Cabudare: Barricadas por la libertad anticonstituyente y etcétera

En el preludio de las elecciones nacionales por una Asamblea Constituyente por medio de la cual se busca remozar el texto madre de nuestra Constitución Bolivariana, la agenda golpista de mecha lenta (tal y como nos la explicó nuestro Chávez) sigue su curso.

En Cabudare, estado Lara, la convocatoria a un paro nacional que habrían hecho los líderes negativos antagónicos a la Revolución, se adelantó hace poco más de 3 meses, develando una especie de microclima de secuestro y violación progresiva de los derechos de muchísimos ciudadanos, que como yo, requieren moverse a Barquisimeto, para ganar el sustento diario.

Son apenas tres sectores los que conforman el anillo de confiscación de las libertades superiores que como seres humanos tenemos quienes habitamos en la otrora “ciudad dormitorio” como lo son el derecho al trabajo, al estudio, al libre tránsito, a la convivencia, a la paz.

Valle Hondo y La Mora que aunque equidistantes están sobre la avenida Intercomunal que comunica Barquisimeto - Cabudare - Acarigua (Estado Portuguesa) y Tarabana que geográficamente es una clase de recodo donde inicia (o termina según se quiera ver) la avenida Ribereña, son estos sectores.

Estas tres zonas tienen en común particularmente, que son habitados por familias que por sobrepoblación y los altísimos precios de viviendas del este barquisimetano, debieron migrar al literal “este del este” de Barquisimeto: Cabudare.

Con honestidad, por estas y otras circunstancias, yo también migré y habito desde hace poco más de 10 años en el último de los sectores mencionados, lo que me obligó irremediablemente a conocer a los “muchachos de la resistencia” y hoy por hoy, a lo que podríamos denominar a los “desclasados apocalípticos”, ambos grupos, antichavistas radicales.

Ya en contexto, paso a relatar como este martes 18 de julio, luego de una semana de relativo “descanso” del indebido e impune decomiso de mi tranquilidad y mis derechos ciudadanos, producto de la “preparación” del plebiscito inconstitucional que según ellos mismos les devolvería la libertad derrocando a Maduro, antes del amanecer levantaron nuevas barricadas, esta vez con un alto grado de “ingeniería” (lo observa en las fotos que acompaña estas líneas) lo que supone varios aspectos relevantes a advertir.

El primero y más obvio, es que el anunciado impedimento para que se celebre en esta localidad las elecciones del 30J consistirá, en no permitir la movilización de electores hacia los centros que se habilitarán para tal fin. En Tarabana existen por lo menos 3 centros nucleados, con importante número de electores inscritos, en uno de estos deposito mi voto.

Las barricadas anuncian una zona de agresiones morales y físicas, lo que reprime la voluntad de transitar y genera un alto grado de incertidumbre esto es tangible a más de tres meses de consecutivas trancas (parciales y totales) de las vías, de violencia encapuchada, de muertes, de irracionalidad.

Pero lo que es un hecho hasta ahora poco ponderado, aún no contabilizado científicamente, es que muchos habitantes de Cabudare de disímiles edades, ocupaciones e incluso de distinto pensamiento ideológico y político, se han visto obligados a refugiarse temporalmente en casas de familiares, amigos y hasta han tenido que alquilar habitaciones en otros sectores debido al alto riesgo que corren sus vidas (no exagero ni un gramo) y sus pertenencias, esto por el simple hecho de tener como vecinos a los “muchachos de la resistencia” y a los “desclasados apocalípticos”.

Por esto último podemos entonces hablar concretamente que estamos frente a la figura de refugiados o desplazados políticos, porque así como ocurre en Colombia producto del paramilitarismo, en Cabudare, no se puede hablar de vivir en sectores antichavistas, sino de sobrevivir a la barbarie dictatorial de una (cada vez más evidente) minoría disociada, capaz de todo.

Los desplazados políticos decididos a participar en la elección Constituyente ¿Podrán concurrir a sus centros electorales el 30J? seguramente no, seguramente el miedo sembrado surtirá efecto en muchos, ¿estarán al tanto de esta realidad gobierno, candidatos, CNE?

Como último elemento, es importante preguntarse cuántos habrán participado con estas trancas aportando dinero en los consecutivos peajes que nos han impuesto para “colaborar con la lucha”, aspecto de gran connotación social pues a fuerza (muchos incluso sin saberlo) se han convertido en cómplices de esta locura callejera, fomentando así desde el vandalismo hasta el asesinatos.

Mientras esto ocurre y rápidamente avanzan los días sin observarse contundencia en la acción de autoridades nacionales que acaben definitivamente estas acciones violatorias y violentas, los “gobernantes” locales pareciera que se divierten con el destrozo, la impunidad, la violencia de sus mandantes opositores, pues no solamente no hacen nada sino que aupan estas acciones, las validan internacionalmente como el “derecho a la protesta” y de cuando en cuando hasta suben una “selfie” con estos antisociales en sus redes personales e “institucionales”.

Mientras todo esto ocurre y la disociación crece buscando la salida YA de Maduro, mis vecinos antichavistas siguen sin tener guía o plan de gobierno que rescate lo que en más de 100 días han destruido o han perdido, siguen sin entender que sus acciones no solamente alejan a quienes ya pensamos distinto, sino que aglutinan el rechazo de quienes con cuatro dedos de frente, saben que así no se cambiará a nadie ni nada.



vocesurgentes@gmail.com


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