29 de agosto de 2020.-
El viernes 28 de agosto, en horas de la mañana vecinas y vecinos de la Parroquia La Pastora se plantaron en la Av. Baralt a la altura del Puente “El Guanábano” para hacer pública la exigencia que han venido realizando en reiteradas oportunidades sobre la carencia de los esenciales servicios que padecen:
La receptividad y solidaridad con las demandas se hizo sentir, el malestar por la precarización de la vida en Venezuela es una situación compartida y masiva. La presencia en la calle de los mensajes, pancartas y consignas también coincidió con la generalizada necesidad de expresarse y denunciar. Especialmente las mujeres comentaron “que en sus casas hacen más de lo que se puede para cuidar a sus familiares”. La mujer venezolana, especialmente en sectores populares, es la cuidadora invisibilizada, pues simplemente no tienen como afrontar la amenaza de la pandemia por Covid-19, emergencia sanitaria que se acentúa en los hogares ante la falta regular de agua y las condiciones de insalubridad cuando llega. Tampoco es regular el suministro del gas doméstico y si alguien en casa tiene algún empleo, los sueldos no alcanzan para alimentar a la familia.
Además de las pancartas y consignas para denunciar el deterioro de las condiciones de vida que se han profundizado aún más como consecuencia del covid-19, los vecinos de la Pastora, en plena vía pública, leyeron un comunicado donde hacen varias exigencias y peticiones.
En horas de la tarde, en este mismo punto donde se realizó la concentración, la Policía Nacional Bolivariana colocó muros de concreto para impedir el acceso a la parroquia La Pastora, a pesar de tratarse de la semana de “cuarentena flexible”. Esta situación fue reseñada por el Periodista @Lobo21Jose para @puntodecorte. Sin embargo, los vecinos removieron estos muros de concreto alegando que no fueron informados de esta arbitraria medida y que, por tanto, no habían tomado las previsiones correspondientes.
Cada día la población venezolana rechaza las medidas de control y arbitrariedad que pretende imponer el gobierno por la vía de la fuerza ante una situación inaguantable y de pauperización generalizada: toda pretensión de someter a la población responde y, es consecuencia, de la pérdida de gobernabilidad y de respeto a las libertades democráticas y demás derechos básicos conquistados por las familias trabajadoras.
