Empleados del imperialismo a través de las redes

“Cuando más crees

 que eres libre en Internet,

 más controlado estás.” 

Anónimo

 

En frente de una humilde vivienda, una de tres mujeres, que se encontraban guareciéndose del inclemente sol del mediodía debajo de un pequeño árbol, encendió una acalorada discusión, después de una apacible conversación para pasar el tiempo. La dama, quizás la de mayor edad o más golpeada por los avatares de la vida, refutaba a un joven, quien cargaba parte de su indumentaria a la moda y algunos tatuajes muy visibles en los brazos, hablando tantos disparates alzaba la voz, para no dejar ninguna duda de su poca preparación política al no paraba de atacar y ofender al presidente de la República, como si estaba en sus acostumbrados juegos callejeros con los amigos del barrio. Al final la discusión no paso de ahí, pero la mujer dando demostraciones de no estar jugando, terminó dándole una lección al joven ¡Muchacho cállate, tú no sabes lo que estás diciendo, lo único que haces es recoger basura de las redes para luego repetir; piensa lo que dices, para que no te conviertas en uno más del montón, pero utilizado, sin darte cuenta! 

La expresión de la humilde mujer, madre de uno de los muchachos, que pasa mucho tiempo en un grupo, celular en mano al lado de su hijo en medio de intermitentes emociones, a veces ríen, en otras se quedan paralizados con los ojos desorbitados, como si se han ganado un premio gordo de la lotería, algo, casi generalizado en un porcentaje muy alto de jóvenes, que han nacidos en una de las etapas más alienantes del mundo actual, producto de los avances tecnológicos, el cual en fracciones de segundos te paralizan en cualquier sitio, como si te estuvieran manejándote a control remoto, desde un poderoso centro de poder. Se pueden presentar los inventos más inverosímiles, pero los basados en el poder mediático ocupan el tiempo y por eso siempre repito a donde llego y me consigue personas en grupos, como adormecidos viendo el celular: ¡Desde que apareció este hipnotizante aparatico se acabaron los desocupados!

De esta forma aparecen “inocentes empleados” a través de internet al servicio de los más oscuros intereses. Utilizados sin percibir ninguna remuneración, pero se siente sabios repitiendo lo que desconocen totalmente, para formar parte de la cadena a través de las redes, hasta llegar a ocupar muchos espacios, con aseveraciones intranscendentes, sumamente difíciles de creer, pero cumplen una función, aunque, después se esfuman, pero la renovación de mentiras no para, muchas de ellas lanzadas con el odio visceral de una cantidad de opositores, capaces de encender praderas, si la antipatía se pudiera utilizar, como combustible. No se puede discutir la utilidad del celular, por la cantidad de problemas que se resuelven en el momento preciso, pero la desvirtuación de su uso muchas veces no depende de los usurarios, si no de las partes interesadas al colocar las aplicaciones más utilizadas, como el que coloca una trampa en el camino, porque al final las convierten en la cadena de trasmisión de los intereses imperialistas y de los que se oponen a los avances de la humanidad.

El ejemplo más claro de cómo el poder del dinero, es utilizado a través de las redes para cometer barbaridades, está presente en el caso de Donald Trump, aprovechó todo el poder mediático para incitar el asalto al capitolio, con personas manejadas a través de las redes para luego tratar de salirse del paquete, con toda la montaña de dólares y hasta los momentos los enjuiciados son otros, mientras él, sigue aspirando nuevamente a la presidencia de los Estados Unidos, como un angelito. Esta estrategia mediática en parte la utilizaron en Venezuela, con los mismos protagonistas, que hoy se están disputando las primarias, ya que, el imperialismo, la oligarquía y la oposición venezolana, que nunca se queda atrás, cuando su amo los arrea para que lo ayude a defender sus privilegios se presentan puntual. Sin embargo, no han podido desbaratar un gobierno electo por el voto popular, ya que, puede más el amor por la patria y el compromiso moral, con el fallecido comandante Chávez, que los ataques despiadados a través de todo el aparataje mediático del imperialismo. 

Por algo el comandante Fidel Castro, en una oportunidad lo dijo muy claro: “En estos momentos no es la guerra de las balas, lo que decide, es la guerra de la información, que llega de un lado a otro en la mayoría de las veces para desinformar de acuerdo a sus intereses” Desinflado el Guaidó, enfilaron las baterías con María Corina Machado, para presentarla, como la arrecha de la película, una especie de mujer maravilla muy popular entre los captados e hipnotizados por la maquinaria cinematografía de Hollywood, con su proyección en la mayoría de los países latinoamericanos para envilecer pueblos enteros De esta María “maravilla” Corina se le puede creer todo, porque el que pide una invasión a su país, es un criminal por donde se le mire y es capaz de cualquier cosa. Ahora, está utilizando los mismos medios para salirse del paquete, igual al Trump; pero a María “maravilla” ni los recogedores de basura en las redes la va a salvar; está inhabilitada, con pruebas suficientes. Trump, por su parte sigue pataleando y con los dólares no sabemos, hasta dónde puede llegar. 



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Narciso Torrealba


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