Por lo menos 125 millones de bolívares se han invertido desde 2008 en la restauración de toda la zona; sin embargo, la mayoría de las obras están inconclusas

Humedad, filtraciones, techos rotos, pisos agrietados, ruina y abandono. Ese el panorama predominante en la histórica parroquia La Pastora. Lazona, declarada centro tradicional en 1979 y que cuenta con una ordenanza para su conservación desde 1981, presenta un deterioro profundo y a todos los aspectos que ha sepultado el vestigio de la pujante zona residencial, aduanera y comercial que fue para la Caracas colonial.

El 21 de enero pasado se cumplieron 10 años de la orden presidencial para la recuperación integral de la parroquia La Pastora, según la cual se debía recuperar "casa por casa y calle por calle" y para la que fueron aprobados 17.000.000,00 bolívares.

Denuncias de vecinos indican que las obras para rehabilitar las casas y espacios públicos tienen nueve años de atraso respecto a la proyección original. No obstante, nunca se ha conocido la magnitud y el alcance de los proyectos que han sido dirigidos y reconducidos en varias ocasiones por la Alcaldía de Libertador a través de Fundapatrimonio, así como por la Alcaldía Metropolitana (hasta 2009), el Gobierno de Distrito Capital e incluso la oficina de Patrimonio de la Cancillería.

Luis Ramirez, residente de una casa localizada en la esquina de Torrero, explicó que los trabajos que se iniciaron en el primer semestre de 2008 nunca se concluyeron. "A finales de 2008 se retiraron las contratistas por falta de presupuesto, dejaron las viviendas sin concluir, algunas quedaron sin techos ni frisos ni pintura, se llevaron puertas y ventanas de un valor arquitectónico incalculable, porque son piezas irremplazables", enumeró.

A juicio de Hannia Gómez, presidente de la ONG Fundamemoria, la inconsistencia en la preservación de La Pastora es solo una muestra del absoluto descontrol que en materia patrimonial existe en Libertador, el municipio capitalino con más patrimonio declarado de la ciudad.

"Es una situación espasmódica, hay un deseo de hacer las cosas, pero nunca se ha hecho sobre la base un plan maestro que ejecute las obras necesarias con un criterio de jerarquización que garantice la disponibilidad de los recursos y la continuidad administrativa", explicó.

Gómez atribuye a la falta de coordinación entre instituciones y distintas instancias del poder el tratamiento poco profesional que ha llevado al deterioro progresivo del lugar.

En noviembre 2013, el alcalde Jorge Rodríguez aprobó 8.550.000 bolívares para reiniciar "labores urgentes" de recuperación a las viviendas más afectadas, 28 de un total de 900 consideradas en deterioro.

Para enero 2015, la alcaldía informó la ejecución de 100 millones de bolívares para la restauración de la antigua aduana de Caracas y 232 fachadas de viviendas, incluidos en el Plan de Intervención a Puerta Caracas que fue entregado parcialmente febrero del mismo año. La rehabilitación tampoco se culminó.

Con el paso del tiempo y la irregularidad en las intervenciones esa cifra se ha ampliado a más de 100 casas para finales de 2016.

La falta de restauración y mantenimiento ha tenido consecuencias más allá de lo estético o arquitectónico. Más de 200 familias viven en condiciones infrahumanas, entre el moho, techos y paredes caídos. "Es como vivir damnificado en tu propia casa", relata Zulay Díaz, residente de una vivienda en las esquinas de Polvorín a Primera Calle, en el sector conocido como Puerta Caracas.