantos de los asesinados durante el imperio Romano. Entre los reyes subrayo, al igual que lo anterior, solo unos pocos de tantos, por ejemplo a Firuela I de Asturias, Sancho I de León de España,  Enrique III y enrique IV  de Francia, Sverker I de Suecia. Ni los papas se escaparon de estos atentados, a pesar de estar ungidos por el Espíritu Santo. Entre los que puedo nombrar se encuentran: Sabiniano, Juan VIII, Formoso, Esteban VI, León V, Juan XII quien fue asesinado a martillazos en la cabeza por un marido celoso quien lo sorprendió en el lecho con su mujer y faltan otros, que por problemas de espacio no los nombro. Debo incluir en el inventario a varios presidentes víctimas de magnicidios, por ejemplo: Abrahán Lincoln, James Garfield, William McKinley y John F, Kennedy de EEUU, Benazir Butto de Pakistán, Muamar El Gadafi de Libia, Anwar el Sadat de Egipto, Jaimes Roldos de Ecuador, Omar Torrijos de Panamá, Sadam Husein de Irak, Salvador Allende de Chile entre tantos de los gobernantes asesinados productos de conspiraciones dentro y fuera de su país. En Venezuela debo destacar el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud y el de Hugo Chávez Frías.   

En verdad, lo anterior no es más que un resumen de los asesinatos de diversos gobernantes acaecidos en diversas partes del globo, la cual se produjeron por conspiraciones para deponerlos del ejercicio poder por diversas circunstancias. En todo caso, fueron crímenes de tipo político propiciados, por lo general, por grupos económicos que se beneficiarían con el cambio del presidente, exterminado en ejercicio del cargo, por el usurpador que ocuparía la presidencia.

Pero los crímenes políticos no solo se refieren a gobernantes, la historia nos recuerda a numerosos líderes exterminados por poderosos grupos económicos por considéralos un peligro. Bien por la doctrina que él divulgaba o bien porque su carisma o liderazgo podía despertar a aquellos pueblos que permanecían sumisos a los autoridad de los poderosos. Puedo destacar  a José Martí de Cuba, Julio César Sandino de Nicaragua,  Pancho Villa de México, Mahatma Gandhi de la India, Ernesto Che Guevara de América del Sur, Farabundo Martí del Salvador, Patrice Lumumba de la República Democrática del Congo, Antonio Cánovas del Castillo de España, Jorge Eliécer Gaitán de Colombia, Orlando Letelier de Chile, Benigno Aquino de Filipina, Arturo Michelena,  Ruiz Pineda, Robert Serra, de Venezuela, Entre tantos de los líderes que fueron asesinados para callar su voz, pretendiendo de esta manera evitar la propagación de las ideas del difunto.    

En verdad, me faltarían paginas para enumerar la cantidad de crímenes políticos  cometidos  en todos lo períodos y en toda la geografía del planeta. Con la certeza que quienes protagonizaron y protagonizan tales actos crueles eran y son unos auténticos criminales. Estos son los verdaderos asesinos intelectuales, quienes valiéndose  de otro perverso o sicario, el asesino material, acomete la acción maligna, sin importar las consecuencias de estas acciones viles. En algunos casos el asesino intelectual no es una persona sino un gobierno que, sirviéndose de sus agencias de inteligencias, perpetra el atentado para asesinar a un presidente o acabar con el protagonismo de un líder social. El asesinato político también puede ser consumado por una avara corporación económica que detecta en un presidente o en líder social un peligro para sus grandes beneficios económicos. Así mismo, los asesinatos políticos pueden ser llevado a cabo por grupos mafiosos, quienes descubren en un gobernante o en un líder social un riesgo, bien para la producción, o bien para la distribución,  o también para la venta de narcóticos.

Para aquellos ilusos, ignorantes o “pendejos” que creen que el intento de magnicidio contra el presiente MM es una “bola de humo” para entretener al pueblo venezolano, con relación a la crisis creada por la oposición venezolana y sus aliados internacionales,  basta con reflexionar sobre todo lo expuesto en los párrafos anteriores. Y sino lo comprenden es bueno recordar que  con la llegada de Chávez al poder se produjo un despertar en centro y sur América cuyos pueblos se mantenían dormidos debido a las acciones de una prensa y unos canales de televisión comprometidos que intentan demostrar, sin logarlo, que el neoliberalismo es lo mejor modelo político del mundo. Fue Chávez el hombre que le dio un giro a la política de América y a la del planeta.  Esta acción no lo perdonaron los capitalistas y por eso lo mataron.

Pero el chavismo no sucumbió con la muerte física de mi comandante, el chavismo sigue vivo y encarnó en el presidente MM quien tomó el testigo y se encargó de continuar la obra inconclusa de la Revolución Bolivariana. Un socialismo en cierne, un socialismo basado en el árbol de las tres raíces, cuyo norte es la visibilización de los antiguos excluido, el ejercicio del Poder Popular y el repartimiento equitativo de nuestra riquezas y no la explotación descarada de los recursos naturales de Venezuela por parte de las empresas globalizadas. De seguro, por mucho menos que esto han asesinado a gobernantes y a líderes sociales.

Pero los estúpidos y los ignorantes no son capaces de reflexionar sobre las evidencias que el presidente MM exhibe sobre el frustrado caso de magnicidio. Parece que olvidaron que los drones constituyen un arma de guerra utilizado en el Medio Oriente para exterminar a los pueblos. Prefieren creer en los voceros que le  mienten consuetudinariamente  desde hace más de veinte años. Ellos pregonan que el atentado es una mentira y  lo presentan maquillado, así mismo, los ilusos y los estólidos lo escuchan y lo ven por la televisión y en las redes sociales y su cerebro desconectado de la realidad lo asimila sin reflexionar sobre lo que es evidente.

Es recomendable a los especialistas, vinculados con el gobierno del presidente MM, instituyan una misión cuyo único objetivo sería desestupidizar a los millones de venezolanos quienes usan cerebro solo para leer los mensajes de textos del WhatsApp del celular, como la única fuente de información y además, para tomarse los selfie al lado de Capriles o de un líder devaluado de la VP o PJ.

Por esto es bueno recordar parte de la proclama de Simón quien  arengó en Maracaibo el 1826: “Nadie, sino la mayoría, es soberano. Es un tirano el que se pone en lugar del Pueblo; y su potestad, usurpación”. Lee que algo queda.    



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Enoc Sánchez


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