Señores de la Conferencia Episcopal, no queremos una guerra civil

 

A propósito de una excelente reflexión difundida en “Aporrea” por el politólogo Nicmer Evans, a través de un video https://www.aporrea.org/actualidad/n308053.html y de las posturas descaradamente parcializadas por decir lo menos, de los Sres. De la llamada: “Conferencia Episcopal”, me gustaría que alguien que tenga contacto con estos señores les haga saber mi humilde opinión, con respecto a la promoción de la guerra civil que sin disimulos de ningún tipo ellos y otros están promoviendo en Venezuela.

Voy a decirles lo que ustedes saben muy, muy bien: La guerra en el mundo y a través de la historia, solo le ha ocasionado muerte, hambre, destrucción y miseria en grado extremo a los pobres. Los ricos, los poderosos que han promovido la guerra, casi nunca sufren en carne propia, casi nunca mueren, es decir los hijos e hijas, los nietos y nietas de los “lideres” que se enfrentan, por lo general no se ven afectados por la guerra civil, al contrario por lo general terminan siendo más ricos y más poderosos.

Ustedes, Sres. Integrantes de la “Conferencia Episcopal” ¿tendrán un mínimo de amor por los seres humanos que fanáticamente luchan para que sus “lideres” permanezcan en el poder o alcancen ese mismo poder? otra pregunta: ¿por qué mienten tan impúdicamente?, ¿por qué ignoran tan fácilmente la palabra de su propio guía, el Papa Francisco? ¿Hasta dónde llega el nivel de compromiso con uno de los dos factores en pugna hoy en Venezuela?

En ese sentido, otra pregunta más; en el caso de un hipotético (negado) futuro gobierno del sector que ustedes protegen ¿consentirán y bendecirán los crímenes que estos ya están prometiendo, para sus enemigos políticos cuando alcancen el poder? Monseñores ¿ustedes harían lo que hicieron las conferencias episcopales de Chile, de Colombia y de Argentina, por mencionar algunas, cuando alcahuetearon y alcahuetean el asesinato de miles de personas solo por ser disidentes de las dictaduras y gobiernos criminales que aun hoy día  gobiernan en esos países?

Monseñores, Padrón y sus camaradas de la Conferencia Episcopal, ¿Ustedes realmente creen en el cielo y en el infierno? ¿Ustedes creen en el juicio final…ustedes creen en Dios?, pues bien, si lo creen, con todo el respeto que aun creo que me merecen, pídanle prestado un avión a alguno de esos millonarios que se frotan las manos con la posibilidad de una guerra civil en Venezuela y lléguense hasta El Vaticano, ya allí confiesen sus graves pecados con el Papa Francisco. Por si se les olvida algo sobre pecados les estrujo la memoria:

Por supuesto yo no soy cura, pero me atrevería a recordarles; el pecado venial deliberado y que permanece sin arrepentimiento, nos dispone poco a poco a cometer el pecado mortal. Un ejemplo de pecado venial es: violar una responsabilidad grave. ¿No consideran ustedes una irresponsabilidad ignorar la palabra del Papa Francisco, cuando aboga por la paz en Venezuela?

El pecado es una palabra, un pensamiento, un acto, un deseo o una omisión contrarios al plan de felicidad que Dios tiene planeado para el hombre. ¿A ustedes les parece que incitar a que los venezolanos se maten en las calles, por la razón que sea, responde al plan de Dios para el hombre?

Pecado mortal es elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre. ¿No será que ustedes deliberadamente se oponen a que haya paz en Venezuela?, lo digo porque ustedes desprecian una y otra vez, la palabra de dialogo promovida por el Papa, eso es un hecho más que evidente.

Yo observo, desde lejos (puedo equivocarme) en ustedes algún pecado capital, como La ira, pues este es un sentimiento no controlado, de odio y enfado. Estos sentimientos se pueden manifestar como una negación vehemente de la verdad, tanto hacia los demás y hacia ustedes mismos. También se manifiesta con la impaciencia con los procedimientos de la ley y el deseo de venganza fuera del trabajo del sistema judicial (llevando a hacer justicia por sus propias manos) incluso el fanatismo por sus creencias políticas.

También observo en ustedes la Soberbia esta constituye la sobrevaloración del Yo respecto de otros, quieren alcanzar un estatus aún más elevado del que ya ostentan infravalorando al contexto. La soberbia en ustedes se sustenta en la creencia de que todo lo que hacen o dicen es superior, y que son capaces de superar todo lo que digan o hagan los demás. Podríamos también decir que ustedes se presentan como la confianza exclusiva en las cosas vanas y vacías (vanidad) y en la opinión superior de ustedes mismos, exaltada a un nivel crítico y desmesurado, lo cual desemboca en la prepotencia que exhiben.

Los venezolanos y ningún ser humano, ni ningún país, se merecen una guerra fratricida. Pienso que no existen dos opiniones o dos bandos. La gran mayoría de los venezolanos deseamos la paz, pero estamos callados. Los de la Conferencia Episcopal, están equivocados, cuando se ponen de un solo lado y promueven la confrontación final. Creo que ellos (los de la Conferencia) les convendrían leer y creer en la palabra de Dios…

“Porque ciertamente… El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre”. (Génesis 9:5-6)

También como Evans, recomiendo el video contra la guerra de “Guns N` Roses” Excelente.

https://www.youtube.com/watch?v=VxbILUWCFFk



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Vicente Emilio Sánchez

Trabajó en Fe y Alegría "La Rinconada". Estudió en UCV-UBA-UBV. Orgulloso de vivir en La Guaira.

 vicenteemiliosanchez@gmail.com

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