Mi palabra

¡El circo Guaidó se cae!

"No hay nada más fácil que el autoengaño.

Ya que lo que desea cada hombre es lo primero que cree"

Demóstenes

Desde, que se autoproclamó Juanito, el mismo de las mil mañas y calificativos a su espalda, montó su circo. Al comienzo no faltaba público a ningún show, pero ahora antes tantos engaños, y robos en contra del pueblo venezolano, la mayoría de sus seguidores lo han dejado solo; sin embargo, en las esporádicas funciones, podemos ver entre el escaso público, personajes que, hasta hace poco veían a cualquiera persona del pueblo, como gallina que mira sal, pero apenas le pasaron el dato –libreto– preparado, desde Washington, empezaron a corear para que los oyera todo el país ¡Mi presidente Guaidó! Como si estaban arrullando a un recién nacido.

En esa tramoya, el encargado de hacer el papel de bufón, tenía sobrados méritos, al reunirse con el conocido y reconocido grupo sanguinario los "Rastrojos", y por supuesto se puede esperar cualquier cosa de este vende patria para salvar el pellejo; y por eso, esos movimientos, de quien hasta hace poco se veía sobreactuado, fantasioso y seguro; y muchos personajes con más mañas que él, empezando por la pareja (Mitzy Capriles- Antonio Ledezma) quienes lo superan en malicia por los años viviendo de la política, a la primera escaramuza dejaron el pelero, para instalarse cómodamente en España, y desde de allá, siguen pregonando con ínfulas de arrogancia ¡Mi presidente Guaidó!

El viejo refrán: ¡Del árbol caído todo el mundo hace leña! Está más vigente que nunca, y el mismo presidente Nicolás Maduro, le lanzó una al verdadero usurpador de los últimos tiempos, al responderle, cuando hizo un llamado a una negociación ¡Tanto nadar, y te estamos esperando en la orilla! Como diciéndole: ¡te agarramos cansado y ahora para donde agarras! Parece, que, el presidente autoproclamado e interino, va pasar a llamarse el desahuciado, y no precisamente por el Covid-19. Oírlo en estos momentos hablar de negociación, cuando está prácticamente viendo para todos lados, buscando por dónde escapar; es como ver a un limpio borracho pidiendo aguardiente fiado, mientras el gobierno está defendiendo a la patria de los ataques imperialistas, y es un punto de honor.

Para el imperialismo, cualquier payaso de esa calaña le sirve, siempre y cuando sigan al pie de la letra las directrices; por algo mandaron a Leopoldo López y Julio Borges a verse las caras en la ONU, con la representante del momento, y está dama, rápido declaró, con estar de acuerdo con una negociación concertada, pero en nada se refirió, que estaba frente a dos prófugos de la justicia venezolana, señalados de haber incitado y actuado en las guarimbas, que dejaron un centenar de muertos y miles de heridos, y para ese entonces no apareció la ONU, menos la OEA y su payasito Almagro, para después de un cierto tiempo salir con los derechos humanos a través del rostro ambiguo de la Bachelet, que nadie sabe si está brava o risueña, pero impulsada desde Washington.

Las declaraciones de Guaidó, en medio de su circo casi en el suelo, al perder la capacidad para distraer y esconder la verdad, me recuerda una anécdota de los años 60, cuando la izquierda cayó en la provocación de Rómulo Betancourt, y se lanzó a la lucha armada; un camarada, quien fue apresado por delaciones de un compañero, quien chorreado "cantaba" tantas boberías, que hicieron dudar al militar encargado de interrogarlo, respondía, creyendo estar a salvo: ¿Conoces a este señor? ¡Sí!, ¿Qué hace? ¡Le lleva comida a los guerrilleros! Cuando le registraron un viejo morral al delatado, solamente le encontraron dos latas de sardinas, que llevaba para comer en un conuco, el cual cultivaba muy cerca de donde lo agarraron; lo único que se escuchó en un tono de rabia por parte del oficial. ¡Coño estos guerrilleros se van a morir de hambre, con dos sardinas! Todos se vieran las caras, y el apresado respiró profundo, cuando escuchó nuevamente la voz del militar ¡Suelten a ese hombre, porque este carajo lo que está es loco, se lo llevan para que aprenda hablar!

Así anda el circo Guaidó, muy enredado en las pocas funciones que monta; con poco público, pero muy peligroso, porque es el mismo que, cargado de odio, hartos de vanidad y con la arrogancia de un actor de las películas de violencia de Hollywood, fugazmente proclamaron a Pedro Carmona Estanga, como presidente encargado de Venezuela, cuando el golpe del 2002 para luego acabar con todos los poderes constituidos. Ahora se encuentran a la desbandada, con el otro autoproclamado, sin espacio para moverse; y no creo, que se le ocurra presentarse en Colombia, como si fuera una vedete, para recordar, cuando el imperialismo lo paseo por Brasil, Chile, Ecuador y Colombia; porque ahora la hoguera está encendida, aun, cuando tiene la experiencia, pero en este momento, cuando ha terminado degradado, como esos huracanes, simplemente tiene que apartarse, para que no le vaya a caer la carpa encima.



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Narciso Torrealba


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