Los Naipes estratégicos debajo de la manga de “la nueva cohorte generacional” de Guaidomomos

Vivimos tiempos de crisis, tiempos oscuros, de confusiones en termino de lo que ocurre alrededor de nuestra vida cotidiana, tiempos de titubeos, muchos no saben distinguir entre el bien y el mal, cual es la verdad, como apreciar lo que ocurre, donde está el camino al conocer, aprender a separar la esencia del fenómeno, incluso personas académicas versadas, formadas en herramientas de investigación del saber son presas de prejuicios políticos, que podemos entonces esperar de las ciudadanos comunes y corrientes, aquellos que no alcanzaron las cimas del saber.

Lo que pasa en Venezuela es una crisis, un proceso político en crisis, invocados por fuerzas sociales políticas que desestabilizan a Venezuela, además de fuerzas nacionales e internacionales involucradas, interesadas en un "cambio de régimen político", sustituirlo por otro, de un régimen de carácter social inclusivo a otro régimen de carácter elitista, una organización política de Estado subordinadas a clases sociales, la primera regida por el socialismo bolivariano del siglo XXI y la otra por el neoliberalismo del siglo XXI.

¿De donde viene el homo sapiens Juan Guaidó?

Mientras que el socialismo bolivariano está dirigido por el chavismo, el neoliberalismo del siglo XXI esta guiado por una generación de políticos neoliberales, formados en el pensamiento institucional foráneo, en las academias extranjeras e instituciones nacionales que la propician, en particular el IESA, UCAB, liderazgo que se ha formado en oposición al chavismo a lo largo del mandato de Chávez 1999-2012 y mas recientemente contra el Gobierno de Nicolás Maduro, 2013-2018 y en el período en curso, 2019-2025.

A esto hay que añadir, que uno de sus representantes de la nueva generación de políticos como lo Juan Guaidó, en su formación siendo estudiante, era parte de grupo "La generación del 2007", entrenado por la organización CANVAS, financiado por Washington con el objetivo de derrotar la reforma constitucional del 2007 para forzar al gobierno de Chávez a una represión e impulsar un evento internacional que justificara una intervención extranjera, además fue invitado a un seminario organizado por OTPOR, organización dedicada al "cambio de régimen" financiada por Washington, además de la Petroquímica del Golfo (empresa mexicana) y la banca JP Morgan, desde donde se planificó la desestabilización del gobierno de Venezuela, el asesinato de Hugo Chávez y luego de Nicolás Maduro.

Tan pronto el nuevo discípulo, líder del imperio culminó sus estudios de ingeniero industrial en la UCAB viajó el humilde estudiante de la Goaira a los Estados Unidos, conectado con Luis Berrizbeitía, ex director ejecutivo del FMI en el 2007, en el 2018 viajó en secreto a los EEUU., para planificar las movilizaciones en contra de Maduro, recibió el apoyo de los senadores Marco Rubio, Rick Scott y el diputado Mario Díaz Ballart, para luego reunirse con Mike Pompeo, antes de regresar a Venezuela de ese viaje, fue nombrado Presidente de la Asamblea Nacional el 5 de enero del 2019 y dieciocho días mas tarde, el 23 de enero se autoproclamó "Presidente a cargo de la República de Venezuela, un cargo que no existe en la Constitución pero designado desde el exterior.

Cuando hablamos de oposición de esa "generación política de relevo del 2007", de los partidos tradicionales de Acción Democrática y Copey, nos referimos a una generación de jóvenes políticos, con mentalidad neoconservadora, neoliberal y neoglobalista, de allí su visión neodependentista, proimperialísta y ajena a la visión bolivariana y por ende a la visión socialista indoamericana, zamorista, robinsoneana y chavista.

Siendo así; estas dos fuerzas se confrontan en Venezuela, una lidera todas las instituciones públicas en el país, todos los poderes públicos, acusados de "dictadores", fuerzas políticas que emergieron de procesos democráticos en a la cual, la oposición participó en unos procesos electorales, rechazando otros y despreciando su protagonismo en elecciones democráticas, colocándose al margen o con bajo protagonismo político a niveles de concejos municipales, regionales, legislativos e incluso presidenciales, del triunfo en estos procesos emergen las autoridades públicas, los representantes de todos los poderes públicos.

La causa del desprecio electoral de la oposición, del camino democrático ha sido su frustración política, su derrotas electorales frente al chavismo, el desespero político y la decepción de lograr el poder por caminos del voto democrático, de allí su estrategias conspirativas constantes, golpe de estado, huelgas petroleras, guarimbas, actos terroristas, intento de magnicidio, asesinato de líderes, saboteos de servicios públicos, que han creado una desesperación y angustia de la población, un cansancio político, una desesperanza no solo del lado del pueblo, sino también del lado del pueblo opositor.

Las estrategias opositoras a nivel político han sido desastrosas, ellos mismos se han ahogados, su ultimo naipe político ha sido la auto-juramentación de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y ahora también presidente interino farsante e impostor del poder ejecutivo, dos cargos de gobierno, uno nacional apoyado por la Asamblea Nacional de donde salió electo por el Consejo Nacional Electoral, poder público liderado por el chavismo y el otro, autoproclamado, autojuramentado apoyado por fuerzas nacionales, la sociedad civil y política e incluso, por fuerzas supranacionales, por gobiernos extranjeros de los Estados Unidos y la Comunidad Europea, además algunos gobiernos de América Latina.

Guaidó nace pues de "la usurpación del poder ejecutivo", sin elecciones democráticas, sin el voto popular para dirigir dos mandatos, uno el de la asamblea nacional y el otro, el ejecutivo, colocándose a manera de dictador, una especie de caudillo autoritario auspiciado por el imperialismo y los países capitalistas neoliberales de la comarca, sin asidero popular e institucional democrático, procurando debilitar las instituciones del poder del Estado-nación.

La generación política de Guaidó nace en oposición a Chávez, a la decisión de Chávez de no renovar las concesiones de radiodifusión del Canal 2, motivo por la cual justificó al movimiento opositor a declarar "violación de la libertad de expresión", cuestionando una decisión soberana de Estado, por considerar el Gobierno que se extralimitaba en sus funciones publicas, de índole de ka radiotransmisión y se involucraron en un golpe político de Estado que suspendió al presidente de la República en el 2002.

La cohorte generacional política como la llaman, la del 2007, compuesta por Freddy Guevara, Stalin González, Juan Guaidó, Gaby Galeano, Juan Requesens, Miguel Pizarro, Daniel Ceballos, Yon Goicochea, Nixon Morenos, José Olivares son jóvenes intolerantes a la democracia, a las instituciones públicas, al chavismo, al socialismo del siglo XXI, a la doctrina bolivariana, a los valores patrios, a los símbolos patrios, a Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez y Simón bolívar, enarbolando por el contrario la doctrina Monroe y el símbolo de l abandera al revés.

Los matices de la política de la nueva generación, savia de los Guaidomomos

¿Cómo podrían dar matices a la política nacional esa generación de políticos, seguidores del antiguo establisment, en particular de la decadente IV República, a "la decadente República del viernes negro", a "la Venezuela Populista", "la Venezuela de la Apertura Petrolera", signadas por el fracaso, el fin de la prosperidad petrolera, el fin de la estabilidad monetaria, la deuda externa, la inflación y la pobreza social generalizada durante los últimos gobiernos neoliberales de Rafael Caldera con su Agenda Venezuela y el de Carlos A. Pérez, el de la Apertura Petrolera y la privatización, es decir la expropiación privada de las EPE (empresas públicas)?.

No veo el matiz político del cambio, ninguna comprensión de respeto, no hay respeto institucional al orden constitucional, al orden democrático, a la independencia nacional, a la soberanía popular, a la defensa democrática del voto, al derecho de las naciones a la autodeterminación, a la autonomía institucional, al respeto de los poderes públicos, al camino democrático electoral. Guaidó y su grupo fascista, deprecian al pueblo, lo han puesto en evidencia al negar el proceso electoral del 2018, de donde se abstuvieron de participar y negar luego la magistratura de Nicolás Maduro y no solo eso, negar la legitimidad de todos los poderes públicos.

Guaidó y su grupo fascistas adoctrinados ideológicamente en el capitalismo y el imperialismo, apelan al expediente fascista, de la violencia y la fuerza, a la guarimba, al pretender imponer un gobierno usurpador, sin legitimidad, sin ejercicio de democracia, repartiendo cargos públicos en el exterior, diplomáticos, gerenciales, etc., solo reconocidos por gobiernos extranjeros interesados en el conflicto político, en el camino de hoja de ruta que culmina por desconocer las elecciones democráticas pasadas (mayo, 2018), haciendo uso arbitrario del poder e imponer nuevas elecciones amañadas y manipuladas.

Las banderas que esgrimen esta "nueva cohorte de políticos democráticos" es la de "la lucha contra la corrupción, violación de los derechos humanos a la población", con relación a la primera premisa, el Gobierno de Maduro ha tenido responsabilidad indirecta en la administración pública, al designar funcionarios que han defraudado la fe pública, el erario público, en particular en PDVSA, asi como en la dirección de la otrora CADIVI, en cambio, en relación a la segunda premisa, violación de los derechos humanos, han estado involucrada la "savia de la nueva generación de la oposición".

Las guarimbas de Radonsky y Leopoldo son testimonios de violación a los derechos humanos, los naipes estratégicos opositores revelan las acciones criminales de su accionar político, "los matices de la política nacional", del fascismo, el rostro político de esta cohorte de políticos, del " trabajo de dirigentes, partidos políticos y sociedad civil". Esa violaciones provocadas por la guarimba consistieron en violar el derecho a circulación, a transito, al trabajo, a la educación, a la salud, al ambiente sano, de transmisión eléctrica, de comunicaciones y en general del buen funcionamiento de la vida cotidiana y del Estado.

La guarimba a mas de uno les quitó el derecho a la vida, a una vida tranquila, a la paz del país, a una vida sana, tranquila, a disfrutar del ocio, se vivía el terror en las calles, la inseguridad pública, no se podía transitar y circular, muchos quedaron cautivos en sus viviendas, no podían salir de sus residencias, los niños no podía ir a sus colegios, los jóvenes a sus liceos, los universitarios de igual modo, el transporte público estaba sometido a la amenaza de incendio sus unidades, unidades de transportes quemadas, en especial los yutong, arboles caídos, tronchados, incendiados, personas quemadas, sometidas al escarmiento público, actos inmorales como aquellos que riñen con la moral como en señal de protesta al mostrar a todos los medios públicos, "el culo", entre estos "brillantes protestantes", se hallaba ese ingeniero de la UCAB, presidente de la AN, Juan Guaidó.

Si ese es "distinguido político" que reconoce los actores relevantes de la comunidad internacional, que lo apoyan con nuevos naipes políticos, que someten a la población venezolana a sufrir las consecuencias de las sanciones económicas y financieras y que impiden al Estado venezolano a comprar medicamentos y alimentos a la población, causando por ende, " violación de los derechos humanos", además de violación a la Carta de la Naciones Unidas, por el uso de la fuerza en las relaciones internacionales como recurso de chantaje político.

El Plan mercenario de Guaidó

Guaidó ha reconocido "los errores políticos de la oposición" supracitados, pero no los suyos, sus pecados y fallas, sus delitos públicos, ha sumergido al país en "el delito de lesa humanidad", al chantaje de una intervención extranjera a nombre de "una ayuda humanitaria", traicionó su propio país, condenándolo al colapso institucional, a la represión internacional de los fondos venezolanos en el exterior, el secuestro del oro por el reino de Inglaterra, monarquía usurpadora del soberanía popular, la ayuda que le da Estados Unidos a cuenta de hacer "el trabajo sucio", el trabajo de un mercenario, traicionando su propia patria, su propia familia, exponiéndola al peligro de una guerra con la cual la crisis política interna adquiere mayores dimensiones.

De manera que la estrategia de Guaidó es suicida, genocida, crimen de lesa humanidad, tiene origen en el fascismo, en el imperialismo, la oposición política entrega la soberanía, la independencia y cede el derecho de autodeterminación, procurando retornar a la dependencia colonial mediante la estrategia de acabar con el gobierno electo, democrático, popular y chavista de Nicolás Maduro, segundo instaurar un gobierno usurpador para recomponer el tablero político favorable institucionalmente a la oposición y tercero, elecciones "libres" manipuladas para lograr el triunfo de la nueva generación política de la derecha.

El plan es un "Plan de País", ajeno a los interese nacionales mediante "la unidad superior", disidencias, sociedad civil, liderazgos políticos, gobiernos extranjeros, EEUU, Grupo de Lima, Comunidad Europea, para imponérselo al pueblo, sin discusión pública, referéndum alguno, un plan creado por intelectuales y académicos de derecha a puertas cerradas, sin consulta popular, un plan estratégico para ser impuesto por presiones inauditas, previa renuncia de Maduro, un gobierno de transición para desbloquear la riqueza de venezolanos en el exterior y hacer uso de ellas. .

Podemos concluir que los planes políticos de la oposición apátrida, es riesgosa, ya experimenta saldos humanos en perdidas, no solo materiales, es una tragedia humana indescriptible, obligar a fracasar al Estado, aislarlo internacionalmente, colapsar sus instituciones, es prácticamente someterlo a una guerra política y económica, arruinar la República, desmoralizar sus ciudadanos, quebrar su resistencia, acabar con la democracia participativa y protagónica, destruir el proceso sociopolítico chavista, exponerlo a mayores dificultades, a mayores sacrificios del pueblo mediante la guerra del dólar, la devaluación y la depreciación del dinero, hambrear al país para aceptar el Plan Guaidó.

Finalmente; el farsante usurpador de Juan Guaidó, un agente del imperialismo de los Estados Unidos quien funge de Presidente de la República, "el impostor" que pretende usurpar la presidencia de Venezuela, auspiciado por fuerzas extranjeras contra las que combatió Simón Bolívar, aquellas que en nombre de la libertad plaga de hambre y miseria nuestra América Latina y el mundo, resulta que quiere poner fin al socialismo bolivariano del siglo XXI, con el concurso de los Estados Unidos, de la plutocracia del Norte, tratan por todos los medios económicos y políticos de arruinar y fracasar el socialismo, ejercer la tiranía capitalista de las corporaciones multinacionales, expropiar las empresas públicas, (privatización), eliminar la propiedad social e inclusive pública, apoderarse de las riquezas de los venezolanos, destruir el Estado de derecho social, democrático y de justicia, aniquilar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, única en toda la historia de la República discutida y ratificada públicamente por el pueblo venezolano de manera democrática.

Fuente consultada:

Amaya, Margarita. Juan Guaido, y la emergencia de un relevo político para Venezuela. Prodavinci, 18 febrero 2019.

Zamora, Augusto "EEUU realinea a Latinoamérica viendo a China y Rusia", Rebelión, 06/02/2019.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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