Podemos alimentar a la mitad de Venezuela

Razones para producir en el sur del lago de Maracaibo

La ingente crisis que se ha instalado de manera perniciosa en el país y sus ya conocidas causas y consecuencias, ha desvastado no solo la economía sino el ánimo del pueblo. Los ataques hacia el Gobierno Revolucionario, al estado venezolano y la nación, persisten de manera implacable por parte de factores internos y externos, que como lacayos al imperio norteamericano no cesan en sacrificar al pueblo venezolano tratando de implantar hambre y miseria en nombre de la libertad, como lo predijo el Libertador Simón Bolívar. Por eso, ante esta incesante arremetida urge al corto, mediano y largo plazo implementar medidas que reactiven el aparato agroproductivo nacional, sobre todo en aquellas regiones que por tradición, vocación, tipificación, uso de la tierra y todas aquellas condiciones agroclimáticas y edáficas, nos abastecían del sustento alimenticio nacional y hasta generaban divisas por exportación y que ahora se encuentra en un incongruente letargo infecundo. El Sur del Lago de Maracaibo es una de esas subregiones que por su caracterización fue denominada la alacena de Venezuela y que hoy esta gran despensa está media llena, porque no provee la cantidad de alimentos como lo solía hacer en tiempos cercanos, por diversas razones.

Situada en el vértice sur de la herradura que forma la cuenca del Lago de Maracaibo, frente al piedemonte andino merideño y tachirense, esta planicie aluvial tiene una superficie factiblemente productora y productiva de 500.000 Has de las mejores tierras del país que provee potencialmente el 18% de los productos cárnicos y lácteos y el 70% del plátano que se produce nacionalmente, el 40% de grasas de origen vegetal (palma aceitera), el 50% del cangrejo azul y posee la arcilla expandible necesaria para sembrar y cosechar mas de 30.000 Has de arroz entre otras bondades. Esta franja la conforma por una parte el denominado Eje Panamericano, la gran vía por donde se transportan y distribuyen hacia otras zonas del país, todo lo producido aquí. Por otro lado, se encuentran los cuatro municipios del estado Zulia: Catatumbo, Colón, Francisco Javier Pulgar y Jesús María Semprun, que es una extensión de tierra con vocación agropecuaria probada por centurias. Su agroclima está clasificado dentro del rango del bosque húmedo tropical, con suelos medianamente profundos a profundos, con abundante materia orgánica, con textura que van de la franco, franco arenosa a franco arcillosa y pH de moderadamente ácido a ácido, con disponibilidad de agua todo el año por su alto nivel freático y 1400 mm de precipitación distribuidos de manera uniforme durante los doce meses; con una humedad relativa de mediana a alta (entre el 60 al 80%) y temperaturas muy tórridas, lo que ha permitido el desarrollo de una gran diversidad de especies endémicas o autóctonas como el cacao porcelana, las solanáceas (pimentones, ajíes y tomate) y la yuca e introducidas como las musáceas (plátano y sus variedades), la palma aceitera, la caña de azúcar, el mango, la parchita y los cítricos y por su puesto, rebaños y rebaños de bovinos y bufalinos como especies mayores y porcinos caprinos y ovinos como especies menores. Esta inmensa llanura esta irrigada por los ríos Chama, Catatumbo (navegable), Río Bravo, Mucujepe, Escalante, Tarra y varios afluentes. Además, posee puertos importantes de salida al Lago de Maracaibo como Puerto Concha; Encontrados, La Maroma y un gran potencial pesquero y de ecoturismo, teniendo como gran atracción entre muchas otras, el famoso Relámpago del Catatumbo. Pero, actualmente esta inmensa y verde pradera ha dejado de producir el bastimento en la cantidad y calidad que requiere hoy nuestra patria, por algunas razones que describiremos a grandes rasgos:

  • Migración de los trabajadores rurales de los campos a las ciudades y fronteras debido al bajo estipendio que perciben por su jornal de trabajo, en comparación con los ingresos que puedan obtener por el mercantilismo informal, el denominado "bachaqueo" o el comercio ilegal fronterizo de bienes, alimentos, combustible o transacciones en divisas. Esto trae como consecuencia que no exista suficiente personal para realizar el trabajo que requiere las áreas de cultivo y las de manejo de rebaño.

  • Desánimo en los pequeños y medianos agricultores por su baja producción y rentabilidad en sus espacios agropecuarios, debido a los pocos accesos al asesoramiento técnico, la maquinaria, fertilizantes, controladores de plagas y enfermedades, semillas mejoradas y simientes optimizadas de animales. Además hay que agregar el deterioro de la vialidad rural y la deficiencia en los drenajes y muros de las áreas de cultivos y rebaños. Todo esto conlleva a tener una agricultura muy marginal o de subsistencia y en el peor de los casos, a la venta de las bienhechurías y el traspaso de estas tierras a grandes productores que tienen la capacidad de obtener maquinarias e insumos a precios especulativos, encareciendo los costo para producir y por ende, incrementando el valor de las cosechas al final

  • Hay pérdida de la riqueza, diversidad y mejoramiento genético y fenotípico tanto vegetal como animal, bajando de manera ostensible la productividad ya que tanto los diferentes cultivos, como las diferentes razas de animales (bovinas y especies menores) aclimatadas o creadas en los diferentes ecosistemas agrícolas, han disminuido su potencial lo que ha llevado a que estas especies estén mas propensas a enfermedades o cruces genéticos indeseables.

  • No existen centros de acopio municipales o parroquiales para la conservación, distribución y comercialización de los productos de origen agrícola animal, vegetal y pesquero, que permita directamente al productor "arrimar" su cosecha y que esta sea adquirida por el pueblo circundante, sin la intervención de la nociva cadena intermediaria que es la que mas se lucra con el esfuerzo del campesino y la ansiedad del consumidor.

  • El tema de la inseguridad en este territorio aun se mantiene latente a pesar del enorme esfuerzo que está haciendo las FANB para combatir esta situación. Por ser esta zona una franja fronteriza con cierta permeabilidad, está expuesta al constante asedio de grupos irregulares desplazados o introducidos y que como parte de su financiamiento acosan a los productores "vacunándoles" para "proveerles" una seguridad contra ellos mismo. Esto hace que los agricultores abandonen las áreas de producción por la presión imperante y que sean ocupadas u "obtenidas" a bajos precios por testaferros de estos grupos o de aquellos que aparentan ser colectivos de campesinos para invadirlas, quedando en manos extranjeras y de manera comprometida para la seguridad nacional.

Estas cinco grandes razones, no explican en su totalidad algunas situaciones puntuales, pero si engloban de manera muy tocante el contexto. Pero, ante estas cinco grandes razones se plantean cinco grandes perspectivas para empezar de manera inmediata y mediata para reactivar no solo la producción sino al pueblo campesino, el que sabe como producir:

  • Recuperar en concurso con las comunidades rurales organizadas y sus autoridades regionales y locales los espacios de salud, educación, recreación y de seguridad y crear incentivos económicos a la producción, que generen ingresos adicionales para el productor y que este se revierta en sus trabajadores y que tengan acceso a los alimentos que ellos mismos producen como bono alimenticio real en la unidad de de producción donde ellos laboran, dignificándolos y con esto aminorar la deserción del campo hacia otros lugares u otras actividades nada productivas. En esta zona, se debe implementar de manera imperativa jornadas de financiamiento por la banca privada en primer lugar y los organismos del estado destinados para ello, donde los productores tengan un real acceso al crédito con las tasas preferenciales de guerra económica y manera expedita por la premura de la situación, ya que no se han realizado inversiones importantes en lo colectivo para este sector desde hace algún tiempo.

  • Recuperar la red de laboratorios de análisis de suelo, tejidos biológicos animales y vegetales y genético que existen en las instalaciones de CORPOZULIA y la Universidad Nacional Sur del Lago (UNESUR) como herramientas tecnológicas para que los productores lleven sus muestras y puedan realizar los correctivos necesarios y precisos que permitan un mejor manejo de sus cultivos y rebaños y una optimización de sus recursos de inversión y aumento de una producción con mejor calidad. De igual manera recurrir al conocimiento técnico-científico de los estudiantes y docentes de UNESUR de Administración de Empresas Agropecuarias, Ingeniería de la Producción Agropecuaria, Ingeniería de Alimentos, Contaduría y Veterinaria para asesorar a los productores tanto en el uso eficiente de sus recursos financieros como en el mejoramiento productivo de sus cultivos y rebaños. Esto además les proveerá a los alumnos y sus profesores el entorno vivencial para su desarrollo profesional. Hay que promover los cultivos de ciclo corto como el caso de las solanáceas, ocumo y la yuca, en extensiones importantes y de rebaños significativos de especies menores con alto contenido proteico como el caprino y porcino, que ocupan menos superficie de manejo y su alimentación se puede realizar con remanentes de la producción platanera entre otras alternativas nutricionales. De igual manera rescatar el inventario del parque industrial creado por el Gobierno Bolivariano y el sector privado, para agregarle valor a la producción primaria.

  • Realizar jornadas de salud animal y vegetal, además permitir el acceso a material para el mejoramiento genético y fenotípico con semen de toros de calidad comprobada que se adapten al animal doble propósito que pasta aquí (si es posible promover una raza de esta zona) y rescatar razas como el Santa Gertrudis o novillo rojo hoy casi desaparecido y semillas de alto rendimiento que desarrollen todo una zafra cuantiosa garantizada. Salvaguardar de manera tangible y fundamental y promover de manera impostergable el cultivo del cacao porcelana, considerado el mejor del mundo por sus cualidades organolépticas, ya que este es su lugar de único de desarrollo natural y amerita darle su denominación de origen y será seguramente una fuente real de ingreso de divisas. Se debe implementar la creación de empresas mixtas o incentivar al sector privado para que coloquen sus sedes de distribución y comercialización de productos biológicos y de insumos agroquímicos en esta zona cercana a las áreas de cultivo y rebaño. Todo esto se debe realizar con el entendimiento y la participación de los campesinos organizados y los gremios de productores ya establecidos.

  • Promover en la Comunidad Organizada en conjunto con las autoridades locales, espacios para mercados populares y centros de acopio y distribución, donde los mismos agroproductores pueden expender sus productos con su margen de rentabilidad que le genere reinversión sustentable y que los precios al consumidor se sitúen muy por debajo al régimen especulativo imperante. De esta manera, se irá socavando la terrible paradoja de que en estas áreas lo que se produce aquí no se puede comprar o consumir aquí, porque se los llevan a otras partes, muchas veces a la frontera. Todo el excedente de la producción será comercializado por el productor a comunidades circundantes u otras entidades nacionales. Esto generará una economía local de abastecimiento en cada ámbito comunal, municipal y subregional y dirigiendo los excedentes a otras latitudes. Con esto se trata de liberar al producto de la carga impositiva de las denominadas "roscas" de intermediarios, porque son productos perecederos y su comercio y consumo deben hacerse rápidamente, beneficiando y protegiendo al binomio productor-consumidor y no a aquellos que se lucran con el esfuerzo de unos y las necesidades de otros.

  • En acompañamiento con las FANB el estamento del INTi debe realizar una evaluación de aquellas unidades de producción que fueron desafectadas o recuperadas y ver la realidad de su situación productiva o de abandono. No se puede permitir que toda área que debería estar en producción y que fue sometida a la aplicación de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario por parte del Gobierno Bolivariano, se encuentre en ocio a pesar de las inversiones que pudieron darse en ellas para generar alimentos. De igual manera, hacer la respectiva regulación de tierra a todos los productores y ver quienes en realidad están ocupándolas de manera productiva y quienes las han abandonado o traspasado de manera irregular. Esta regulación genera tranquilidad y arraigo a los productores y les permitiría beneficios contemplados en la ley. Toda esta actividad de supervisión de tierras debe ser evaluado en conjunto con la FANB, como ente rector del resguardo y la seguridad de la nación.

Debemos salir de una producción de subsistencia marginal y dirigirla hacia una economía agrícola que conduzca la producción hacia una productividad sostenible en el tiempo, permitiendo la rentabilidad al esfuerzo del campesino y el acceso a la población de buenos y abundantes productos a precios solidarios y reales, como alternativa valedera para ir minando esta crisis alimentaria nacional. Mas producción implica mayor acceso a los alimentos, a menor precio al consumidor, estimulando la inversión, la rentabilidad y la productividad y por su puesto lo mas importante, enraizando al pueblo a la tierra y a sus beneficios y aumentando los ánimos de esperanza de la familia venezolana. Este pedazo de tierra surlaguense en plena producción, volverá a ser la alacena que nuestra patria necesita hoy más que nunca y esto parte por entendernos y producir, en ese orden.

 

naggefinolv@gmail.com



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