Al imperio y la burguesía lacaya...ni un tantito asi

Escribir con responsabilidad, en el contexto de la Venezuela que vivimos hoy, no es tarea fácil. Responsabilidad con los principios e ideas que comulgamos. Responsabilidad con quienes nos leen. Responsabilidad con el objeto que nos motiva a escribir. No es tarea fácil. Se trata de una especie de autocensura, donde abrigamos el lógico temor de que lo dicho o escrito le pudiera hacer el juego a la canalla. Nos formamos políticamente en esa escuela y no podemos sustraernos de esa influencia. Por lo que, en el natural ejercicio de escribir o decir lo que pensamos, siempre estará presente el hecho, de si esto o aquello es o no conveniente. En medio de una compleja lucha de ideas, dominadas por una manipulación mediática y un exacerbado e inadecuado uso de las mal llamadas "redes sociales", lo llevan a uno a ser sumamente cuidadoso de lo que se dice, cómo se dice y dónde se dice. Si se trata de una opinión escrita el cuidado naturalmente debe ser mayor. Lo escrito, escrito está y "las palabras se las lleva el viento". Aunque esto último resulta cada vez menos cierto.

En este portal se escribe de todo y de disímiles criterios. Desde un Ministro, hasta el más recalcitrante de los opositores. No entiendo como a alguien le pueda preocupar que uno haga uso de esta tribuna para expresar lo que piensa. Sin embargo los hay y sin que medie ninguna segunda intención, así lo han expresado. Pero como ya lo dije uno tiene que ser cuidadoso al abordar cualquier tema. Y si el tema se refiere a la compleja situación económica que vive el país, el cuidado debe ser aún mayor.

Desde que me decidí a escribir en este portal, casi todos los temas abordados han estado referidos a la difícil situación económica del país. Y he leído casi todos los artículos publicados por este medio, relacionados con esta temática. Y algunas posiciones y argumentos aquí esgrimidos, por compatriotas que siempre han militado en el campo progresista y revolucionario, nos han sorprendido. Y no se trata de aferrarnos a dogmas o recetas. Ante las nuevas realidades de un "mundo globalizado" y en incesante cambio, muchas "verdades" han dejado de serlo y otras tantas son hoy seriamente cuestionadas. Pero en nuestra sociedad hay un desarrollo histórico y ciertas realidades en el orden económico, social y político, que de él se derivan, que no pueden ser ignoradas.

Toda la historia del pasado siglo y lo que va de éste ha estado marcada por la influencia que desde su aparición ha tenido el petróleo en la conformación de la sociedad venezolana. La estructuración y desarrollo de sus clases sociales han sido determinadas por la relación que éstas han tenido con la renta petrolera. El tránsito de una Venezuela rural a la Venezuela urbana con su desigual desarrollo y preminencia del eje norte costero. El crecimiento de las incipientes ciudades y la aparición de nuevas sin planificación alguna. El éxodo del campo a la ciudad, con la consecuente aparición de cordones marginales de miseria. La estructuración de la actividad comercial, manufacturera y un incipiente desarrollo industrial. Todo, absolutamente todo, en lo económico, político y social ha estado determinado por la pauta que marcó la actividad petrolera. Los amos del valle fueron adaptándose a las ventajas que representó la aparición y desarrollo de una nueva riqueza mineral no esperada y se transformaron en la Burguesía Rentista y Parasitaria que tenemos hoy. Una burguesía que durante más de un siglo en estrecha alianza con las transnacionales ha crecido y se ha reproducido al amparo y apropiación indebida de la renta petrolera.

La venezolana, pues, no es la burguesía emprendedora de Europa que en su momento esgrimió banderas revolucionarias. No es, tampoco, la burguesía de Norteamérica que se fue progresivamente nutriendo de la cultura y experiencia europea, producto de las obligadas migraciones después de dos guerras que devastaron el suelo de Europa. La de aquí es una burguesía que se amamantó, desarrolló, creció y se reprodujo pegada a la generosa teta de la renta petrolera. Su maridaje con las transnacionales petroleras les hizo perder, si es que alguna vez lo tuvieron, cualquier vestigio de nacionalismo. No estamos diciendo, no se nos mal entienda, que aquella burguesía sea buena. No, no es eso. Sino que esto es de lo peor de cualquier burguesía que pueda existir en el planeta tierra. Y todo el entramado social que se conformó alrededor de la actividad petrolera fue impactado por ésta y se implantó lo que algunos han llamado, una Cultura Rentista, cuya nefasta influencia está hoy "vivita y coleando" y permea a la sociedad toda.

Entonces, es con esta burguesía con lo cual nos ha tocado lidiar. Es la misma que dio el primer golpe petrolero, por allá iniciándose el siglo pasado, para instaurar la dictadura de Juan Vicente Gómez, mal llamado el "benemérito". Este fue el primero y más renombrado traidor del siglo XX. Pero no el único. Luego vinieron otros y también otros golpes. El de Medina Angarita y el de Rómulo Gallegos. En el asesinato de Carlos Delgado Chalbaud estuvo también presente la traición. Y, por supuesto, el interés de las transnacionales petroleras no estuvo ausente. Es la misma burguesía, que ante el desgaste de la dictadura de Pérez Jiménez que le había servido durante una década, ante un descontento popular en ascenso, apeló a una clase política y militar que ya había utilizado en el 45, cuando Medina Angarita promulgó una Ley de Hidrocarburos que no era del agrado de las transnacionales petroleras. Y cuajó entonces, un Pacto, que no por casualidad se acordó en Nueva York. Es el mismo que hoy se conoce como Pacto de Punto Fijo. Nuevamente la traición se hizo presente. Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera fueron en esa oportunidad los artífices de la emboscada a los sacrificios, riesgos y muertes de la lucha que lideró la Junta Patriótica, con Fabricio Ojeda al frente, al lado de la Juventud de los partidos Acción Democrática, PCV y URD y de todo un heroico y bravo pueblo.

En el transcurrir de los 40 años del Puntofijismo, en un clima de terror, desapariciones, torturas y muerte, se afianzó la alianza entre el imperio, burguesía nacional y la clase política que siempre le ha servido. Los actores políticos se han renovado y la Oligarquía ha ampliado su esfera de poder económico y su rol en el plano político es de una intervención más directa. La alianza, pues, se ha perfeccionado y naturalmente con un poder mediático más sofisticado se han operado cambios en cuanto a formas y métodos. En esencia su naturaleza y propósitos siguen siendo los mismos, sólo que ahora han perdido parte del poder político, a partir del triunfo del Comandante Eterno, Hugo Chávez, en 1988.

EN MEDIO DE LA CRISIS QUE HOY VIVIMOS, LA GENTE CON FRECUENCIA DICE, "PERO ANTES NO ERA ASÍ" . " NUNCA ANTES HABÍAMOS VIVIDO UNA ESCASEZ COMO ÉSTA Y TENIDO TANTAS DIFICULTADES PARA ADQUIRIR LO QUE NECESITÁBAMOS", "ANTES LA PLATA NOS RENDÍA Y AHORA NO NOS ALCANZA PARA NADA". CLARO, ANTES NI LA OLIGARQUÍA, NI EL IMPERIO, NI LAS TRANSNACIONALES TENÍAN QUE SABOTEAR GOBIERNO ALGUNO. ELLOS ERAN GOBIERNO. PAGABAN Y SE DABAN EL VUELTO. PONÍAN Y QUITABAN. ERA UNA "DEMOCRACIA" A SU MEDIDA Y DESEOS. AD Y COPEI SE ALTERNABAN EN MIRAFLORES, Y ESTABAN ALLÍ PARA COMPLACERLOS Y SERVIRLES.

Pero la burguesía, como el imperio y sus transnacionales no cree en democracia. Ellos sólo creen en "su democracia". Ellos no creen en el libre juego de las ideas. Ni en la opinión y expresión del pueblo. Así lo confirman ejemplos históricamente recientes, como los golpes de abril del 2002 y el Golpe Petrolero. Las violentas guarimbas, con su secuela de muertes y heridos y el clima de pánico y terror en la población, de data más reciente, forman parte de sus nuevos métodos desestabilizadores. Hoy replican con un mayor grado de violencia, el método guarimbero en la hermana República de Nicaragua. También allá, al igual que aquí, serán derrotados.

No importa, pues, si un pueblo aquí, allá o más allá, haya elegido un gobernante a través de los métodos que ellos dicen defender. Antes que nada y por encima de todo están sus intereses. La defensa de éstos, de acuerdo a las circunstancias, puede darse al amparo de una cruel dictadura o de una dictadura más sutil vestida de "democracia". Lo sucedido con Zelaya en Honduras, Lugo en Paraguay y Dilma Rouseff en Brasil, por sólo señalar los ejemplos más recientes en Nuestra América, retratan de cuerpo entero, el doble rasero e hipócrita actitud de la burguesía en todas partes. Aquí y más allá, sus valores y conceptos de "libertad y democracia", son una falacia, impuestos como "verdad" por un poder mediático mundial, cada vez más sofisticado, que han monopolizado desde siempre.

En consecuencia, nada bueno puede esperarse del imperio del norte y de su lacaya burguesía criolla. Y menos aún en las circunstancias actuales donde la disputa es por las mayores reservas certificadas de Petróleo del mundo. Donde, además en la derrota o victoria de la Revolución Bolivariana está en juego el ajedrez geopolítico de la América Latina y el Caribe. El imperio en su declive no se resigna a perder lo que por más de un siglo ha considerado su "patio trasero". Sus Golpes de nuevo tipo en Honduras, Paraguay y Brasil. Sus patrañas judiciales contra Lula, Correa y Cristina Fernández para impedir sus candidaturas y eventuales triunfos electorales en Brasil, Ecuador y Argentina, forman parte de las pretensiones hegemónicas del imperio del norte y del Poder Mundial. Ellos se han anotado victorias parciales y transitorias y continúan moviendo sus tentáculos de variadas e inimaginables formas. Pero, de este lado, nuestros pueblos no se han quedado, ni se quedarán de brazos cruzados. La lucha librada hoy no es ni puede ser una lucha aislada. La lucha hoy como ayer es de carácter continental y mundial. Y hoy con más razón y fuerza que ayer los pueblos y sus vanguardias políticas avanzarán inexorablemente hacia la construcción de un mundo de justicia, igualdad y paz. Otro mundo es y será posible.

Es en ese contexto histórico donde libramos nuestra lucha por el legítimo y justo derecho a escoger soberanamente y en una verdadera democracia, la forma de gobierno que más nos convenga. Es por ello que quienes opinan que debemos ser más flexibles con los sectores del empresariado y que deben cesar los controles ( ¡!¿?!¡) no comprendemos a que están apostando. Los que sostienen que debe cesar el control de cambio, y dejar que el precio del dólar sea determinado por el libre juego de la oferta y la demanda, equivocan el origen de las distorsiones que hoy se presentan en la economía venezolana. Los que proponen la unificación cambiaria porque el Control de cambio ha sido un caldo de cultivo para la corrupción, confunden una consecuencia no deseada, con las causas que originaron la adopción de esa medida. En fin, estos camaradas apegados a unas supuestas leyes de la economía, que según ellos trascienden cualquier postura ideológica, ignoran, probablemente sin ninguna mala intención, que hay connotaciones políticas y geopolíticas que han sido determinantes no sólo en la aparición de la presente "crisis" , sino en su pernicioso desarrollo e influencia sobre la vida diaria de todos los venezolanos.

El fracaso de la mesa de diálogo para la "concertación" de precios, confirman lo que hemos dicho en éste y anteriores artículos. El Programa Económico, al cual abordaremos próximamente, anunciado muy recientemente por el Camarada Presidente, se da después de infructuosos intentos por llegar a acuerdos. Pero esta burguesía parásita el único diálogo que conoce es el de la imposición. Este es un empresariado y una burguesía, que con muy pocas excepciones, se acostumbró a importar con los dólares de todos los venezolanos. Su "valor agregado" a lo que importan es el vulgar latrocinio, en forma de sobreprecio y especulación.

Llegó la hora. La hora, pues, de poner los puntos sobre las íes. Ya basta, de que los especuladores, llámense burguesía, comerciantes, bachaqueros o como quiera que se llamen, hagan lo que les dé la gana. Ya es hora de que los que les corresponde ser gobierno, gobierno sean. Y el pueblo está a la expectativa. Y si el gobierno gobierna, no hay dudas que el pueblo estará a su lado. Y GOBIERNO Y PUEBLO UNIDOS, SERÁN UNA BARRERA INFRANQUEABLE CONTRA LAS PRETENSIONES DEL IMPERIO Y LA BURGUESÍA DE ARRODILLARNOS A SUS PIES. Por eso, parafraseando al Comandante Heroico, Ernesto "ché" Guevara, decimos: AL IMPERIO Y LA BURGUESIA LACAYA, … NI UN TANTITO ASI.

 

huramar1@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 834 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter