21 de Febrero - En diciembre de 2018, la misión Osiris-Rex, de la NASA, llegó hasta el asteroide Bennu, una roca espacial de unos 500 metros de diámetro, posicionada a 300.000 kilómetros de la Tierra. Tras una semana después de su descubrimiento, los científicos observaron que la roca estaba desprendiendo partículas al espacio.
La sonda de la Nasa Osiris-Rex ha estado recogiendo muestras de la superficie del asteroide, y se ha pautado la entrega de dichas muestras para el año 2023. Los investigadores pretenden recoger muestras de los lugares identificados por la NASA, se trata de "Nightingale" y "Osprey" ubicados en el asteroide Bennu.
El miembro principal de esta investigación es el científico venezolano Humberto Campins Camejo, que lleva más de 30 años trabajando en la NASA y está involucrado en este estudio desde el año 2018.
La nave OSIRIS-REx ha capturado numerables imágenes del asteroide 101955 Bennu y con las mismas, el equipo está desarrollando el mapeo del asteroide.
El primer lugar para recolección de muestras es el "Nightingale", pero para cualquier contrariedad o percance, el equipo tomaría muestras en el segundo lugar de "Osprey".
El área de "Nightingale" posee cráteres realmente amplios, con un diámetro de 140 metros, contiendo en él, componentes de interés para los investigadores, un material oscuro de grano fino, reflexión baja y temperatura inferior a la de la superficie.
La misión no toma tanto tiempo, se estima un periodo de cinco minutos en la operación y que los datos recogidos tarden en llegar a la Tierra sólo cinco minutos más. Los científicos de la NASA esperarán la información de la misión en la Universidad de Arizona.
El científico venezolano Humberto Campins Camejo, dijo lo siguiente: "No sabemos cómo una roca grande terminaría así", y añadió que "podría ser que estaba en la cima de algún punto alto y se rompió y rodó hacia abajo. O podría haber sido un satélite de Bennu que de alguna manera giró en espiral. Está produciendo todo tipo de conversaciones interesantes".
Los objetivos de la misión son principalmente la búsqueda de agua presente en minerales hidratados de Bennu. "Queremos identificar recursos potenciales para explotarlos en el futuro", explica Campins,
El científico afirma que "en el momento en que pueda producir agua y materiales de construcción más baratos a partir de asteroides que de lanzarlos desde la Tierra habrá muchos clientes que querrán comprarlo". Argumentando lo siguiente: "Creo que antes de lo que mucha gente piensa, habrá una economía espacial autosuficiente, con la minería de asteroides vendiendo materiales de construcción a la órbita terrestre y las operaciones lunares".
El investigador venezolano Humberto Campins, considera el asteroide con un alto nivel de peligro para nuestro planeta Tierra, se calcula que el asteroide podría pasar cerca de nuestro planeta en el año 2135.
