Guaidó una vez más merece estar preso

Una vez más el diputado Juan Guaidó, y no el presidente de Venezuela, como los más exaltados de la oposición lo perciben, da motivos más que suficientes para ser encarcelado. La primera vez que hablamos sobre el tema fue cuando se autoproclamó jefe de Estado o presidente de la nación, pero por el contrario pusieron detrás de las rejas a los funcionarios del Sebín que diligentemente lo detuvieron por varios minutos.

En ese entonces dijimos de inmediato que los funcionarios de la policía política actuaron de manera correcta, por cuanto el representante de Voluntad Popular (VP), a pesar de contar con inmunidad parlamentaria, fue sorprendido por los agentes cometiendo el delito de usurpación de cargo de manera flagrante, pública y notoria.

¿Pero qué ocurrió en ese momento?,
Los hijos de "Lola" fueron a parar a los calabozos, mientras el violador de la ley continua libre haciendo de las suyas y lo que le venga en gana.

Esta vez Guaidó, de manera retadora, como lo ha venido haciendo cada vez que se le ocurre tomar una decisión, dice que desde la Asamblea Nacional (AN) va a proponer la invocación del Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (Tiar), que trata sobre la solidaridad que debe existir entre los países de América, en caso que otra nación fuera del Continente desee atacar sin ningún tipo de justificación a uno de los países que lo constituyen.

El Tiar, como lo hemos descrito, es percibido como un instrumento que tiene implicaciones militares, pero también contempla la invocación de otras acciones por la vía diplomática y económica.

Cuando se desarrolló la afamada guerra de Las Malvinas, Argentina en aquel entonces invocó el Tiar, pero para sorpresa de muchos no tuvo el eco esperado, y muy por el contrario EE.UU le brindo todas las facilidades, el apoyo y la logística a Inglaterra para que pudiera responderle militarmente a la Argentina. Desde ese momento, al menos Venezuela años después, entendió que el Tiar más que un tratado de ayuda recíproca entre las naciones que lo suscribieron, se convirtió en un instrumento morfo, pesado, que no merecía seguir respaldando.

Hoy Guaidó lo invoca con qué fin?. ¿Busca el auto-proclamado crear las bases necesarias para que Venezuela sea objeto de una invasión por parte de una coalición armada que esté conformada por otras naciones? De ser así no cabe duda que Guaidó quiere la guerra y se convierte, desde luego, en un traidor de la patria, al que habrá que enfrentar como se lo merece.

Aun cuando EE.UU fue el promotor de que el Tiar no fuese invocado cuando lo solicitó Argentina, después pretendió su demanda cuando sufrió el atentado terrorista que hizo que volaran las afamadas "Torres gemelas".

Si bien es cierto la AN se mantiene en desacato y el llamado que hace Guaidó no tendrá ningún efecto legal, no deja de ser preocupante la decisión que se pueda tomar, porque dibuja claramente cuáles son las intenciones que tiene la oposición extremista del país con tal de llegar al poder.

No hay duda que el imperio es lo que busca: la justificación y el apoyo de otras naciones del Continente que se prestarían para respaldar la decisión absurda de cumplir una invasión en contra de Venezuela.

Guaidó, decían en nuestro hogar, está jugando con candela y podría quemarse, pero lo que es peor demuestra que le está vendiendo el alma al diablo, sin importarle la suerte que puedan correr cientos de miles de compatriotas venezolanos, de llegar a desatarse una guerra

¿Ha llegado el momento de que Guaidó sea detenido, encarcelado y juzgado, vaya Ud. a saberlo, pues esa decisión solo queda en manos de quien hasta ahora se mantiene legítimamente al frente de la presidencia de la República, que no es otro que Nicolás Maduro.



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Italo Urdaneta

Periodista, historiador y profesor universitario

 italourdaneta@gmail.com

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