En Socopó, estado Barinas, la gente no puede ir al Banco Bicentenario porque los terroristas del partido fascista Voluntad Bipolar lo destrozaron durante las guarimbas. Ahora la ciudadanía reclama que la entidad bancaria sea reabierta, pero hemos tardado tanto para recuperar la agencia, como para castigar a los violentos culpables de todo el daño a la vida y al patrimonio de las y los venezolanos.
Ir al banco Bicentenario en Socopó y Barinas se ha convertido en un vía crucis; los testimonios de las mujeres (en su mayoría madres) que intentan abrir una cuenta, renovar libretas o tarjetas, incluso pedir un cheque de gerencia, resulta penoso y hasta humillante. Un número significativo de trabajadoras que ingresan a la nómina de la Zona Educativa llevan semanas tratando de abrir la cuenta, pero en la sede del Bicentenario sólo atienden las veinte primeras, aunque la fila de interesadas supera las cien personas desde la madrugada. Al abrir la agencia, una funcionaria les explica que no hay tarjetas, ni libretas, ni capacidad para apertura de cuentas y cientos de compatriotas se van decepcionados, apostando a ser el afortunado número 19 al día siguiente.
La inexistencia de plástico, de libretas y de eficiencia bancaria agudiza más los efectos de la guerra económica contra el Pueblo. La burocracia y arrogancia de las instituciones y funcionarios se permite los peores desmanes. En la agencia Petruccielo en Barinas, la gerente se niega a emitir cheques de gerencia, supuestamente porque "la cláusula 19 obliga a actualizar la firma a los titulares" y si la actualiza "el Circuito Judicial debe autorizarla". Ninguna clausula puede estar por encima de los intereses de los niños y la familia que son los beneficiarios de las utilidades y dudo mucho que el Circuito Judicial deba autorizar que una maestra adquiera un cheque de gerencia, producto de sus utilidades para poder comprar los estrenos de sus niños, impedida por un banco que no le da efectivo, ni tarjeta ni una plataforma electrónica eficiente.
La ANC y el Presidente Nicolás Maduro han impulsado un despliegue enorme por el buen vivir del Pueblo, pero cabe preguntarse qué obstaculiza el desarrollo de la banca electrónica en el Banco Bicentenario. ¿Qué será de los TBCom? La Guerra Económica nos obliga a desarrollar tarjetas virtuales, si es que no tenemos la capacidad de hacer plástico con chip electrónico. El Banco Bicentenario puede habilitar los TBCom para abrir cuentas electrónicas que no necesiten libretas, ni papel, ni plástico y así las trabajadoras puedan ingresar a las nóminas del MPPE, desde una plataforma manejada virtualmente, sin dejar lugar a los pretextos de las gerentes, antes que lleguen a pedir una autorización de la ANC para entregarle a los ahorristas el fruto de su trabajo.
