Las primarias pasan por un mal momento. Según lo que uno lee por distintos medios, están parecieran cercanas al fracaso por distintas razones. Una de ellas, la de menos significación, se deriva de lo logístico. Pero lo fundamental está en la enorme separación que hay entre los distintos factores opositores y conste que, no hablo de ese amplísimo universo, sino de tres o cuatro pequeños partidos. Porque ya se sabe de partidos que no van a participar en ellas, tanto que ni siquiera tienen candidatos y hasta Capriles, a última hora, quien estuvo cercano al universo de MCM y Leopoldo López, no sólo ha renunciado a su candidatura, sino que su partido VP, ha hecho saber que no apoyará a ningún candidato, lo que de hecho significa un alejarse de ese proceso, tanto como no acudir a votar y hacer más escuálida y menos respetable la participación.

Pero también eso revela que los partidos opositores, no pasan de ser estructuras nacionales, regionales y quizás, cuando mucho municipales, donde sus adherentes no tienen formas de participación, no están organizados y eso hace difícil la tarea de organizar unas elecciones en las cuales participarían todos los opositores al gobierno, de las tendencias que esas elecciones intentan realizar, más quienes sólo son contrarios al gobierno, lo que envuelve a una considerable cantidad de gente. ¿Cómo organizarlas de manera que los representantes o testigos de las distintas candidaturas tengan acceso a los centros de votación? ¿Cómo ganarse la confianza de los electores, de manera que crean que su voto no va a ser manipulado por la tendencia que controle el sistema que se monte, que será aquella que más recursos disponga?

La jugada envuelta en la renuncia de Superlano, quien según él mismo, no estuvo de acuerdo, sólo que al parecer la admite por tratarse de una decisión del partido o mejor del cogollo; pues nadie ha sabido de la realización de un congreso o actividad nacional intensa dentro de la militancia para adoptar esa decisión; sólo es una simple determinación, para intentar darle fuerza a un proceso que se derrumba y fortalecer la candidatura de la señora Machado, quien en el universo clasista del capital nacional e internacional, es desde ya la preferida. Es la candidata indiscutible de VP y Vente Venezuela. Los hechos son demasiado evidentes.

Al candidato Superlano, como se dice en el lenguaje coloquial, pese pertenecer a Voluntad Popular, cuyo jefe máximo es Leopoldo López, un partido de la extrema derecha, vanguardia entre las vanguardias de las luchas conocidas como guarimbas, y todo lo que eso significa, como se dice en el lenguaje popular, no le conoce nadie. Sólo se le recuerda por los acontecimientos de Cúcuta.

Y es natural y lógico que en esas elecciones primarias, los votos de la tendencia que representan VP y la de la Machado, aparezcan unidos, de manera que esta aparezca gananciosa con el mayor número de votos posibles, más estando inhabilitada.

El partido de López, que mantuvo la candidatura de Superlano, en caso de existir como tal, más allá de unas simples siglas y unos pocos "dirigentes" o funcionarios, no es más que una organización de vanguardias, "tareistas", de poca significación cuantitativa. Allí se sabe que no tienen capacidad para sobreponerse a la Machado en la lucha por los pocos votos que ambas tendencias se disputan. Pero hay algo más significativo, ellas, esas tendencias, reflejan los intereses culturales y materiales de la extrema derecha venezolana. No hay razones para que parezcan distantes en un universo, el opositor, tan dividido.

La campaña electoral por las primarias refleja una realidad fácil de detectar. Dado lo que muestran los medios de comunicación y las diferentes redes informativas, agencias de publicidad, lo que incluye encuestadoras, quienes manejan el capital, externo e interno, más los Estados Unidos y la UEE, la candidatura de la señora Machado, es de ellos la preferida. Tanto que, a última hora, se ha estado hablando de retomar las conversaciones, bajo las condiciones de los acuerdos entre el gobierno venezolano y el de Estados Unidos, de manera que pudieran llegar a la habilitación. Eso no es descartable, todo depende de la "ñapa".

Con anterioridad, quien esto escribe, si bien ha dejado establecido que lo primordial para EEUU es normalizar sus relaciones con el gobierno venezolano, por distintas razones y particularmente el asunto petrolero, no descarta poner como condición ese asunto de las inhabilitaciones, para intentar favorecer su candidatura preferida, pero también que eso sería bajo el alto costo de hacer concesiones de importancia que el gobierno venezolano ponga. Y pareciera que ese momento estuviera llegando.

El ideal para Estados Unidos y el gran capital, en este momento es que MCM sea candidata y hasta salga electa; no es necesario decir nada para que el lector esto entienda. Pero también es verdad, como hemos dicho antes, que el interés primordial para ellos es lograr, con quien sea, acuerdos sustanciales para sus negocios y su propia seguridad en el ámbito internacional, más cuando el cuadro en el mundo árabe y hasta en Europa misma, se les ha venido complicando. Y, el gobierno de Estados Unidos, dado las sanciones que ha aplicado a Venezuela y los daños ocasionados, pudieran encontrar puntos de entendimiento con el actual gobierno, lo que pareciera que marcha, dado que hay razones, de lado y lado para que eso se materialice. Y lo de la señora Machado, no tendría que ser un punto de honor o circunstancia como para que EEUU continúe prolongando su status actual o Venezuela padeciendo calamidades. La idea que esa candidatura significaría inexorablemente una segura derrota electoral para el gobierno, no luce muy sustentable, sobre todo porque, si algún defecto tiene, es ser la menos apropiada para unir a los venezolanos.

La posición de Leopoldo López y del grupo que le sigue, no les cuesta entender que, la candidatura de MCM, pese no tenga el respaldo popular que ellos imaginan o desean, en todo caso es la mejor de todos ellos, dado que ha logrado convertirse en la referencia de su universo y candidata del dueño del campo de juego y los implementos.

Por lo que se lee en las redes y los hechos antes mencionados, las primarias parecieran condenadas al fracaso o la participación de un pequeño, minúsculo universo. Y de realizarse, de manera limitada, con escasa participación, la Machado saldrá electa, con un porcentaje abrumador. Y se hablará de porcentajes pero no de cifras de participación. Y para intentar salvar a las primarias de la debacle, darle como fuerza, VP de López, no tiene otra opción que darle su respaldo a una candidatura que es como la suya propia y que además es la escogida por las altas élites que a todos ellos respaldan.

De todo lo anterior, se concluye que, el gesto de VP o mejor dicho de Leopoldo López, de retirar la candidatura de Superlano, con la inconformidad de este, no es más que un gesto de propaganda destinado a vender la idea que la candidatura de MCM, en el plano nacional, más allá del círculo exclusivo que organiza las primarias, está alcanzando respaldo como para ganar las próximas elecciones presidenciales y de paso, fortalecer el reclamo de que se le habilite. Petición que Estados Unidos y la UEE, llevarían a la reunión que se estaría programando para efectuarse en México, según lo anunciado por el presidente de ese país López Obrador.

Por supuesto, como lo hemos dicho antes, esa salida no es descartable, más si el gobierno de Biden y sus aliados, estarían dispuestos, lo que no es extraño, dadas sus propias necesidades y urgencias en materia petrolera, se muestran dispuestos a ceder ante los reclamos del gobierno venezolano, como la suspensión de las sanciones, lo que se ha vuelto una exigencia nacional, con excepción justamente de MCM y sus aliados cercanos.

Pero también, el gobierno nacional, pudiera no tener interés alguno en mantener inhabilitada a la aspirante tantas veces mencionada, quien no goza del respaldo del enorme universo opositor venezolano, por muy diversas razones.

Para terminar y dar una explicación muy elemental, ya los fundamentos de lo que sería su programa de gobierno, como las privatizaciones a granel y la reducción de lo que ellos, los liberales, llaman el gasto público, anuncian que aunque se reactive la economía, se recupere al máximo la actividad petrolera, por la suspensión de las sanciones, su política en nada beneficiaría a los trabajadores.

Lo de VP o el "sacrificio" de Superlano, no es más que el intento de unir a un pequeño espacio, que no tiene motivos para estar desunido, salvo su vieja cultura y también un prender una ristra de triquitraque para llamar la atención sobre unas elecciones primarias que no entusiasman.