El título de este artículo de opinión es una cita textual -publicado en un medio impreso de estado Portuguesa, Última Hora, página 10, lunes 22-05-2017- del simpático diputado de la ilegítima Asamblea Nacional: Miguel Pizarro, sobre los actos terroristas focalizados en algunas ciudades del país. El asambleísta señala: "Hay un grupo que tiene el monopolio de la violencia institucional y paramilitar", estableciendo por el medio de la calle que el primer responsable es Nicolás Maduro, luego Diosdado, Cabello, el tercer puesto corresponde a Padrino López; cuarto Néstor Reverol y así sucesivamente, por ningún lado el informante asume que los dirigentes de la Mesa de la Ultra Derecha, MUD, incluyéndolo, ordenan, financian y ejecutan acciones vandálicas, desestabilizadoras y terroristas contra la institucionalidad venezolana, contra la paz del poder popular y contra la siquis del ciudadano común.
Estoy totalmente de acuerdo con Pizarro en cuanto a que "Hay un grupo que tiene el monopolio de la violencia", pero ese grupo no es ni pertenece al Gobierno de presidente obrero, Nicolás Maduro, sino a los grupúsculos concentrados en los partidos políticos de la MUD, cómo será en control que tienen, que un cibernauta por Facebook, de Valencia, aseguró que en estos 45 días de violencia logró comprar una moto de 250cc, por 5 millones de bolívares, "gracias a la plata que le me han dado los dirigentes de Vente Venezuela, Primero Justicia y AD; otro internauta dijo -también en Facebook, "Voy a tener que dejar marchar con los de la mesa de la unidad, no vaya hacer que me quemen, no ves que soy de negrito y saporrito, la pinga".
Los comentarios en la red son infinitos, algunos son desgarradores, otros jocosos, pero la mayoría son indignantes; hay que dejar claro que los actos terroristas no provienen de "los colectivos armados", ni de las "hordas chavistas" y menos de "maduristas violentos", sino de grupitos equipados con máscaras antigás de alta tecnología, cascos con cámara fotográficas incorporadas, guantes, fusiles de asalto, lanza cohetes y muchas municiones, que no pueden evitar subir a las redes sociales y mostrar su equipamiento ambientado con sus actos heroicos contra este el régimen de Maduro. Ha hecho tanta mella los actos terroristas en el equilibrio mental de la ciudadanía, en la colectividad nacional que un simple mensaje por los medios electrónicos y no se diga los medios impresos y audiovisual, como: "vamos a paro indefinido", "quemaremos cualquier unidad de transporte público que salga a trabajar", "saquearemos cualquier comercio que abra sus puertas", que la gente anda paranoica, asustada; los policías, Guardias, los muchachos que están prestando el servicio militar, los oficiales y tropa profesional de los componentes de las cinco fuerzas, cuando salen franco de servicio se van de civil, hay un terror generalizado, que a mi entender es una de las fases en el plan conspirativo de la derecha nacional e internacional.
Plan conspirativo respaldado por "influenciadores" como Luis Carlos Díaz, quien a diferencia de aquellos que le meten candela a las sedes del Psuv, a las unidades de transporte del gobierno, a los materno infantil, escuelas, magistraturas, comandos de la Policía o Guardia Nacional, Inces, CDI, Saime; generan contenidos en las redes sociales cargado de odio, llenos de arrechera hacia todo lo que sea del chavismo, incluso, escribe contra el sentir nacionalista, lo que lo refleja su desprecio por Venezuela. Ese sujeto recorrer el país "dictando cátedra", en busca de incautos que les "informe" qué está ocurriendo para mantenerse como influenciador y cobrar la millonada que sus similares cobran, pero a través del terrorismo en las calles.
