A Miraflores con Guaidó triunfante

Ahora sí. Por fin nuestro negreado "presidente interino" -¿nadie sabe por cuántos años- entrará por la puerta grande de Miraflores, ¿a qué? A buscar lo suyo, lo que le pertenece. Misia Jacinta, a reventar de alegría. ¡Oh sol de la esperanza! Guaidó a diestro y siniestro, como si nada. Tanto escozor contra un líder que se las sabe todas, que juega y gana y nunca pierde, ni con trampas mucho menos, que nos ha dado lecciones de unidad paranormal. Más ridículo no puede ser, como nos ha puesto. Salió y entró con embajadores a su resguardo y aeropuerto iluminado con caras duras. Y, ahora Diosdado, cómo te quedó el ojo. ¿Qué pequeño es el mundo? Ciérrate boca. E inimaginadamente sorprendente, se lucha y se vence, y la democracia participativa en acción. ¿Quién dijo qué el pueblo no existe? Todo a su tiempo.

Lo que no sabemos, pero pronto se sabrá, cómo va a ser la repartición, si a mitad, o todo para mí y nada para ti. ¡A mundo Barquisimeto! Y ese gentío envuelto en alegría como bandera nacional, la paz reina, la paz os dóis, el cielo se oscurece, pero no por lluvia, ni de arrechera, sino por inconvenientes momentáneos. Pase adelante mí..., todo esto es suyo que, bien ganado lo tiene sin presión de guapeza, el retrato del que fue libertador, lo sacamos como ordenó y, el de Chávez a donde quepa. Mire que hasta en el retrato pesa su imagen. ¿Y Maduro, qué es de la vida de Maduro? Según el grupo yanqui de la Casa Blanca, se pintó de colores, aunque los maduristas y algunos chavistas en oposición lo ignoran.

En Miraflores, nadie se atreve a alzar la voz, Dios libre, pues el socorrido, el no invasor, entró y ahora quién lo saca -que la botellita, no tiene tapón-. Y hasta ministros tiene, recuerdo los que se me olvidaron que, alguna vez fueron chavistas, pero la cola es larga llega a Plaza Venezuela y, todos de la UCV, orgullo patrio, gente inteligente de la casa de los sueños.

Ha triunfado la sensatez, informa CNN, y otra vez llegó la luz a palacio después que Pedro Carmona se fue. La euforia es infinita, no cabe en ninguna alma, la Patria a millón y, los gringos los más rimbombantes celebrando, por la nueva democracia venezolana -¡así, así, es que se gobierna!- y, el Grupo de Lima a todo dar, atarugados de vanagloria, esperando por lo suyo, buenos hijos del mismo comedero. Iván Duque, exige a prontitud, que la frontera debe ser desde San Cristóbal, que a los malos hijos son a los que se olvida que, la ayuda humanitaria, ya no se necesita, entró solita en línea recta.

Mientras, los chavistas lloran de alegría -¿y eso? Tremendo peso les han quitado. Ciento ochenta grados a la izquierda, ciento ochenta grados a la derecha. Tenemos Patria americana, envuelta en furia vencedora y, lo de los obispos venezolanos: vuelve a sus iglesias, a cobrar. Un nuevo lucero se asoma en el firmamento nocturno caraqueño que enfría corazones molestos, taquicardias violentas, hay Patria nueva, y Guaidó con más potencia que la energía que sale de Guri, predica a los cuatro vientos y el Este respira profundo, carne de su carne y, lo más significante, solicita a gritos que Julio Borges sea su vicepresidente. Se impone una nueva proclamación más liberal con invitados especiales. Todo arde de sumisión, menos la electricidad está estática, ya no es analógica, ni cibernética, ni epiléptica.

y, las redes despavoridas desinforman como redes electrizadas que, a Ramos Allup, le dio un patatús emocional que, lo tiene al borde de la inconsciencia con reflejos apopléticos, apolíticos desnivelados, en que un bajo cortocircuito lo aqueja, porque a él, luchador por los cuatro costado y por los cuatro vientos que siempre han soplado, no le dan cabida en el nuevo gobierno, ni a sus seguidores. El mundo percibe que la paz comienza a volar bajo y, la AN se manifiesta en su interior con dos banderas izadas (imaginen la segunda). El patriotismo no tiene banderas.

Venezuela -señores y señoras- navega por las aguas del mundo no en el buque insignia, Embajador sin Fronteras, no. Navega como República independiente que sólo Guaidó sabe gobernar. y, lo más insensato, digno de consternación es que, Maduro y Diosdado, jefes consulares, el primero en Colombia y el segundo en Brasil, la hermandad fuera del país. ¡Coño, que sueño tan iluso! Desperté.



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Esteban Rojas


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