Ramos Allup alista el terreno presidencial

Una estrategia interesante

El líder opositor venezolano Henry Ramos Allup prepara el camino hacia las elecciones presidenciales de diciembre del año 2018. Los recientes resultados de las elecciones de gobernadores lo colocan como la cabeza visible en la conducción de la oposición venezolana, más allá de las críticas de factores internos en lo profundo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Cinco gobernaciones logró colocar la oposición venezolana, a su por lo menos visual triunfo, porque todo parece indicar que no habrá asunción de esos cargos ante la negativa de reconocer a la (Asamblea Nacional Constituyente) ANC, por parte de los gobernadores opositores electos, al considerarla fraudulenta.

Anzoátegui, Nueva Esparta, (eje oriental) Táchira Mérida y Zulia (eje occidental-fronterizo) declaró como victoriosas el Consejo Nacional Electoral para los sectores que adversan al gobierno nacional.

¿Cuál ha sido la estrategia de Ramos con miras al año que viene?

Tras las declaraciones de dirigentes de la MUD como Ángel Oropeza que denunciaron diversas irregularidades en el proceso de elecciones y que los llevo a considerarla ilegal, Ramos ha optado por criticar la alta abstención en el proceso, una estrategia muy sabía para sus intereses.

Su explicación de los resultados en las regionales los remonta a comparar los votos que obtuvo la oposición en el 2015, cuando obtuvo la mayoría en la Asamblea Nacional y los votantes de las recientes elecciones. En números analicemos la realidad:

Elecciones parlamentarias 2015:

Oposición: 7,7 millones.

Gobierno: 5,5 millones.

Elecciones regionales 2017:

Oposición: 4,6 millones.

Gobierno: 5,7 millones.

Según esta muestra numérica el voto abstencionista hizo su mella en los sectores opositores venezolanos, infligiendo sus efectos en los resultados electorales. La sustitución de candidatos y la reubicación de centros electorales a pocas horas de los comicios regionales no impactaron tanto en la masa de votantes según Ramos Allup.

Pero la realidad es que mientras el líder de Acción Democrática declara su apego a la lucha en base a recuperar votos, las corrientes opositoras comienzan su reacomodo.

La líder opositora María Corina Machado negada de plano al ambiente electoral por desconfiar del sistema electoral venezolano, emprende una arremetida de denuncias contra la continuidad de participación en elecciones. Se suman a la ex diputada, el ex alcalde Mayor Antonio Ledezma, Diego Arria, etc. Freddy Guevara entorno a Voluntad Popular coquetea ante esta triada, deviniendo entre ir o no a votaciones.

Otros sectores como el de Julio Borges y Primero Justicia radican su esfuerzo en denunciar al CNE y no ir a otro proceso sin garantías. Una muestra clara de postura de centro para no caer en más contradicciones.

Mientras eso ocurre Ramos Allup mantiene para sus adentros una postura pragmática, para tratar de ganar confianza en elecciones, tomando en cuenta lo que se avecina el año próximo. Critica la postura internacional por ser paralizante de la oposición venezolana y a su vez condicionante y para rematar ausente de acción concreta.

También Ramos defenestra la acción radical por considerarla desmedida y causante de más y más muertes en el pueblo venezolano. Y para más señas un alto dirigente de AD de apellido Ecarri, declara que da igual ir o no a la ANC. Una frase corta pero que dice mucho. La situación implica para Ramos Allup surfear las pasiones externas e internas, nada fácil.

Ramos Allup se apega a lo pragmático, se reconoce rehén del sistema gobernante y buscara apelar por vías convencionales, aquellas que pudo haber vivido y aprendido durante el siglo pasado cuando gobernaba su partido blanco.

 



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Jesús Bolívar

Escritor, periodista, estudioso y seguidor de los procesos históricos y políticos en Latinoamérica

 jesuseduardobolivar@live.com      @bolivarjesuss

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