Octubre 13 de 2018.- En la tercera y última parte de esta entrevista-reportaje realizada a Sirio Quintero, desde su sitio de trabajo en Boconó, estado Trujillo "El Jardín de Venezuela" como la bautizara Simón Bolívar en su segunda visita a este paraje andino en el año 1813, al quedar impresionado por el verde de la vegetación reinante. Desde su consultorio el nanotecnólogo realiza amplias consultas a lo largo del día, seis días a la semana, luego de haberles realizado las pruebas de ADN a los pacientes, posteriormente se les dan las citas correspondientes para comenzar el tratamiento con las terapias electromagnéticas junto al tratamiento ortomolecular y la herbolaria, a través de las distintas "tomas" de infusiones.

Los pacientes que llegan de diferentes partes del país comienzan su terapia en un pequeño salón, ubicado en una casa que se encuentra como a cinco cuadras del consultorio de Sirio Quintero, donde mas que las distancias ideológicas, o de diferencias de nivel económico los unen las dolencias y enfermedades que son los motivos por los que allí confluyen, generándose un sentido de apoyo mutuo y de compañerismo. Cada uno lleva su arsenal de tomas embotelladas, la de quina es la más común, otros comparten sus galletas de soda, las únicas permitidas y algunos sábados se hace un convite colectivo donde cada uno lleva alimentos para compartir, llama la atención que dentro de la dieta tan rigurosa, surjan recetas creativas con los alimentos permitidos, siendo esta la fase que le cuesta mas a los pacientes, pues deben evitar comer cerdo, carne de res, y sobre todo del pollo, según Quintero, el más contaminante, en fin no se puede ingerir proteína animal y hay que decirle adiós al pan, la pasta, los lácteos, el café, la mantequilla, el chocolate, el azúcar y una gran lista de comestibles a los que cuesta renunciar, por lo que la voluntad, la disciplina y la paciencia son sumamente necesarias en el período de recuperación de la salud.

En este contexto de nanopartículas, hierbas, tomas, alimentos naturales y frecuencias electromagnéticas se desarrolla esta entrevista donde Sirio Quintero nos habla sobre el uso de tecnologías, que para nuestra comprensión son casi inverosímiles, como si salieran de una película futurista de ciencia ficción, como lo son los protocolos de la nanotecnología con la medicina cuántica, la regeneración y reconstitución de órganos, conjuntamente con el uso de la medicina ancestral.

Quintero denuncia la manipulación de las transnacionales en la limitación de los usos de las plantas autóctonas en nuestros países y explica el caso de la Cinchona officinalis, conocida como la quina, la cual, nos explica, "tiene gran capacidad de almacenamiento de energía térmica y desde la biología molecular la quina es una de las plantas con mayor capacidad de esta energía, esto corresponde al campo de la biofísica" y destaca que "desde el punto de la polaridad biomagnética, los parásitos, los virus, las bacterias poseen una polaridad negativa y la quina tiene una polaridad positiva, como son contrarios se atraen y los parásitos al tratar de succionar la mayor cantidad de energía térmica, entran a su organismo una nanopárticula de quina, y la quina al emanar energía térmica continua, los parásitos se sobresaturan de esa energía térmica y explotan".

Prosigue, "la quina es el mejor bactericida natural del planeta y lo tenemos en casi todos los estados del país, ese potencial antibiótico natural de medicina herbolaria existe en nuestro país, es una planta de la tradición de la medicina ancestral, pero paradójicamente en el país se prohíbe la utilización de la quina, debido al uso de las transnacionales que han logrado patentar derivados de la quina y las comercializan y mandan a sus asesores a las instituciones públicas para que emitan regulaciones contra el uso de la quina porque van en contra de sus intereses, que son los verdaderos asesores de los grandes ministerios de salud de nuestros países latinoamericanos productores de esta maravillosa planta".

Quintero, describe todo el proceso de las tomas que van a acompañadas de un riguroso método de alimentación vegana, donde no se consume nada animal, y se eliminan ciertos vegetales como el aguacate, el calabacín, la cebolla blanca, el tomate, la fresa, el cambur, plátano maduro, el pimentón, entre otros, que muchas veces son producto de ingeniería genética que dejan de proveer los nutrientes necesarios para que el cuerpo adquiera algún tipo de mineral útil para el organismo humano.

En esta edición podemos ver los testimonios de Zoraima Hernández, de Milagro del Cielo y de Solimar Peñaranda madre de una paciente de Sirio Quintero.





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