24 oct. 2017 - Con una importante producción de cebolla, entre otros rubros, la Unidad de Producción Social Agrícola (UPSA) Caquetíos, resalta la importancia de la producción para la conquista de la soberanía alimentaria de Venezuela. Ese es el objetivo que manifestaron a Ciudad BQTO los trabajadores de esta hacienda, quienes además aseguran que no solo se trata de poner en la calle el producto, sino además obtener las semillas para entregarlas a otros productores.

Leonardo Herrera, uno de los encargados de la producción, explica que las cebollas que actualmente están sembrando, son provenientes de Brasil. "Las semillas son traídas por los compañeros brasileños del Movimiento Sin Tierra, y la idea es sembrar la cebolla y no solamente quedarnos con el producto fresco, sino producir semillas y estamos en un proceso de germinación de semillas en estos momentos", explicó.

Con este proceder, los productores de Caquetíos, aseguran que se demuestran las diferencias entre una economía capitalista y una socialista. En la primera, las empresas están aisladas y esconden las semillas para mantener un monopolio sobre un producto, sacando ventaja en la competencia; en la segunda, las empresas sociales trabajan de manera estrecha para que los avances de una, sirvan de ejemplo para las otras. Con esto, explican, llegan mejores productos a la población y el bienestar de las personas está por encima de los intereses particulares de los productores.

‘SI NO PRODUCIMOS, SUCUMBIMOS COMO NACIÓN’

Los productores aseguran que se deben mejorar las técnicas de producción para sacar el mayor provecho de la tierra. Por ejemplo, Herrera explica que la población campesina en Venezuela no supera el 13 por ciento, y que solo el 7 por ciento es productora. Con ese porcentaje tan bajo, se debe alimentar a más de 30 millones de habitantes, lo que, a su juicio, requiere un mejor trabajo de la tierra y de los medios agrícolas de producción.

"Tenemos que estimular también a la población para que se dedique a la producción agrícola, porque si no producimos, sucumbimos como nación", dijo, haciendo mención a las alusiones de muchos analistas, quienes lamentan que la alimentación en Venezuela depende de la estabilidad o inestabilidad de otras naciones exportadoras.

Aunque en estos momentos existe una siembra de cebollas, los productores explican que su labor no se limita al monocultivo, sino a la diversidad de rubros. Las razones de esto, es que se da variedad a los consumidores locales y además para cuidar la tierra, pues "con el monocultivo, las plagas crean resistencia, cosa que es muy negativa. La idea es tener una producción constante con cultivos diversos", asestó.

Después de la cebolla, la UPSA entrará en un nuevo ciclo productivo con cilantro, cebollín, entre otras.

LOS SUELOS VENEZOLANOS

En muchos lugares del territorio nacional, se recurrió al monocultivo durante muchos años. Las razones para esto, eran variadas, una de ellas es que los suelos venezolanos no eran de buena calidad para algunos rubros, por lo que debían importarse. Contrario a esta afirmación, Edson Bagnara, representante del Movimiento Sin Tierra (MST) manifestó que las tierras venezolanas son de alta calidad, lamentó que hasta ahora hayan sido condenadas al monocultivo.

"En Venezuela no hay problemas de suelo. En Brasil hay lugares donde las tierras son muy buenas y no se necesita abono, pero luego de años de uso, se deben usar los mismos abonos que se usan en las mismas que supuestamente son malas. En Venezuela es exactamente igual", explica el brasileño y agrega que "el problema no es la tierra. En la naturaleza, se debe organizar todo, la tierra se corrige, lo que hace falta es dedicarse a ella adecuadamente".

Comparó la situación de Venezuela con el serrado brasileño, de donde se decía que no se daba ningún tipo de cosechas por la supuesta baja calidad del suelo. No obstante, explica que las mejores cosechas de soya, no están en las mejores tierras, sino en el serrado donde llueve solamente cuatro o cinco veces al año. "Allí se está sembrando maíz en cantidades de exportación, por lo que el suelo en Venezuela no es ningún problema", reiteró.

ES NECESARIO RESCATAR LA MEMORIA AGRÍCOLA

Para Bagnara, el verdadero problema en Venezuela, es que la burguesía eliminó la cultura agrícola de las personas. "Hay una enorme falta de motivación para la producción, porque en Venezuela, de manera intencional, la burguesía quitó la memoria agrícola del pueblo. La juventud no siente el cariño a la producción que se hereda de generación en generación. Puedes tener los suelos de mejor calidad, las mejores semillas y el mejor sistema de riego, pero si no hay las personas que encarguen de cada proceso, no habrá producción".

Alexander Alayo, por su parte, recordó que la UPSA Caquetíos en su momento perteneció a la familia Sigala, pero posteriormente, en el 2008, fue rescatada por el Comandante Chávez.

Alayo quién forma parte del grupo de apoyo que labora en la UPSA, expresó que "el trabajo se debe realizar con esmero, darle el tratamiento adecuado al suelo" y tener presente que Venezuela sufre en la actualidad una arremetida por parte de personas que fueron las mismas que durante muchos años arruinaron la agricultura del país.

Hicieron el llamado a otros productores a ‘creer en el país’. Explican que los seres humanos "pueden vivir bajo cuevas, sin iglesias, pero sin los alimentos no pueden vivir, es fundamental la producción para salir de la situación en la que estamos. El llamado es a los productores y sobre todo a la juventud para que rescate la cultura del trabajo agrícola".