Cumaná: De la ciudad a la anticiudad

Cumaná, la hermosa ciudad que acompaña al Golfo de Cariaco, se ha expandido más allá de sus límites históricos. Los desarrollos de viviendas se perciben caóticos, porque a diferencia del núcleo fundacional y los desarrollos aledaños, que están estructurados por medio de plazas y calles. Los nuevos asentamientos se «implantan» al modo de campos industriales, una masiva construcción de casas en cuadricula milesia; tales desarrollos propios de la era industrial sirven para dar respuesta a una masiva población agrupada en torno a los complejos industriales. Este tipo de asentamiento o implantación urbana no es apto para el desarrollo armónico del hábitat comunitario, por cuanto en éste no se busca ni se pretende el carácter cívico de la ciudad, que no es posible que no sea otro, pues en tal caso no sería ciudad.

Por el contrario, la ciudad fundacional posee el carácter cívico que hace posible la ciudad y la ciudadanía, éste se da por medio de la plaza, del espacio público o político. En el espacio público, es posible asentar las edificaciones que representan la ciudadanía, en éste la ciudadanía tiene su desarrollo e irradia hacia el resto del área de influencia. ¿Hasta dónde llega tal influencia en Cumaná? ¿Hasta dónde la ciudad es ciudad? La ciudad ha dejado de ser ciudad allí donde se comienza a percibir la línea difusa de la misma, allí donde la plaza no es plaza, allí donde la ciudadanía se desdibuja, allí donde lo cívico se ha perdido; donde la plaza es un monumento ajeno a la conversa, al intercambio vecinal; donde el espacio público ha dejado de ser público para convertirse en lo de nadie, hasta allí llega la ciudad real, lo demás es ficción de concreto y asfalto.

La expansión de la ciudad que ha sido lenta, por ser el estado Sucre un estado históricamente pobre. No obstante, se vislumbra una expansión explosiva con la llegada a Sucre de PDVSA, lo cual causará una expansión urbana incontrolada, por los recursos económicos que la industria petrolera aportará a la ciudad. Además, se proyecta la construcción un puerto de aguas profundas en Manicuare, en el Golfo de Cariaco, al frente de Cumaná ¿Han iniciado el Ministerio para la Vivienda y Hábitat o el Ministerio de Planificación el plan para el ordenamiento urbano de Cumaná? ¿Se tiene previsto el impacto que causará PDVSA en la región? ¿Se ha previsto la aceleración de los costos de vivienda y alquiler?

El arribo de la industria petrolera a Sucre abre grandes esperanzas; pero también grandes temores por la especulación urbana que ésta generará, ya que no hay una infraestructura urbana prevista para soportar el empuje que la dinámica petrolera traerá sobre Cumaná. De allí la necesidad que el Ministerio para la Vivienda y Hábitat y los organismos estadales y municipales del estado Sucre trabajen en esta problemática fáctica, que se adviene sobre la ciudad. Posiblemente los especuladores, mercantilistas y terrofagos ya han previsto las ganancias que están por venir y están preparados para recibir la bonanza del petróleo. Los organismos a los cuales competen los asuntos de la ciudad posiblemente están en el sueño de lo divino.

¿Hacia dónde y cómo debe desarrollarse Cumaná? ¿Se masificará la ciudad? ¿Qué terrenos se van a favorecer? ¿Cuáles se dejaran para las clases trabajadoras? ¿Se intensificará el centro de Cumaná? O por el contrario, se plantearán otros centros urbanos que equilibren socialmente la ciudad. A estas y otras muchas interrogantes deben dar respuestas los organismos involucrados en los problemas de la ciudad.

La ciudad se desarrollará hacia el interior o a lo largo de la costa, esta es una pregunta fundamental. La tendencia promete lo primero, ya que el área de la costa es estrecha. Pero aun cuando sea hacia el interior, ¿seguirá la ciudad teniendo acceso al mar como ocurre con las calles y avenidas que van a terminar en la Perimetral? O ¿se producirá una ciudad costera y otra intra-tierra? Dos tipos de ciudad en una. ¿Cómo dar respuesta a esta duplicidad urbana?

La ciudad al interior tiene otras características, no agradables como la ciudad costera, pero hacia allí tiende el crecimiento de Cumaná. ¿Cómo hacerlo agradable? Para no convertir a esta parte de Cumaná en una «Ciudad de Dios»; para que sea un espacio de regocijo y disfrute para la ciudadanía, y no un residuo urbano; en el cual sólo supervivirán los excluidos de las bellas avenidas, de los jardines, de las plazas, de las cafeterías. Es necesario evitar que la ciudad continué diluyéndose y convirtiéndose en zonas aledañas y marginadas; evitar la fractura urbana y la desestructuración de la ciudad.

El destino urbano de Cumaná está en este presente. Tal vez el destino la alcance antes que se de cuenta y ya sea tarde o, posiblemente se promueva, en entre reforma constitucional y reglamento ministerial, un plan urbano que estructure la ciudadanía necesaria y preserve a Cumaná como ciudad de bellos atardeceres junto al Golfo de Cariaco.

Originalmente este artículo fue publicado en el diario “Provincia” de Cumaná, en junio de 2007.

Ahora, que están próximas las selecciones para gobernadores y alcaldes es necesario preguntarse: cuáles son los planes que los candidatos a la Gobernación del estado Sucre y a la Alcaldía del Municipio Sucre tienen para Cumaná; cómo piensan abordar los problemas que la ciudad presenta en la actualidad; más importante aún, cuáles son las proyecciones futuras para la ciudad en un mediano y largo plazo.



coasfi@yahoo.es


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Obed Delfín


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