Los patriotas venezolanos toman La Florida (V)

Si, las autoridades norteamericanas desde que obtuvieron la libertad de las 13 Colonias, han puesto en práctica cosas horripilantes que ellos antes repudiaron de los ingleses. Pero los gringos pusieron de moda, el yo no fui, y ante algún reclamo se sorprendían y alarmaban de que tal cosa aconteciese, para pasar luego a prometer pondrían un freno a determinada situación, Sin embargo, esa promesa quedaba siempre en nada debido a que según ellos se presentaba tal o cual circunstancia que impedían aplicar el freno. El gringo ha sido toda su vida un embustero, un tira la piedra y esconde la mano, pero adelanta o retrocede únicamente de acuerdo a sus intereses, busines are busines, y muy drásticamente si se trata de dinero. En una Convención efectuada a mediados del año 1818 por sugerencia del presidente de los Estados Unidos, asistieron los más altos funcionarios del gobierno y también Williams Cobbett, un insigne periodista asesor de aquel gobierno, y cuando le corresponde hablar recomienda que el gobierno de los Estados Unidos debe parcializarse a favor de la España en la contienda que libra contra los latinoamericanos. Por consiguiente, dice Míster Cobbett, se debe negar a una parte los elementos que no tiene y sin los cuales no puede sostener su pretensión, cuando la contraria abunda en ellos, y que eso era lo mismo que condenarlos a que se sometan, y al rendirse llevarlos al suplicio y mandarlos a exterminar.

Simultáneamente el Libertador había convocado a sus oficiales militares a una reunión para discutir acerca de la devolución o indemnización de los barcos confiscados, dándose por concluida esta reunión cuando Bolívar plantear el caso al arbitraje internacional. El Agente de los gringos, Juan Bautista Irvine, desatiende esta opción y pasa de una vez a la amenaza; poniendo de relieve el poderío de su país. El 7 de octubre de 1818 le responde Bolívar de manera enérgica: "protesto a usted que no permitiré que se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende" El año anterior, 1817, había ocurrido un hecho evidente en la simulada neutralidad de los Estados Unidos frente al conflicto entre el Reino de España y sus colonias americanas, eso no amilana a las fuerzas patriotas y Bolívar el 29 de junio de ese año 17, envía a más de un centenar de patriotas suramericanos, dirigidos por el general Gregor MacGregor, ocupara la Isla Amelia frente a la costa norte de la Florida, así lo hace y estos patriotas latinoamericanos proclaman la República Libre de La Florida, estableciendo su capital en la ciudad de Fernandina. Los revolucionarios venezolanos izan su bandera republicana, constituyeron el gobierno civil y designando autoridades militares y navales. La posesión de este punto en La Florida era de mucha importancia para los patriotas venezolanos en términos de comunicación de las fuerzas independentistas con Estados Unidos, y proveerse de los recursos de guerra que allí existen, al mismo tiempo que constituía una posición imprescindible para garantizar el cumplimiento de las medidas de bloqueo de Guayana y Angostura dictadas por Bolívar, pues desde allí se podía observar los barcos que podían dirigirse hacia la desembocadura del Río Orinoco.

De hecho, gracias a esta posesión fue posible capturar las goletas Tigre y Libertad cuando se disponían a abastecer a los realistas en Venezuela, suceso referido anteriormente. Además, la pérdida de La Florida por parte de España y la ocupación subsiguiente de ésta por fuerzas insurgentes, colocaba al ejército español en una difícil disyuntiva militar. La República de La Florida sólo tuvo sesenta y seis días de existencia, el presidente estadounidense James Monroe 1817-1825 y su secretario de Estado, John Quincy Adams, ordenaron al ejército norteamericano desembarcar fuerzas navales y terrestres con las cuales invadieron la isla Amelia y ocuparon la capital Fernandina; el gobierno de los Estados Unidos no podía permitir que los patriotas frustraran sus planes expansionistas. A partir de este incidente Washington aceleró las acciones para lograr la anexión definitiva de Las Floridas a su territorio. Lo sucedido con las goletas Tigre y Libertad y la expulsión de los patriotas latinoamericanos de La Florida, son sólo dos ejemplos de los tantos acontecimientos que pusieron al desnudo la falacia de la proclamada neutralidad gringa.



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José M. Ameliach N.


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