“Mal paga el diablo a quien bien le sirve” Adagio Popular

En Panamá, Puerto Rico y Haití… ¡Los extremos se juntan!

P

anamá es la cintura de América y su canal a través del istmo, es la correa que la ciñe. Desde que el adelantado Vasco Núñez de Balboa, en su caminata por las montañas Urrucallala al frente de sus invasores españoles, vislumbró por primera vez el "Mar del Sur", el 25 de septiembre de 1513; supo que estaba sobre una mina de oro, tanto o más grande que el mítico Dorado. Y desde ese momento, Panamá se convirtió en el grial geopolítico de las potencias imperiales.

Después de ser sede del Congreso Anfictiónico promovido por Bolívar desde la Gran Colombia y mediante la "democracia de las cañoneras"; Panamá se separó de su madre biológica en 1902, para quedar bajo la patria potestad de una madrastra más perversa que la de Cenicienta, mientras que Puerto Rico fue víctima de la rapacidad gringa, poco después del apoderamiento de Cuba mediante el truco del Destructor "Maine" (devenido en modus operandi, como se demostró en Pearl Harbour, y las torres gemelas del WTC). Belisario Rodríguez Garibaldo publicó en Sociopolítica (el 28/06/2009) "Panamá: La Gesta del 9 de Enero de 1964", referida a las consecuencias del izamiento de una bandera panameña en la zona del Canal y allí expresa:

Para entender los sucesos del 9 de enero de 1964, hay que ser panameño. Tal es el efecto de prácticamente un siglo de enclave colonial norteamericano sobre nuestro territorio, aunado a innumerables intervenciones armadas en nuestro país, que a su vez cobraron muchas victimas, en un país bajo la permanente tutela de los EE.UU. y en una situación de vasallaje nacional y racial.

En el mismo trabajo, Rodríguez destaca que los Estados Unidos no escatimaron el uso de la Fuerza, adoptando medidas como si Panamá les hubiera declarado la guerra, señalando los siguientes eventos protagonizados por las Fuerzas Armadas Norte-americanas: el cierre del Puente de las Américas, la ocupación del Corredor a la Ciudad Colón y la toma de dicha Ciudad, el reforzamiento de la Zona del Límite y el uso de Armas de fuego en las zonas adyacentes al límite; medidas cuyas consecuencias fueron 21 civiles panameños muertos y 500 heridos. El Gobierno de la Zona del Canal, envió el siguiente Alegato a la Comisión de Juristas de Ginebra: "En el canje de notas de 1939, los Estados Unidos están facultados para invadir a Panamá, cada vez que los Estados Unidos estimen que peligra el Canal de Panamá y el 9 de Enero peligró el Canal de Panamá e invadimos a Panamá."

El sarcasmo y el ventajismo rayan en la burla ¿o es Realpolitik? El Gobierno de EEUU alegó "soberanía" en el territorio de la Zona del Canal, haciendo ver los sucesos del 9 de Enero de 1964, como una agresión por parte de los pobladores a dicho territorio y que, por lo tanto, procedieron a su defensa. Mucho más grave fue la agresión al pueblo panameño durante el secuestro del presidente Manuel Noriega, el 20-dic-1989: 26 mil soldados yanquis con amplia panoplia bélica de última generación atacaron a Panamá por aire, mar y tierra; destruyendo aeropuertos, cuarteles y la urbanización Chorrillos (sede de las Fuerzas de Defensa de Panamá)… ¡Siete mil civiles murieron!

La hermosa tierra borinqueña, es la tercera de las Antillas Mayores y como colonia española, recibió el nombre hispano de Puerto Rico. Desde la firma del Tratado de París (1898), fue anexionada por la fuerza a los Estados Unidos y como tal, forma parte integrante de sus bienes imperiales, estableciendo allí, un protectorado. Está convertida desde 1952, en el Estado "Libre" Asociado de Puerto Rico y su isla-municipio de Vieques, de 135 km²; constituye desde 1902, la "Gibraltar del Caribe", por ser la sede de la importantísima Base Aeronaval de Roosevelt Roads.

Junto a Guantánamo (convertido en un pedazo de territorio gringo dentro de la isla de Cuba, desde 1903 hasta el día de hoy, en virtud de la Enmienda Platt), Vieques constituye un baluarte militar de los Estados Unidos de América en el contexto de un vasto y estratégico territorio sobre el Mar Caribe y el Atlántico Norte.

La soberanía de los puertorriqueños recae en el Congreso de EEUU, pero para poder ejercer el voto, deben residir en un Estado de la Unión y al no estar protegidos por la Constitución estadounidense, los poderes existentes en la isla son revocables; existiendo además, evidencias de un racismo que afloró con fuerza, después del paso del huracán María por la isla. El presidente Trump se acercó a Puerto Rico, 17 días después del sismo… sólo para burlarse de la población y echarles en cara los gastos de la reconstrucción de la isla. Su gobierno ni siquiera se preocupa. Leamos un fragmento de la edición internacional de CNN, del 11 de marzo de 2017:

That would leave 95% of the 3.4 million Americans on the island without any power unless they can run costly and loud generators that have become difficult to find (…) With no reliable government information, CNN tried to contact each of the 78 municipalities in Puerto Rico, which are coordinating their own recoveries (…) Some 42 of the municipalities could not be contacted.

http://edition.cnn.com/2017/11/03/us/puerto-rico-power-investigation-santiago/index.html

En un trabajo presentado en la Universidad de Puerto Rico por el Dr. Gerardo M. Piñero Cádiz bajo el título de "Sinopsis histórica del Goliat del Caribe", podemos leer:

Roosevelt Roads fue la base naval estadounidense más grande en el mundo fuera del territorio continental. Además de los 8,600 acres que ocupa entre los municipios de Ceiba y Naguabo, poseía 14,252 acres en Vieques. A pesar de que la base no contaba con una flota naval asignada, sobre mil (1,000) buques de guerra estadounidenses -sin contar las embarcaciones menores-, extranjeros y de la OTAN utilizaban anualmente sus instalaciones.

El mismo trabajo explica que la expropiación del municipio de Ceiba (iniciado en marzo de 1941), acabó con las comunidades puertorriqueñas de Machos, Guayacán, Quebrada Seca y Playa Blanca. En Vieques ocurrió lo mismo cuando el Barrio Punta Arenas y gran parte de los barrios Llave, Mosquito y Puerto Ferro desaparecieron bajo las botas de los "US marines". Al terminar las actividades del AFWTF en Vieques, Roosevelt Roads, otrora "Gibraltar del Caribe"; cerró por octava vez en marzo de 2004, pero continúa la histórica y conveniente ocupación colonial de Puerto Rico.

Entonces, con esa clase de amigos, ni Puerto Rico, ni Panamá necesitan tener enemigos. Como colonias que han sido, a la hora de las sanciones o las consideraciones; van a seguir teniendo el tratamiento de esclavos aplicado a Haití y tipificado en el "Código Negro" de Luis XIV (menos que una bestia de carga). Sin embargo, ambos países han constituido la envidia de muchos desprevenidos, que encandilados por el American way of life y las mieles de la "democracia" al estilo gringo, aún hoy, no han terminado de entender que "amigo el ratón del queso", ni tampoco el consejo del epígrafe; a pesar de la web, de las TIC y de los ríos de sangre que el big stick del Tío Sam ha hecho correr en ambas neo-colonias.

Haití requiere un capítulo aparte: Después de constituirse como Republica Negra y a pesar de la declaración de los Derechos Humanos por la Comuna de París, avalada por la ciudadanía francesa de los haitianos; la más valiosa colonia de Francia debía ser sometida y por eso, llegó el Mariscal Leclerc con 35 mil legionarios, seguido por 200 años de alternancia entre Francia y EEUU. Allí siempre estará la OTAN para defender el "derecho" de conquista y las patentes de corso de los imperios coloniales.

Por ser el cimarrón que se fugó primero y luego ayudó a liberar a todos los demás esclavos de este imperio y de los anteriores; Haití, en medio de sus miserias y debilidades lastimeras de hoy, es el gran enemigo histórico del coloso hegemónico. Debe pagar muy caro por ese crimen… ¡Es ley imperial! Por eso, en Haití no hay empleo, ni medicinas, ni árboles; sino hambre, deudas, marines y terremotos.

A pesar del sacrificio y el esfuerzo demostrado por los puertorriqueños en las dos guerras mundiales, Corea y Vietnam, y aunque fueron considerados "citizen" a partir de la Primera Guerra Mundial (cuando en 1917, la ley Jones-Shafroth fue firmada por el presidente Woodrow Wilson para darles la ciudadanía); el gobierno norte-americano todavía no los trata como verdaderos ciudadanos. Y en Panamá, lo único bueno que existe para los gringos es el Canal, con sus 1.800 rutas marítimas.

Moraleja: Los panameños, boricuas y haitianos pueden enfermarse, morirse o sufrir desastres cuando les dé la gana; pero en el momento que obstaculicen o amenacen los intereses gringos, serán barridos de la faz de la Tierra. Por lo tanto, bajo este criterio y mucho más allá de las paradisíacas aguas del Caribe, los ilusos deben recordar que: En Panamá, Puerto Rico y Haití… ¡Los extremos se juntan!

*Caficultor bolivariano. Contralor social en virtud del Artº 326 de la CRBV.

 

alfredo.bancoex@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1305 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter