Somos un país de soñadores ¿Qué esperamos?

Es innegable que Venezuela sufre un aislamiento que pudiéramos llamar ensañamiento con alevosía premeditada. Todo esto con la finalidad de participar en la torta financiera que algunos promueven a lo interno para que Venezuela sea acreedora de créditos del FMI y de BM. Ya lo dijo el diputado Guerra, financista de la guarimba abril-julio 2017,

palabras más, palabras menos, "hay que endeudar a Venezuela", suponemos que ellos quieren cobrar lo que han invertido en su afán de tumbar un gobierno que actúa en contracorriente del modelo capitalista.

Allí es donde cualquier gobiernito, latinoamericano del tipo perro echao, quiere participar en el builyíng político contra Venezuela, seguramente para cobrar su participación en la canalla motivación de obedecer a Trump, el patroncito de estos traidores de pueblos.

Seguramente aumentarán más el aislamiento para estrangular nuestra economía que aún no chilla. Sobre todo Panamá, el ismo por donde circulan más del 70% del comercio internacional.

A la velocidad que van estas decisiones, positivas o negativas, la situación nacional se vuelve compleja. El dólar sigue jugando en nuestra economía su rol de destruir nuestros conos monetarios, los empresarios saben que no pierden, seguirán vendiendo, conocen el negocio, con menos inversión ganan más, eso los mantendrá a flote.

¿Como hacer para cambiar este panorama? Está difícil la cosa, si miramos hacia afuera, en el mercado internacional hay menos mercancía y muchos compradores, esto encarece los productos. Esta es una manera de mantener dominados a los países débiles, eso hace creer que la culpa es de los gobiernos. Pero, aunque en experiencias como la brasileña, cualquier asomo de contribuir a aminorar la pobreza, es castigada la nación para que aprendan todos a dominar su rebeldía y se sometan al designio de las corporaciones, quienes finalmente gobiernan al mundo a través del comercio y la producción de mercancía necesaria para la subsistencia de los pueblos con poco desarrollo de sus parques industriales.

De allí, que la experiencia vietnamita, coreana, cubana, rusa, y china, debe incorporarse a los currículos de media general y pensum universitarios, no para imitar, pero si para saber y conocer que han habido pueblos, que han sido sometidos a pruebas como las que estamos viviendo, y que si es posible enfrentar las situaciones, si todo un pueblo se une para alcanzar un gran objetivo, apalancar la economía nacional con la participación de todos y empezar como en los países aludidos a construir el parque industrial que garantice la continuidad de la nación, produciendo lo que necesita, y no satisfaciendo necesidades creadas e impuestas por un mercado mundial que necesita vender a toda costa, por ejemplo, una red ferroviaria nacional de dos tipos, es necesaria para la comercialización de rubros agrícolas a lo interno sin restricciones de ningún tipo. Y para el traslado de pasajeros, afín de incentivar el turismo nacional y mejorar las economías locales de los estados turísticos por excelencia.

Tenemos hierro, acero, aluminio, cobre, y otros minerales para hacer rieles y andenes. Suficiente capacidad tecnológica para construir nuestros propios vagones, tapiceros, petróleo para sus derivados, hombres y mujeres, universidades tecnológicas, politécnicos, escuelas industriales, tecnólogos. ¿Qué esperamos?

*Director de teatro y dramaturgo.

juanandresloyo2.0@gmail.com



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