Hay que darle chapa al pueblo

Y esa insistencia no deja de ser un gran clamor, un grito, un anhelo, una verdad; desde las catacumbas del pueblo se reclama la posesión de autoridad comunal, porque los ensayos arrojan que los organismos gubernamentales son insuficientes, ineficaces, están corridos por el veneno burocrático, aún germinan de la seca semilla de la IV, esa, que todavía no muere ni mueren sus vicios que carcomen toda iniciativa, que putrefacta y destruye todo.

Que no se equivoque más anclados en el viejo sistema; se acaba de dar un paso crucial y la presencia protagónica-participativa del pueblo en asuntos del control es la clave del triunfo. La rata porcentual de eficiencia, honestidad y de compromiso entre el pueblo organizado y el persistente estatus de organismos de estructura colonialista está 10 a 1 a favor del pueblo y es comprobable desde cualquier punto de referencia. Los llamados "fiscales", los cuerpos de seguridad y otros entornos propuestos para ejecutar vigilancia y ejecutar justicia, aparte de ser insuficientes en cantidad son parte nucleada del vicio. Porque sólo el pueblo tiene la capacidad original de estar en todos lados, de ver, oír y descubrir todo; pero, su denuncia está mal sujetada a la falta de propia autoridad ejecutoria, mastica el pueblo la ley para que otro coma y se atragante de corruptela.

El pueblo está incondicionalmente resteado con la revolución, con el legado de Bolívar y de Chávez y ahora mucho más con Nicolás, lo ha demostrado hasta la saciedad, por ello se hace incomprensible que no se le entregue la chapa para poner orden y para meter en cintura al corrupto de adentro y de afuera, que los hay cazando güiro, que ahora mismo y desde antes de la Reconversión Monetaria andan montados en una, jugándole guiqui-guiqui al gobierno.

Los agravantes experienciales dejan ver por un lado que las mismas estructuras del Estado se contraponen al hecho de la transición del poder; valga la redundancia, al Poder Popular, que es una mímica lo de centrar la conversión, que no quieren ni soltar ni entregar la chapa al Poder Originario tal y cual reza que se establezca en la Carta Magna, y por otro lado, que el pueblo siempre persistirá en su lucha por establecerse como gobierno implícito de la constitucionalidad y dentro de todos los parámetros de la ley, él no es vacilante, es conciso.

Se dice que la oportunidad la pintan calva; y más que seguro, queda tácito que llegó el momento de la Reconversión Popular, que desde hoy 20 de agosto de 2018 se emprende en unión la lucha para la batalla entre ese ambiguo Poder Fáctico y el extraordinario Gran Poder Popular con vida a lo cotidiano, que se le ha de entregar el testigo en esta fondista carrera y de resistencia, porque sólo el pueblo es quien tiene las perfectas condiciones para garantizar romper el record y la meta que le otorgue a la revolución la gran victoria.

Que no se vacile ni un segundo más; porque 20 años son suficientes para empoderar al pueblo y para entregarles las riendas de la patria, porque sólo en sus manos se obtendrá la paz y la vigencia de plena libertad. Que se honre la memoria de nuestros ancestros y de nuestros héroes y heroínas de todos los tiempos para que se eleve el orgullo patrio y se dé al traste con el moribundo sistema, para que la revolución junto a su pueblo acuda a sus exequias y para que emerja la nación más grande por su valor moral que por sus riquezas.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1110 veces.



Omar Ignacio Pinto


Visite el perfil de Omar Ignacio Pinto para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Omar Ignacio Pinto

Omar Ignacio Pinto

Más artículos de este autor