EE.UU: el país por el que se mea Guaidó

No sólo Simón Bolívar, nuestro Libertador, tuvo una visión acertada, acerca de las intenciones que ya vislumbraba, sobre los Estados Unidos, por lo cual lanzó al mundo aquella frase que, hoy día tiene más vigencia que nunca: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad". Jurungué uno de mis libros y he aquí las palabras que encontré de Alexis de Tocqueville, sobre la "Democracia en América", alrededor de 1835. El autor apuntó que ese país carecía de tradición, historia y de aristocracia. "Parece que todo el espectro social pertenece a la clase media; naturalmente hay pobres y ricos, pero éstos apenas representan un pequeño papel en el conjunto general… El gobierno tiene trazas de estar en manos de talentos mediocres, puestos que las élites dirigen sus capacidades a otros ámbitos… Y sentencio Tocqueville: "Todos los estadounidenses coinciden en su afán de éxito… "How is business" ("Que tal los negocios".

Lou Marinoff: seguí investigando sobre el país que adora el nuevo paladín libertario, que le cedió la conducción de la oposición venezolana al señor Donald Trump, quien, dicho sea en razón, se lo goza de lo lindo, junto a la pandilla que gobierna desde la Casa Blanca. Y me topé con contundentes señalamientos del autor de "El ABC de la felicidad", Lou Marinoff, quien, además, es profesor de filosofía en prestigiosas universidades estadounidenses. Sobre la obesidad en su país dice: "... el sector lácteo envenena a diario a millones de estadounidenses con hormonas de crecimiento en bovinos, que los seres humanos metabolizan para adquirir el físico de las vacas… Somos lo que comemos y bebemos mucho más de lo que la gente supone…". Y añade: "Esta espiral decadente de consumo excesivo, obesidad, hedonismo, promiscuidad y amoralidad, salpicada de violencia y asentada por la ausencia de familia, educación, formación escrita y capacidad de atención, está produciendo un país de salvajes culturales que han perdido la capacidad de adquirir y trasmitir el legado de la civilización occidental. La "cultura" estadounidense equivale a búsqueda de marcas en grandes tiendas, distribuidores y sitios web. Pero ¿en qué rincón de esta inmensa tienda se "vive la vida"?

Esta vaina le fascina a Juan Guaidó y a los que piensan como él. Gracias a Dios representan sólo un grupito de desquiciados. En efecto, este grupo idolatra a a Estados Unidos, y aborrece a la patria donde, supuestamente, nacieron. Prefiere, o suena mejor en plural, prefieren a una sociedad decadente e inculta. Cuyos jóvenes viven atiborrados, en buena parte, de droga, marcas, televisión y de las MacComidas. Jóvenes que no saben dónde queda Venezuela, entre otros países, como consecuencia de la MacCultura.

Al Gore:

Nadie podrá decir que Al Gore ha sido chavista o es, en la actualidad, madurista. Nada que ver. Fue candidato presidencial de su país en el 2016. Le jugaran trampa y perdió. Este señor, luego que dejo la asqueada política de su patria, opto por dedicarse a escribir sobre diversos temas. Se hizo acreedor del Premio Príncipe de Asturias, en el 2007, y, como si fuera poco, se alzó con el Premio Nobel de la Paz, en el mismo año. Sin embargo, el hombre tiene opiniones muy valiosas sobre los Estados Unidos. Por ejemplo, el afirma en la introducción de su libro "El ataque contra la razón": "Poco antes de que nuestra nación invadiera a Irak, nuestro senador más veterano, Robert Byrd, de Virginia Occidental, se levantó en el Senado y dijo: "Esta Cámara, en su mayor parte, ha guardado silencio, un silencio terrible, ominoso. No hay debate, no hay discusión, ningún intento de explicar a la nación los pros y los contras de esta guerra particular. No hay nada. Guardamos un silencio pasivo en el Senado de los Estados Unidos…". El señor Gore, se pregunta por qué guardó silencio el Senado, y el mismo se responde: "Porque la razón, la lógica y la verdad parece tener un papel cada vez menos importante en la forma en que los Estados Unidos toma decisiones importantes".

"La verdad, señaló Al Gore, es que la democracia corre peligro ahora en los Estados Unidos, no por culpa de un conjunto de ideas, sino debido a una serie de cambios sin precedentes que se han dado en el medio ambiente, dentro del cual las ideas viven y se propagan, o bien se marchitan y mueren. No me refiero al medio ambiente físico, sino a lo que se conoce como la esfera pública, o mercado de las ideas". Añade, más adelante, que "Como resultado, nuestra democracia corre peligro de ser socavada. En efecto, se compra la opinión de los votantes, del mismo modo que se crea de manera artificial la demanda de productos nuevos…".

Al Gore, pone el dedo en la llaga, al decir, sin tapujos, lo siguiente: "A estas alturas, en Estados Unidos somos mayoría los que nos damos cuenta de que ya hemos participado en demasiadas guerras en el golfo Pérsico. Van ya dos veces en doce años que mandamos tropas para garantizar nuestro acceso al petróleo, entre otras causas…". Es decir, Gore afirma lo que todo el mundo ya sabe. Estados Unidos envía sus tropas a invadir otros pueblos por el petrolero y otras riquezas naturales. No queda duda, pues, que el señor Donald Trump, está listo para enviar a sus tropas a Venezuela, no para salvarnos de la "hambruna", sino para robarnos nuestro petróleo, en convivencia con personajes oscuros y arrastrados, como el llamado Juan Guaidó.

Gore, afirma que la política del miedo, el secretismo y la fe ciega erosionan la democracia y ponen en peligro a los Estados Unidos y al mundo. "Nunca ha sido tan importante que afrontemos la realidad de nuestros retos a largo plazo, desde la crisis del clima hasta la guerra de Irak, pasando por otras muchas cuestiones. Sin embargo, la razón es atacada por fuerzas que usan técnicas sofisticadas como la propaganda, la psicología y los medios de comunicación electrónicos. Aunque los retos a los que nos enfrentamos son grandes, tengo más confianza que nunca en que la democracia triunfará y que estaremos a la altura de los desafíos…".

Mi país, Venezuela, está enfrentando los retos históricos que la circundan, pero la fuerza y la dignidad anidada en el corazón de cada venezolano y venezolana, pueden más que las botas yanquis. Somos hijos de Bolívar, Urdaneta, Rivas, Sucre, Zamora, entre otros, y, otra cosa, somos hijos de Chávez, el invencible. Por tan poderosas razones, hoy y mañana, y por siempre: ¡VENCEREMOS!

Bernie Sanders:

Para finalizar, quiero referirme a un artículo que escribió, recientemente, el señor Bernie Sanders, quien, dicho sea de paso, se postuló para la candidatura presidencial para el 2020. Ojalá, la derecha apátrida, leyera lo que Sanders dice con demasiada propiedad. Según él, llegó el momento de derrotar a Donald Trump. El artículo dice, entre otras cosas, lo siguiente:

"Hace una semana, cuando lanzamos nuestra candidatura a las presidenciales de EE.UU., les pedí a todas las personas del país que se uniesen a formar parte de esta campaña de acción popular sin precedentes. La respuesta del pueblo estadounidense ha sido histórica. En seis días, más de un millón de personas han respondido al llamado".

Más adelante, afirma:

"Esta tarea no va a ser fácil. Hoy en día, la desigualdad en las rentas y la riqueza alcanza la cifra más alta desde la década de 1920: las tres personas más pudientes del país acumulan más capital que la mitad de nuestro país. Pese a una tasa de desempleo relativamente baja, millones de personas se ven obligadas a pluriempleos porque sus salarios no les sacan de la hambruna. 34 millones de americanos no cuentan con seguro médico y somos el país que más paga por medicamentos prescritos en el mundo.

Mientras gastamos casi el doble per cápita en asistencia sanitaria que cualquier otro estado, nuestros resultados médicos son peores y la esperanza de vida está en declive. Ya es tiempo de que nos unamos al resto de potencias y garanticemos la atención sanitaria que se merecen y que tienen por derecho, porque no es un privilegio, a través de un programa de sanidad pública (Medicare For All)".

Contundentemente señala, Bernie Sanders:

"Vergonzosamente, tratamos a la gente más vulnerable con desdén. De entre las naciones más desarrolladas, tenemos el índice de pobreza infantil más alto y un sistema de cuidado de menores que no solo no funciona, sino que la mayoría no se puede permitir. La mitad de la población anciana no tiene jubilación y, mientras, hay muchos republicanos que quieren recortar la Seguridad Social.

Entre tanta desgracia, tenemos un presidente que miente patológicamente, que es un fraude, que es racista, xenófobo y machista. Un fanático religioso que está llevando al país hacia el autoritarismo.
En un momento en el que nuestra infraestructura se desmorona y atravesamos una crisis de vivienda, podemos crear millones de puestos de trabajo bien pagados si reconstruimos nuestro país. Juntos, podemos incrementar el salario mínimo a un sueldo digno de 15 dólares la hora, asegurar la igualdad salarial entre hombres y mujeres y garantizar a los trabajadores licencias médicas para ellos y sus familias".

Bernie Sanders, desnuda, de alguna manera, la actual sociedad que vive Los Estados Unidos, en contraste con lo que nos pintan los medios de comunicación, y, también, porque no decirlo, quienes se mueren por ser y actuar como un gringo.


"Por increíble que parezca, hay mucha gente joven que no puede permitirse ir a la universidad: la deuda de préstamos estudiantiles ha alcanzado la cifra de 1,5 billones de dólares. Está en nuestra mano reducir esta cantidad tan atroz y fomentar las universidades públicas.
EEUU tiene la tasa de encarcelación más elevada del mundo y los afroamericanos son encerrados hasta cinco veces más de promedio que la gente blanca. Nuestro deber es acabar con la destructiva "guerra contra las drogas", abolir las cárceles privadas y las fianzas en metálico y reformar al completo los departamentos policiales.

Y agrega:


"En vez de demonizar a las personas indocumentadas como hace nuestro presidente, lo que deberíamos hacer es luchar por implantar una reforma migratoria asentada, que facilite la vía para tramitar la ciudadanía y otorgue de forma inmediata el estatus legal para los menores que quedan adscritos al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. También para proteger en términos humanitarios a aquellos que solicitan asilo en la frontera.

Tenemos que defender a las mujeres y su derecho a decidir sobre su propio cuerpo, especialmente en un momento en el que no solo este sino muchos otros están siendo atacados a nivel local, federal y estatal.
Para hacer frente a la epidemia de violencia por armas, necesitamos acabar con la Asociación Nacional del Rifle, ampliar las investigaciones por antecedentes, poner fin a las lagunas legales y prohibir la venta y distribución de armas de asalto.

Y, finalmente, debemos eliminar el apoyo que ha fundado Trump hacia los líderes autoritarios. Estamos necesitados de una política exterior que se enfoque en la democracia, los derechos humanos, la paz mundial, la igualdad global en riqueza, el cambio climático y la evasión fiscal a gran escala".

AGREGADO:


Así, o más claro… Venezolanos, venezolanas, así está el país que adora el señor Juan Guaidó. A ese tipo de sociedad quiere él llevar a Venezuela; por eso se pavonea, como un pavo real, por los gobiernos de derecha que, hoy da, atacan y agreden a nuestro país, para congraciarse con el loco que gobierna desde la Casa Blanca. Este señor, lacayo del imperio, no sabe ni una "J" de la historia de Estados Unidos, y como se ha enriquecido a costilla de los países que ha invadido en los diversos métodos que ha empleado, desde el económico hasta el militar. Hoy día, utiliza a las quintas columnas, como método sofisticado doblegarnos. Usa, como un comodín especial, a Iván Duque, personaje oscuro y rastrero, cual repugnante reptil, que se presta para atacar y agredir a la patria de Bolívar y Chávez… Dios salve a Venezuela no sólo de sus malos hijos, sino de quienes pretenden robarle sus riquezas naturales… ¡VENCEREMOS!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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