El caso Moro, Italia 1978. El terrorismo en Italia hace 40 años, al servicio de los planes estadounidenses

En Italia entre los meses de marzo y mayo de 1978 tuvo lugar un trágico suceso hasta ahora oscuro y de enormes implicaciones internacionales. Aldo Moro, presidente de Democracia Cristiana y artífice del acercamiento al Partido Comunista Italiano, fue secuestrado en Roma por el grupo terrorista de las llamadas Brigadas Rojas, las cuales asesinaron a los cinco hombres de su escolta y luego, tras 55 días de prisión, mataron de varios golpes en la cabeza al propio hombre político.

Todas las fuerzas políticas y sociales condenaron la tragedia y el secuestro. Se sucedieron huelgas y manifestaciones. De los secuestradores y asesinos de Moro y su escolta, algunos huyeron al exterior y se reciclaron como escritores e intelectuales. Otros cumplieron varios años de cárcel en Italia.

En estos días, 40 años después, muchos exbrigadistas han sido entrevistados por programas televisivos como Star. Obviamente, no señalan lo que emergió claramente de las investigaciones, incluso de una comisión parlamentaria: detrás del crimen se escondían las ingerencias de Estados Unidos y la complicidad de los servicios secretos italianos.

En una entrevista concedida en Fuoripagina, el expartisano antifascista Sergio Flamigni —nacido en 1925, por muchos años diputado del Partido Comunista Italiano — explica: "Hoy se permiten a los brigadistas en la televisión y en los periódicos, se expone su verdad sin dificultad, haciendo prevalecer contenidos mentirosos. Se quiere ofuscar el papel de Estados Unidos; algunos funcionarios del Departamento de Estado habían afirmado haber inducido a las Brigadas Rojas a asesinar a Moro, a fin de lograr Destabilizar a Italia. Moro no era querido en Estados Unidos, incluso era obstaculizado por su apertura a los comunistas".

En 1974, durante una visita a Estados Unidos, Aldo Moro fue prácticamente amenazado por Henry Kissinger, al punto que anticipó su regreso a Italia (aquí después del minuto 1.30: https://vimeo.com/52257341). Entre Moro y Berlinguer en 1976 se inauguró la fase de la solidaridad nacional, que seguía encontrando hostilidad por parte de Estados Unidos. Las Brigadas Rojas ya estaban infiltradas.

Hace tiempo el juez Ferdinando Imposimato, quien instruyó el caso Moro, explicó:" Moro tenía muchos enemigos y entre ellos, quien no apoyaba su política de diálogo, también en la OTAN y en los servicios secretos italianos". Incluida la Mafia y Gladio colaboraron, como lo esplican varios libros.

Proyecto Verdad contra las guerras

mari.liberazioni@yahoo.it



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