Plan Septiembre

A finales de noviembre del año pasado, tomaba resonancia mediática Edward Snowden, ex agente de la CIA de EEUU y de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), actualmente refugiado en Rusia, después que hiciera público una serie de documentos sobre actividades desplegadas por esas agencias de seguridad del imperialismo de los EEUU en el mundo. El caso es, que Snowden revelaba en 2010, que PDVSA había sido objeto de una intensa campaña de espionaje a través de comunicaciones internas, correos electrónicos, perfiles de empleados y otros datos, por las agencias de seguridad imperialista, con el fin, según Snowden, de “entender el corazón económico de Venezuela”. Desde aquellos tiempos, viene toda la planificación que desembocaría en esa política de boicot a la economía nacional o de guerra económica. En el caso de la hermana República Federativa de Brasil, algo similar realizó la CIA y demás agencias de seguridad imperialista, contra la empresa petrolera Petrobras, pero con fines distintos: lograr el derrocamiento de la Presidente Dilma Roussef, mediante el mecanismo del golpe parlamentario, ya en fase final de ejecución. En Brasil, toda la información obtenida mediante el espionaje de la empresa petrolera, les permitió generar información que luego los medios difundían y procuraban escándalos de presuntos hechos de corrupción que afectaron la imagen de la dirigencia del PT en funciones de gobierno. Informaba TeleSur, en el caso venezolano: “Los documentos proporcionados por el ex contratista de la NSA, Snowden, revelan la ejecución de una operación conjunta entre la NSA y la CIA para infiltrar la estatal petrolera venezolana con el uso de equipos de vigilancia de alta tecnología desde la embajada estadounidense en Caracas, ubicada a pocos kilómetros de la sede de PDVSA”. Snowden, con su revelación develaba el velo de supuestas teorías conspirativas con las que siempre, la mediática burguesa pro imperialista, intenta desestimar las denuncias sobre la actuación de la CIA en nuestro país.

Comenzando este 2016, José Vicente Rangel en su programa de finales de enero, lanzó un alerta que pasó desapercibido: “…tanto la CIA como el Pentágono y la DEA están infiltrando instituciones y organismos del gobierno venezolanos”, continuando en sus Confidenciales resaltando que la información “recabada muestra que las actividades se centran en las empresas del Estado más importante”. Los medios, como era de esperarse, se encargarían de sepultar dicha información. Pero, cosas de la vida, con las actividades oposicionistas para intentar activar el referendo revocatorio contra la gestión del camarada Presidente Maduro, y el fraude cometido por la banda de la MUD. Nuevamente, el rostro macabro de la CIA sale a flote. No otra cosa podemos concluir de la plasta puesta por la banda de la MUD, y los rastros dejados en su intentona fraudulenta contra la Democracia venezolana. Una información de sumo interés que nos deja la primera fase de activación del revocatorio propuesto por la MUD, tiene que ver con el nivel de infiltración en los cargos de alto nivel de la Administración Pública, alcanzado por la inteligencia imperialista, los llamados cargos de confianza o “cargos 99”. Al efecto, revela el camarada Diosdado, que de “más de 13 mil funcionarios grado 99, más de 4 mil han firmado contra el presidente Chávez o el compañero Maduro”. Más interesante aún, es la ubicación de ese universo de agentes de la contra, infiltrados en el aparato de Gobierno de la Revolución. Informó el camarada Jorge Rodríguez, que por orden del camarada Presidente Maduro, han sido citados cinco ministros del Gabinete Ejecutivo, a saber: el ministro del poder popular para la alimentación, Rodolfo Marco Torres; el de industrias básicas, estratégicas y socialistas, Juan Arias; despacho de la presidencia, Jesús Salazar; banca y finanzas, Rodolfo Medina y, proceso social del trabajo, Oswaldo Vera. No se equivocó el camarada José Vicente en su información de enero pasado, analicen los respectivos ministerios y ubiquen lo estratégicos que son, y vayan más a fondo en sus análisis: alimentación, constituye el nudo gordiano de la crisis que consume las penurias de nuestro pueblo; industrias estratégicas, busca inhabilitar respuestas desde el propio Gobierno y sus empresas a la crisis; banca y finanzas, procura restringir las posibilidades de dar respuestas en lo financiero, obtención de recursos para acometer soluciones a la crisis; proceso social del trabajo, desde allí se generan problemas en la masa de trabajadores, desprotegiéndolos de la ofensiva burguesa contra su estabilidad; y, despacho presidencial, el monitoreo directo a la cabeza del Gobierno, a la toma de decisiones. Estratégica infiltración, sin duda, no se peló José Vicente cuando lanzó su alerta. Los hechos, le están dando la razón.

Mucho trabajo de investigación se abre para el SEBIN, se trata de 4 mil agentes que deben ser sometidos a la más minuciosa investigación sobre contactos, cuentas financieras, vínculos políticos y con la embajada imperialista, otros de interés criminalística y de seguridad de la nación. Esa investigación, debe conducirnos a develar en profundidad, la actuación de la CIA y demás organismos de inteligencia imperialista en nuestro país, sus métodos y formas de actuación, incluso, ir a fondo tras su gamada de agentes en todo el territorio nacional. No se trata, como intenta presentarlos cierta mediática burguesa e incluso aliada a la Revolución, de presentarlos como “angelitos” servidores públicos, el asunto es más serio si de seguridad nacional se trata, y de eso se trata. La seguridad de la nación que es lo mismo a decir, de la seguridad de nuestro pueblo.

Los efectos de esa medida, que hoy intentan desacreditar los medios de la burguesía pro imperialista, no dejan de manifestar lo acertado que fue. Un ejemplo palpable de lo aquí afirmado, es la respuesta de la web digital oposicionista: maduradas.com al tachar de “¡Miserable! Jorge Rodríguez”, en su edición del pasado 22 de agosto. Un día después, el 23 de agosto, el Nuevo Heraldo, diario vinculado a la mafia cubanoamericana con sede en Miami, medio con amplios vínculos de relación con la CIA y que ha estado muy activo difundiendo mentiras contra la Revolución Bolivariana, sus líderes y líderesas, difunde una información de sumo interés: “El gobierno del presidente Barack Obama ha intensificado su presión para lograr que se celebre un referendo revocatorio contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro…” y el redactor de la nota periodística titula desde Washington: “EEUU busca una nueva estrategia sobre Venezuela”.

Algo cambió en los planes imperialistas, luego de que la Revolución detectara 4 mil agentes infiltrados en el aparato de Estado venezolano. Por eso afirmamos, sin tapujos, no es un caso para desestimar y banalizar, es el gran caso para desbaratar el plan golpista en curso. No por casualidad, Jesús Torrealba desde Madrid, donde acudió a rendir cuenta a sus financistas, en entrevista para ABC de España, clarifica más el panorama de los intríngulis que los han llevado a proclamar a Septiembre como el mes del derrocamiento del Gobierno del camarada Maduro. Ante la pregunta de la opositora Ludmila Vinogradoff, supuesta corresponsal en Caracas pero vive en Madrid de dicho diario: ¿El presidente está acorralado?, responde Torrealba: “Sí, por sectores medios y altos del oficialismo, y elementos de la estructura de poder. Al principio intentó adoptar algunas medidas en materia económica, como eliminar el control cambiario. Pero al pisar ciertos callos tuvo que retractarse y se quedó varado en el medio. No ha tenido capacidad de maniobra…” La cita de Torrealba, es por demás elocuente: “…elementos de la estructura de poder”. Los cargos grado 99, forman parte de esa estructura de poder, pues forman parte de quienes toman decisiones y ejecutan políticas decididas en la cúspide del Estado. Es, esa “estructura de poder”, que ese proceso de recolección de firmas permitió develar, por ahora, pues cuántos no quisieron mostrarse abiertamente. Por ahora, el Plan Septiembre de la oposición pro imperialista, arrancará con un pie en falso, 4 mil de sus piezas han sido desmovilizadas, cuántas más quedarán?

De allí, que Obama ahora se esmere en buscar una “nueva estrategia sobre Venezuela”, ansioso como está en derrocar el Gobierno del camarada Presidente Maduro antes de entregar la silla presidencial en noviembre próximo. Y tan ansiosos como él, están sus agentes por cumplirle en su orden dada. Tan ansiosos, que se han creado una realidad que solo en sus mentes perversas existe, y están tratando de incentivarla en sus seguidores: “El líder opositor cree que Maduro está « negociando, dentro del chavismo, las condiciones de su salida del poder», publica ABC de España”. Sobre ese supuesto análisis, concluyen que el Gobierno del camarada Presidente Maduro está en fase terminal, así de simple ven la situación en nuestro país. Sobre ese falso supuesto, han activado el Plan Septiembre con los paros de transporte en algunas regiones del país, como Táchira, Aragua, Miranda y Carabobo, bajo el burdo argumento de que los aumentos acordados de pasaje, son insuficientes para comprar repuestos y otras necesidades, propias de la actividad del transporte de pasajeros. Pero, lo ocurrido en Táchira devela sus oscuras intenciones, como lo revela el camarada Vielma Mora quien denuncia que después de acatar positivamente todas las solicitudes de los transportistas sobre la consecución de 12 mil cauchos, atender la operatividad del pasaje estudiantil, su pronto pago y el de las deudas, atender las demandas de restitución del cupo de combustible y ampliarlo a 38 mil nuevas unidades de transporte, como refiere Vielma: “Se hizo el acta con todas las solicitudes, pero al observar la convocatoria a levantar el paro, los transportistas no aceptaron”. Otra, pareciera ser la intención y esa, la revela el presidente encargado del Sindicato de Transporte del Estado Táchira, Víctor Velazco: “Si no hay respuesta, dentro de algunos días, las federaciones se reunirán para decidir un paro nacional”.

Septiembre nos recuerda al Presidente Salvador Allende, todo el entramado de acciones desplegadas por la CIA y sus agentes de la derecha fascista chilena, para derrocarlo y propiciar el golpe sangriento ejecutado en última instancia por Augusto Pinochet, posteriormente vendrían los miles de muertos y desaparecidos en orden de más de 30 mil, ejecutados por la sangrienta dictadura pinochetista bajo las órdenes del imperialismo de los EEUU. La misma Chile, que un octubre de 1972 fue sorprendida por la huelga de los transportistas, dirigidos entonces por un militante del grupo paramilitar ultraderechista “Patria y Libertad”, León Villarín, que reunía 165 sindicatos de camioneros, con 40 mil miembros y 56 mil vehículos, quienes deciden ejecutar un paro indefinido de sus actividades en todo el país. Dicha huelga, fue financiada por los EEUU con 2 millones de dólares, según consta en documentos desclasificados años después, insertada dicha huelga en el entonces denominado “Plan Septiembre” que buscaba, entre otras cosas: “poner en práctica una técnica que, bajo un contenido de masas, se basa en el “gremialismo” de los patrones y en la “resistencia civil” de la burguesía”. Fue tan planificada, dicha huelga, que un día antes de iniciarse el paro, el entonces embajador de EEUU en Chile, Nathaniel Davis le envió un cable secreto al presidente Nixon donde le informaba que: “para proteger los intereses de la oposición, la confrontación puede resultar inevitable”. Como efectivamente lo fue, el detonante final del Gobierno del camarada Presidente Allende, pues paralizó al país, interrumpiendo todos los abastecimientos de alimentos y demás materias primas fundamentales. El paro, dio pie para el cierre de los comercios, las industrias, el país comenzó a paralizarse. Ese año, Allende capituló al suscribir el llamado Pliego de Chile en el que se contemplaron un conjunto de beneficios a los transportistas, siendo el más destacado que dicha actividad no sería estatizada. Como señala Susana Rojas, en su relato periodístico: “Huelga de camioneros 1972 y 1973”: “Acorralado por los gremios y con el país en crisis, Allende buscó una solución inédita en su mandato. Casi un mes después del inicio del paro, el 2 de noviembre, juraba un nuevo gabinete, compuesto por tres miembros de las FFAA, entre ellos el comandante en jefe del Ejército, general Carlos Prats, así como por dos altos dirigentes de la CUT. Este fue el primer acercamiento de los militares al poder”. Buen ensayo ese de 1972.

Un nuevo paro de transportistas ocurrió en septiembre de 1973, el cual sirvió de antesala al golpe pinochetistas fascista. Manuel Fuentes en su libro: “Chile, la Verdad Histórica. El Marxismo-Leninismo”, nos habla del paro: “El nuevo paro sorprendió otra vez al gobierno. Las autoridades sostuvieron que los dirigentes de la Confederación de Transporte Terrestre tenían todo lo dispuesto para detener las actividades. A lo que ellos replicaron, “no estamos en presencia de un paro ni de una huelga, sino tan solo de la legítima suspensión de actividades acordada por particulares dueños de un camión, quienes al no recibir de parte del gobierno los elementos mínimos que se acordaron para ejecutar el servicio del transporte de carga, han acordado libremente suspender en forma indefinida sus labores habituales, hasta que no se les cumpla lo acordado”. Pero, continuemos con el relato de Susana, que bien nos permite tener una visión de aquel paro de transportistas en la Chile de 1973, días previos al golpe fascista: “El tenso clima de negociaciones alargó el conflicto en una semana de inútiles conversaciones. La Oficina de Planificación Nacional, avaluó las pérdidas en 60 millones de dólares y, según sus cifras, quedaron sin distribuir dos millones de kilos de leche en polvo, que beneficiarían a tres millones y medio de personas. Esta vez, el gremio del rodado, refundió sus exigencias en catorce puntos, debido a que todas las ramas del transporte poseían el mismo problema: la falta de repuestos y de máquinas. Pero quien había ganado mayor fuerza en el paro de octubre, sin duda había sido la Confederación de Sindicatos de Dueños de Camiones, la que se sentía más perjudicada y traicionada, por lo que estimaba, incumplimientos. Pero como casi todos los acontecimientos que rodearon la caída de Allende, poco o nada estaba en manos del gobierno, la falta de repuestos y máquinas, no dependía de Chile, sino de EEUU, que a esa altura, ya veía coronados todos sus propósitos en el lejano país con el bloqueo comercial y el desabastecimiento. Esta paralización, que fue histórica producto de su fuerza y cohesión, fue la antesala a la intervención de las fuerzas militares en Chile, pero también sirvió para demostrar cómo se puede paralizar a el país más largo y estrecho del mundo…” (El paro que coronó el fin ó la rebelión de los patrones, El Fin Llega sobre Ruedas, Susana Rojas, http://www.elperiodista.cl/newtenberg/1387/article-32642.html#h2_2). Nada ocurre al azar en nuestra Revolución Bolivariana…



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Henry Escalante


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