Mí corazón desgarrado
por el dolor de tu partida.
Dolor y compromiso
sentimos por tu pérdida.
Se nos ha ido otro Gigante
de la historia latinoamericana
y caribeña.
Él hombre solidario,
él amante de las causas justas,
emblemático revolucionario.
Demostrando la fuerza en las batallas
por la justicia y la paz.
Comandante supremo de la solidaridad,
quedarás sembrado en nuestros corazones.
Los pueblos darán continuidad
a tus ideas de amor y hermandad.
Un pensamiento,
un dolor,
una lágrima...
Espíritu y pensamiento
inmortal.
Espíritu infatigable,
ejemplo luminoso,
por la verdad.
Siempre estarás presente
en nuestros corazones.
¡Comandante Fidel!
Seguiremos honrando tu legado
y la fuerza en la lucha
por las causas nobles.
¡Hasta la Víctoria Siempre!