Derrotados los MUDyahidistas del Estado Unidos, son más perversos

Las señales de la realidad nacional, nos indican que la guerra iniciada en el mes de abril por las fuerzas imperialistas, organizadas en la MUD y sus facciones más violentas y representativas: Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática, han iniciado su proceso de repliegue sin la obtención de su objetivo: el derrocamiento violento del Gobierno Democrático del camarada Presidente Nicolás Maduro y, con ello, la reversión de los grandes logros sociales y culturales, alcanzados por el pueblo venezolano en diecinueve años de Revolución Bolivariana. Importantes enseñanzas, nos dejan estos dos meses de intensa guerra hibrida contra el pueblo y la nación venezolana.

Fuerzas convencionales, como es el caso del paramilitarismo colombiano y policías regionales, actuando en conjunción con fuerzas no convencionales, irregulares, como ha sido el caso de factores del hampa común y juventud radicalizada vía redes sociales, se han combinado en una acción hibrida para intentar por la vía violenta, revertir el curso revolucionario que ha seguido el pueblo venezolano libremente y sin condicionamientos de potencia externa alguna. El historiador Thomas Huber, describe el fenómeno de las fuerzas regulares e irregulares o guerra compuesta como le llamó, que combaten de manera coordinada pero nunca fusionadas en el campo de batalla, razón que ha llevado a muchos autores a adjudicarle la autoría del término: "Guerra Híbrida". Brian Fleming, define esta nueva forma de combatir en los siguientes términos: "Un actor de guerra híbrida, se caracteriza por poseer un mando y control descentralizado, por ejecutar actividades militares y no militares distribuidas, por combinar acciones tradicionales, irregulares, terroristas y métodos criminales disruptivos, por explotar las condiciones ambientales operativas complejas, y por operar con la intención de sacrificar el tiempo y el espacio con el fin de lograr una decisión por desgaste" (Fleming, Brian (2011): The Hybrid Threat Concept: Contemporary War, Military Planning and the Advent of Unrestricted Operation Art, Fort Leavenworth, Kansas, School of Advanced Military Studies).

Andrew Korybko, en sus análisis les da importancia vital a las ong´s "vinculadas al extranjero", en los procesos de guerras híbridas. Señala, a tal efecto que: "Las ONG "vinculadas al extranjero" por todo el mundo, juegan un papel irremplazable en el fomento de las guerra híbridas. La ley de la guerra híbrida declara que este tipo de conflictos, son conflictos identitarios fabricados, predicados para desbaratar, controlar o influenciar los proyectos de infraestructuras conectivos transnacionales y multipolares en países clave de tránsito por medio de la representación de: Alteración de Régimen, Cambio de Régimen o Reinicio de Régimen" (Andrew Korybko, La ONG y la Mecánica de la Guerra Híbrida). Destaca Korybko, que las ONG "vinculadas al extranjero" se apresuran en el país anfitrión, a sembrar "Las semillas de ideologías nuevas y/o históricamente desmentidas tales como Liberalismo y Nazismo, son plantadas en las mentes de la audiencia y regadas con un conducto constante de información favorable, diseñada para incrementar su atractivo y construir los cimientos para la venidera táctica antigubernamental. Después de ser adoctrinados con liberalismo, por ejemplo, cualquiera puede ser más susceptible de jugar el papel de "tonto útil" y manifestarse contra su gobierno, mientras que los creyentes en el nazismo y el "nacionalismo" de la época de la segunda guerra mundial, pueden ser animados a realizar odiosas provocaciones contra sus "enemigos" históricos" […] "El liberalismo, es más susceptible de formar nuevas identidades con propósitos separatistas, mientras que el nazismo (o "nacionalismo extremo" para generalizar) tiene un papel en la generación de furiosos odios anti-gubernamentales y la provocación conflictos interestatales…" Concluyendo Korybko que: "Si el gobierno no se Altera, Cambia, o Reinicia tras experimentar la coerción "pacífica" de la Revolución de Color con la que los intereses extranjeros y sus ONG -cual soldados de a pie- intentan forzarlo "democráticamente", entonces el gobierno o gobiernos tras la farsa, pueden tomar la decisión de iniciar una guerra híbrida mediante la transición desde una Revolución de Color hacia una Guerra No- Convencional".

En tal sentido, en una entrevista para un medio internacional, en marzo de este año, A. Korybko, profundizaba en su análisis de esta nueva modalidad de guerra: "Las revoluciones de color pueden ser generalmente concebidas como "protestas populares", externamente organizadas o desencadenadas desde el extranjero, que apuntan a derrocar al gobierno a través de medios supuestamente "pacíficos". En realidad, las revoluciones de color tienen una tendencia alarmante de evolucionar hacia el terrorismo urbano y los disturbios, pero la percepción occidental de estos movimientos es que son "pacíficos" y que cualquier violencia por su parte, es debida a las "provocaciones" del gobierno". Para aclarar conceptos con Korybko, en esa entrevista nos señala: "La "guerra no-convencional" puede ser fácilmente resumida como la violencia cometida por alguien fuera de un uniforme militar y por fines políticos. En la relevancia práctica sobre el tema que estamos abordando, la guerra no-convencional empieza a estallar en el momento que un "manifestante" lanza una roca o un cóctel molotov y se vuelve más extrema, cuando hay individuos que recurren a la guerra de guerrillas o al terrorismo" […] "Algunas veces, como es el patrón más reciente, los "manifestantes" finalmente se transforman en "rebeldes" o "terroristas urbanos", y esto marca la transformación total de los "manifestantes pacíficos" en unos combatientes de sangre fría y la conclusión del proceso de guerra híbrida".

Entre abril, mayo y los días de junio que cursan, el imperialismo del Estado Unidos (EEUU) ha experimentado en territorio de Libertadores, Venezuela, una combinación de estrategias de revolución de color y guerra no convencional (guerra híbrida), con el fin de establecer un conjunto combinado de herramientas que le permitieran concluir en un cambio de régimen. Fracasados como están, en su tentativa criminal, lo previsible ahora de parte de los agentes imperialistas actuantes en nuestro país, léase: los MUDyahidistas, en especial, sus factores más violentos: Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática, es que reincidan en la aplicación de instrumentos de guerra no convencional, en específico, acciones de saboteo a la infraestructura, en específico, los servicios públicos: telecomunicaciones, electricidad, agua y gas. Asimismo, afincarán sus acciones de terrorismo económico, para propiciar el descontento popular en vistas de las elecciones previstas para julio y diciembre de este año y el próximo. De allí, la relevancia que cobra el impulso de los CLAP y su recibimiento por nuestro pueblo en la rutina quincenal, ya anunciada por el camarada Presidente Maduro desde mediados de 2016, no pudiendo ser logrado dicho objetivo hasta el presente. Medidas draconianas contra la especulación, el bachaqueo y el desabastecimiento inducido, reprimiendo esos delitos criminales con contundencia y penas ejemplarizantes. Establecer el monopolio del comercio exterior, a los fines de garantizar el uso óptimo de las divisas de la República y que toda necesidad de importación de bienes, servicios, medicinas y alimentos, se hagan desde el Gobierno Central o PDVSA, que cuenta con amplia experiencia en esa materia. Crear la Central Nacional de Importación, a los fines de no entregar dólares a los supuestos sectores productivos que, una vez lo reciben, no traen los productos que justificaron su entrega; ejemplo de ello, es el sector farmacéutico, a quienes mientras más dólares se les entrega a precios preferenciales, menos medicinas para el pueblo existen en las farmacias. La experiencia acumulada en el caso del sector de medios de comunicación impresa, es importante considerar para la implementación de esa medida.

En el plano político, la Constituyente debe jugar un papel fundamental para reordenar y transformar el viejo Estado burgués que, después de pasados diecinueve años de Revolución Bolivariana, sus cimientes se encuentran casi que intactas. Hora ya, de demoler esas bases corroídas por la corrupción y la ineficiencia. Se trata, en definitiva, de transformar esta victoria que hasta ahora es circunstancial, en una derrota histórica para el imperialismo y sus agentes del MUDyahidismo, en especial, sus factores más violentos (Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática), no ganados al ejercicio Democrático de su accionar político…



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Henry Escalante


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