24 de febrero de 218.- El arquitecto Servando Marín-Lista, es consciente de que en un país de constantes malas noticias, un posible terremoto sería el último de los problemas de los cumaneses. Dice: "Esta es una advertencia ante los hundimientos ocasionados a causa de los terremotos que sufrió Cumaná".
Su explicación pone al desnudo esta realidad, por lo que le preguntamos: ¿Estos hundimientos son la posible continuación de los terremotos que sufrió Cumaná de 1766 y el de 1853?
La modificación de la línea del borde costera de Cumaná con "pérdidas de tierra", a causa del colapso de elementos geográfico, quizás sean la continuación de los que sufrió Cumaná en 1530, 1766 y 1853. En efecto, el alcance detallado de la investigación de la reconstrucción e interpretación fotogeológica, histórica y cartográfica de la ciudad, permitió apreciar la peculiar características de haber sido elaborados sobre la base de su cotejo del Planos de los siglos XVII a XX, lo cuál permitió identificar:
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El hundimiento de un pequeño dique o cabo, del cuál no hay referencias de terremotos anteriores a la fecha de elaboración del plano de Crame (1777) -delineados en color verde- (Cuadro fotográfico anexo B).
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El rompimiento de la península de Cumaná, en ocasión del terremoto del 21 de octubre de 1766 -delineados en color amarillo- (Cuadro fotográfico anexo B).
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El rompimiento de una sierra, del cuál no hay referencias de terremotos anteriores a la fecha de elaboración del plano de Moreño (1792) -delineados en color azul- (Cuadro fotográfico anexo C).
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El hundimiento frente a la desembocadura del río en ocasión del terremoto de 1853.También, se observó el hundimiento del terreno del borde costero en la zona de la desembocadura del río ocasionando la destrucción del muelle o puerto -delineados en color morado- (Cuadro fotográfico anexo D).
Estos fenómenos de hundimientos, son producto del tipo de suelo llano donde está asentada Cumaná, el cuál es mayoritariamente aluvional y saturado de agua, con potencial de amplificación de las ondas sísmicas y de licuación.
Lo que esto significa en términos prácticos es que nadie entiende el significado si no se contribuye a la necesaria evaluación, entonces: ¿Qué significado tiene lo señalado ante un eventual movimiento sísmico?
El problema es que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) planteó pasar de 70 a unos 250 habitantes por hectárea sobre estas áreas vulnerables. Lo que esto significa en términos prácticos es que nadie entiende el significado del financiamiento del B.I.D., si la misma Alcaldía, no ha contribuido a una necesaria evaluación dentro de una política de proyección del proyecto BID-MPPP-Alcaldía diferente y no convertirlo en simple instrumento de toma de decisiones a escala urbana.
