Primero muerto que rendido

Tengo un pais, amo a mi pais y sobre él, siempre he tenido un sueño. Un sueño que me inspira desde que era casi un niño. Un sueño que he convertido en motivo de lucha y militancia.

En mi sueño veo a quienes dirigen mi nación, acompañados por un rio de pueblo, usando los enormes recursos disponibles y que nos hacen un pais bendito, para desarrollar su economía, sacar a millones de la pobreza, brindarle oportunidades de estudios a todo niño que tenga la dicha de nacer en este suelo, para que nuestros jóvenes se formen profesional y culturalmente y nuestros ancianos tengan una vejez digna y protegida, para que el tener una vivienda sea un derecho de todo el que nazca en esta tierra, para que nuestros ríos corran libres de contaminación.

La vida me ido pasando sin que se concrete ese sueño y cuando llegué a pensar que el camino tomado nos conduciría en esa dirección, la historia comienza a repetirse como si se tratara de una maldición, haciendo profesía aquellas palabras del gran Simón José Antonio: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad"
Tal como sucedió hace 200 años aparecen los Santander, los Flores, los Paez y otros como  aquellos que hicieron armas para defender la esclavitud que nos imponia España y hacer pedazos el sueño de los libertadores.

Y es que no todo el que nace en esta tierra bendita la ama. Por todos lados florean los judas. No todos merecen ser llamados venezolanos.
Alí primera decía que algunos en lugar de acariciar la patria,  lo que hacen es manosearla y eso es una gran verdad. Para esos el sueño de país es aquel del que puedan obtener el mayor bebeficio posible. La patria se les antoja una entelequia y si pueden obtener beneficios, subordinándola a intereses y ambiciones particulares o foraneas, intentarán obtenerlos.

Pero tal y como lo predijo Bolivar, no son los cipayos internos el principal enemigo de mi sueño y de mi pais. El gran enemigo es el imperio norteamericano. Ese imperio se aprovecha de la ambición, del desamor por su tierra, de su falta de escrúpulos para comprarlos y ponerlos a su servicio en la misión de convertirnos en una colonia y, como se hace con todas las colonias, saquearnos.
Ese poderoso imperio que jamás ha ayudado a ningún pueblo, pero ha destruido y saqueado muchos, quiere y necesita nuestras riquezas y está dispuesto a desgarrar el alma y la conciencia nacional para saquearnos... Le interesa que seamos pobres, incultos y enfermos, pues así es más fácil dominarnos.

Ellos, cipayos e imperio,  están destrozando nuestro pais. Unos a nombre de los venezolanos y su democracia exigen sanciones de hambre, bloqueo e invasión. Casi dicen que el pueblo está feliz y orgulloso de lo que ellos hacen.
Los otros son los verdugos que intentan guillotinarnos "humanitariamente".

Tengo y tenemos, entonces, dos opciones: o me rindo y hago pedazos mi sueño o saco fuerzas de donde no tengo y me lleno de dignidad para defender mi patria.
Sí, aunque de la frase los apátridas hayan hecho una burla, aún tengo patria y voy a defendera. Primero muerto que rendido, primero cadaver que entregado.
Este 20 de mayo, yo voy a votar por Maduro, con todos y sus errores, porque prefiero un patriota gobernando que un cipayo devolviéndonos al coloniaje  y cobrando comisiones por la venta de lo que a todos nos pertenece.

 



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Alexis Arellano


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