No sé como será en otros Estados del país pero,

En Mérida, los alimentos que distribuyen Pdval, Abastos Bicentenario y Mercal, vienen guisados

Comencemos por los hechos observados o practicas vividas, en estos tres entes creados por el Comandante Chávez, para hacer llegar al pueblo los alimentos básico necesarios a precios regulados y subsidiados, como mecanismo revolucionario para frenar la especulación capitalista para obtener ganancias, a costa de la necesidad vital de alimentarse que tenemos todos los seres humanos.

Primero PDVAL: cuyo director o gerente tiene el monopolio total de la distribución de alimentos y aparatos electrodomésticos en la región. Se le conoce como el hijo adoptivo del Ministro Osorio, pues según él es inamovible y puede hacer y deshacer lo que le viene en gana con los productos y el personal que trabaja bajo su dirección. Todo un reyezuelo engreído y prepotente, como casi todos los funcionarios que fueron “formados” por la Misión Francisco de Miranda y que se creen mas chavistas que Chávez.

Entre las prácticas que se realizan en PDVAL encontramos:

1.-Eliminacion de los pdvalitos, mas de 100 habían sido consolidados en los sectores populares. En la ciudad de Mérida sólo tiene tres centros de distribución que siempre están desabastecidos de los productos básicos como leche, azúcar, pollos, carne, queso, harina de maíz, aceite, café y cuando por casualidad llegan algunos de ellos, sólo hay una cajera para atender a la gente, la cual pierde gran parte de su tiempo en largas colas para poder pagar.

2.-Maniobras deshonestas para obligar al pueblo a consumir productos fabricados por las empresas transnacionales como la Parmalat, Kellogs y Nestle, mediante la venta de “COMBOS” en los cuales se ofrece un producto que escasea con dos productos que las empresas antes mencionadas no le encuentran salidas o están a punto de vencerse, es el caso del “combo alimenticio” que ayer vendieron en la Plaza Bolívar de Mérida que contenía dos Kg. de Azúcar, dos litros de leche liquida de larga duración marca Parmalat y una caja de 470 gramos de “conflakes” de la marca Kellogs, los tres productos por Bs. 70,oo. Según el vendedor una verdadera ganga, pues solo la caja de cereales lo venden en los supermercados de la zona en Bs. 60,oo. Artilugios como este es práctica común para mercadear, usando las estructuras de PDVAL para hacer que productos no indispensable sean consumidos y las empresas privadas que procesan esos alimentos no tengan que invertir en publicidad y probablemente ese dinero llegue a manos de los funcionarios de PDVAL por caminos “non santos”. Pienso que debe investigarse ¿por qué PDVAL no distribuye los productos de las incipientes empresas socialistas con prioridad y si va a armar “combos” no los hace con éstos.?

2.-En el ABASTO BICENTENARIO, (antiguo CADA):

Allá si que “torció la puerca el rabo” como dicen los campesinos de nuestra tierra para expresar que algo llegó a su punto máximo y no tiene vuelta atrás. Comenzando por los precios de venta al público, la gente dice que en GARZON, que es la competencia capitalista, se compra mas barato. Cuando usted entra al local lo primero que encuentra son grandes pirámides de botellones de CocaCola, Pepsicola, Mayonesa, Conflakes y detergentes. La sección de vinos y licores siempre está bien abastecida.

La presentación y acomodo de los alimentos en los anaqueles y pasillos parece que lo hicieran personas que odian trabajar allí. Al igual que PDVAL parece que están de acuerdo para no exhibir los productos de las empresas lácteas de la zona, ni los productos como azúcar, café, sardinas, harinas, chocolates, etc. Que según nos anuncian en VTV estamos produciendo o procesando en el país. Si uno les pregunta a los gerentes, contestan que esos productos no se los envían desde Caracas y por lo tanto no los tienen a la venta. Al igual que PDVAL cuando hay azúcar, carne, leche o aceite y la gente en masa acude a comprar, entonces disminuyen el número de cajeras y las largas colas se hacen insufribles.

3.-En MERCAL:

Aquí el guiso está empichado, las empresas privadas y los funcionarios que manejan este negocio, se pusieron de acuerdo para aprovecharse del subsidio, que el Estado venezolano asigna a esos alimentos, para que lleguen al pueblo mas necesitado y con ello reducir la pobreza atroz, la cual sufren todavía, mas de 4 millones de venezolanos.

Este negocio funciona de la manera siguiente: en Mérida sólo hay dos locales que están abiertos en forma permanente y al usted llegar allí lo que le provoca es ponerse a llorar al ver a todos aquellos anaqueles vacíos o algunos medio llenos con productos de las empresas de alimentos transnacionales con cajas de gelatinas, flans, conflakes y productos que el pueblo no necesita para su alimentación. Al igual que en los otros dos (PDVAL y ABASTOS BICENTENARIO) cuando llega leche, pollo o carne se hacen inmensas colas kilométricas y para variar reducen el numero de cajeras, de manera tal que el pueblo se arreche, por estar durante cuatro horas haciendo colas para que luego les permitan comprar un kg. de leche, un pollo y un pedazo de carne de res importada, además le obligan a llevar cuatro o cinco productos y que “regionales”. La misma practica la realizan en los llamados “operativos” que hacen en los barrios centrales de la ciudad, donde operan empresarios privados que tienen cupos de alimentos ya oficializados por la gerencia MERCAL.

Es muy fácil de constatar que por cada pollo que llega a un verdadero pobre merideño, tres han ido a parar a los restaurantes de la ciudad, clínicas privadas, carnicerías y amigos y familiares de los que monopolizan la distribución de alimentos de MERCAL en el Estado Mérida. Pensamos que los que salen a Colombia vía Cúcuta llegan por otros caminos.

Pienso y me hago responsable de todo que aquí he afirmado, que la corrupción ocasionada por la distribución y venta de los productos alimenticios al pueblo venezolano, es la que mas daño hace y ha hecho al proceso revolucionario y a las iniciativas solidarias que ha realizado el Comandante Chávez para reducir la pobreza en Venezuela. El argumento que usan los escuálidos de tratarnos de “muertos de hambre”, por que pasamos gran parte de nuestra vida haciendo colas, para que nos vendan un pollo y un kg. de leche nos zahiere y afecta nuestro orgullo revolucionario. Quisiera y ojalá nuestro nuevo gobernador lea este articulo y nombre a un comisionado que le haga seguimiento a lo que aquí he denunciado.

Juanveroes64@hotmail.com


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Juan Veroes


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