Crónicas de ayer del municipio Guasimos XXXl

Es un hombre sencillo, amplio y honesto que siempre ha estado en la palestra pública, por allá en sus años mozos le correspondió ejercer en el municipio la presidencia de lo que se llamó la Junta Comunal, cargo donde se desempeñó, con capacidad y desenvoltura. Su nombre ha salido a relucir en libros, folletos y periódicos, destacándose por su estilo depurado que le ha hecho merecedor del conocimiento de todos. Es de esos personajes que son necesarios en la vida de los pueblos; si no están, hay que fabricarlos o buscarlos para que den la cara en todo aquello que implique el desarrollo cultural o social de los pueblos. A Víctor Ramírez siempre lo hemos visto desde la década del 60 hasta ahora en la cúspide del batallar diario. Fue uno de los responsables de la publicación del periódico Oteando y la creación del primer Centro de Estudiantes del municipio y tres años después, junto a otros destacadas figuras del municipio, concretamente en el año 1967 en la conmemoración de los 400 de la fundación de Palmira.

Víctor Ramírez ha cumplido varios roles como dirigente político, maestro de ceremonias y animador de actos públicos donde lo ha hecho con lucidez, con parsimonia y don de la palabra. En ese largo trajinar ha tenido sus detractores; pero también el elogio oportuno por la reciedumbre profesional que le impone a la responsabilidades que le ha tocado afrontar. De Víctor Ramírez podemos decir que es un hombre que le ha servido al municipio, no que se ha servido del municipio. Constituyó una familia integrada de manera armoniosa por su esposa y sus hijos que hoy cumplen destacadas responsabilidades.

Una imagen grabada en un autobús

Victor Ramirez

En uno de los autobuses que hacia la travesía de Palmira a San Cristóbal, por allá en la década del 60; un día un acucioso pasajero observó con detenimiento que en un vidrio del autobús estaba grabada la imagen del rostro de Cristo. Aquello causo impacto, la gente esperaba la llegada de la unidad de pasajeros para rendirle veneración a la imagen. Los comentarios llegaron a oídos del cura que dio sus explicaciones señalando que la imagen no era producto de algo sobrenatural; sino de la mano del hombre; pero la atención que despertó el descubrimiento fue tanto que el dueño del autobús decidió quitarle el vidrio. Posteriormente nos percatamos que existe una técnica para estos menesteres

Sixto Guerrero

Sixto Guerrero desde la primaria tuvo inclinación por el arte, compartimos aula en los grados de 4to a 6to grado y siempre se destacó en los dibujos. Ya en 6to grado con el Profesor Ramón Elio Ramírez, nos asignaron una tarea que consistía en tallar en un pequeño bloque de yeso un rostro. Sixto sin tener maestro en estos menesteres que lo guiará, menos conocer técnicas, tallo un rostro con tanta perfección que causó impacto. Ya adulto se convirtió en Antropólogo graduado en la universidad de la vida, con mucho tacto para las antigüedades y un ojo clínico como coleccionista de monedas antiguas, dispone de un caudal representativo de diversos países. Hoy en los albores de la vida se ha entregado al aguardiente. De esta manera se ha perdido un caudal de conocimientos para el mundo del arte, que le hubiese laureado un destino mejor; pero sucumbió ante las debilidades por las copas.

Las Campanas de la iglesia:

Las campanas de la iglesia de San Agatón de Palmira tienen sus historias. En una oportunidad unos perspicaces ensotanados pretenden escamotearlaselas. Fueron traídas sorteando todo un mundo de peripecias hasta ser colocadas en el campanario; luego despertará un embelesamiento en los conocedores por el característico tañido que producía. Fueron traídas desde Italia en barco, hasta el lago de Maracaibo, desembarcando en Encontrados, luego trasladadas en Ferrocarril hasta la población de la Fría. Allí la esperaron un grupo de vecinos que la cargaron en carretas por escarpados caminos, arribando finalmente a Palmira. Años después se percatan de sus particulares características y algunos curas con unas no muy santas intenciones pretendían llevársela para la catedral de San Cristóbal; estaban en plena faena de escamoteo, hace presencia un grupo de jóvenes que bajo la dirección de José Ignacio Ramírez les cierran el paso y en medio de una airada protesta impidieron que los sacerdotes cargaran con tan preciados y pesados carillones. Se le oyó decir a este esclarecido poeta y escritor, …Sancho con la iglesia hemos topado, que luego cobraría prestigio por su participación activa en todos los actos conmemorativos, aniversario ligados con la historia del municipio, que nos ocuparemos más adelante, en otras crónicas.

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1995 veces.



Luís Roa

Licenciado en Administración de Empresas (ULA). Luchador social. Jubilado de CVG Alcasa

 Luisroa519@gmail.com

Visite el perfil de Luís Roa para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: